—andaaa, Lau —me menea
La aparto por quinta vez y sigo escribiendo en mi cuadern. si algo me identifica, es la química, pues tenemos una relación de amor-odio como nadie más podria. Las equaciones de Química no se resuelven solas, tal y como ella cree, yo to sí quiere asegurarme de tener un buen promedio para las pruebas finales. Así me dedico a ignorarla, entre ecuaciones de átomos
—¡no me ignores!
—no te estoy ignorando —despego la vista del cuaderno por unos segundos—es que no puedo ir. ¿No ves que tengo diez mil tareas por hacer?
—ciega no estoy, pero sé que puedes hacerlas después. Eres muy inteligente
Me guiña un ojo
Muy tonta si cree que con su cumplido puede hacerme cambiar de parecer
Tendrá que negociar conmigo
No es cosa fácil
—está bien —levanta las manos —¿qué quieres?
—tú pagas el café y quiero dos donas
—¿sólo eso?
—jacky sieras —aprieto mis dedos —quiero las donas de la temporada
—¡hecho! Eres una vividora, pero ya está. Ponte algo decente y anda, mujer, me tienes harta con ese cuaderno
Suelto una risita
No es tan difícil negociar con Alanna, menos convencerme cuando se trata de donas. Un corto receso de química para degustar las nuevas donas de la temporada no caen mal a nadie, menos si son gratis.
(...)
Doy un mordisco a mi dona de tres glaseados y pongo los ojos en blanco porque es un paraíso
¡qué delicia!
—disfrútala, porque será la última que pruebes de mi parte
Ruedo los ojos. ¡Nadie puede arruinar mi momento de gusto con mis donas! Ni siquiera una molesta Alanna con los bolsillos más vacíos que mi alcancía
Pobre chica
—a ver —doy un sorbo a mi café —no creo que me hayas citado aquí con tanta urgencia sólo para pagar mis donas y un café. ¿Qué quieres?
Silba y voltea la cabeza
—nala —regaño
—bien. Es una cita doble ¡yei!
—¿qué? —parpadeo lentamente y analizo su rostro esperando encontrar algo de burla en él, pero nada —¡¿qué?!
—ay, por favor
—¡¿estás loca?!
—sí, lo estoy —pone sus dos manos en el pecho —¡pero de amor por Christian!
—¿y qué tengo que ver en su frustrado amor?
—pues, verás —mira sus uñas, señal de nerviosismo en ella —como no soportamos ver a nuestros mejores amigos solteros y amargados y somos tan buenos amigos, decidimos hacerles un pequeño favorcito
—¿traernos a ley de mentiras?
—no
—prácticamente es eso, Alanna
—no te pongas tan seria —le resta importancia —solo tienen que hablar de lo que sea y coquetear como personas normales. Tan difícil no es, Lau
—pues, sí lo es
YOU ARE READING
El chico que nunca Deseé
Teen FictionLaura sabe lo que quiere en un chico, lo que desea en él. Desde pequeña ha hecho una lista con todo lo que quiere en ellos, pero más que nada sabe que si no son lo que desea, no es nada Connor es rudo, indeciso, arrogante, enigmático y un sin número...