14 : Esta contigo

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Anna.

Dios está en todos lados, mirando; omnipresente, él todo lo sabe; omnisciente, que está en todos lados; es omnipotente,  que puede hacer lo imposible y si Dios puede hacer eso y más...

¿ crees que no te puede guardar?.

Johan.

Caminaba las calles de ese lugar, todas estaban llenas de gente que van y vienen, no había ningún día en que estaban vacías.

Giro para atrás y veo varias casas, entre ellas una de color blanco hueso, es de dos pisos; en el primero se ve gente caminando o acomodando algunas cosas, y en el segundo piso alguien apagó la luz del pasillos, esa persona era Daniel.

un mes y muchas cosas— pensé, gire sobre mis talones y empecé a caminar, cabizbajo pensando en todos los momentos vividos.

Sentía que eran los últimos... intuía.  

Camine unas cuantas calles más y me detuve, me sentí perdido, y no lo digo diario en el sentido de orientación, sabía donde quedaba mi casa.

¿ quién era? ¿ Rhee Hyo Seung hijo de militares, chico fracasado o menospreciado? O ¿Rhee Hyo  Seung  Hijo del Creador de todo?.

Sacudía mi cabeza no quería pensar en nada de eso, respire profundamente y seguí caminando.

Ni siquiera me di cuenta cuánto faltaba para llegar, y en un instante, ya tenía frente a mi la cara de mi hermano, con sus ojos negros abiertos a causa de la impresión al verme vivo.

Entré y tomé los zapatos de casa para colocarlos en mis pies; me dirijo hacia el comedor y ahí estaban todos. Papá estaba en la cabecera, mi hermana menor se sentó en su mismo lugar, cada uno de esos lugares eran asignados por la persona mayor, mi padre.

El mismo me señaló mi lugar, me senté y mamá alcanzó un plato de comida a mi sitio, comimos en un silencio cómodo pero sentía un ambiente raro y pesado, algo así diario como si fuera opresión.

Anna.

Después de que Johan se fue seguiamos haciendo lo mismo yo, Morena y Samuel, limpiamos y acomodamos, pero de un momento a otro se volvió el aire tenso e incómodo, sabíamos que era ese ambiente, opresión del enemigo.

— hay que orar— murmura Samuel y nos sentamos en la mesa, nos tomamos de las manos y nos miramos los tres.

— aún no somos militares, pero si somos soldados de Dios— agache mi cabeza y cerré mis ojos y escuche lo último de Samuel.

Usar armas contra el enemigo y orar unos a otros es un deber gigante.

— Amigo mío, te pido por tu hijo Rhee Hyo Seung, has de protegerlo porque él confía en ti, no dejes que caiga, Papá— cerré mi boca y Morena siguió.

— también Padre amado, protege a nuestros hermanos y amigos que son perseguidos en otros lugares— Samuel prosigue añadiendo.

— además te pido que protejas a los demás, a esos hijos tuyos que están en estos momentos en el cuartel de militancia—  sabíamos a quienes se referían— Daniel, Luciana, Emmanuel— fue nombrando uno por uno.

— amén— décimos al unísono y abrimos los ojos, ya no había tristeza sino paz y tranquilidad.

Johan.

No podía concentrarme, no  estaba bien, por que la "bendita" voz siniestra seguía en mi, así que para evadir abrí mi diario y me puse  a leer cada reflexión y texto que había anotado en un mes. Empecé con mi libro favorito Salmos.

Escrito en lo Oculto ( Libro 1)Where stories live. Discover now