La dama de ojos color café

Capitulo 3

Al llegar a casa como de costumbre la intriga no me dejaba tranquila hasta que le pregunte ami padre. 

- ¿Padre? 

- ¡Sí! 

- ¿Sabes tú sobre quién se está mudando? 

 - No lo sé hija tampoco los conozco, tanto tiempo que ha pasado y sigues siendo la misma dama llena de intriga, me sorprende que con el tiempo no halla desvanecido tal intriga sobre las cosas en ti, por eso siempre serás mi pequeña.

Solo sonreí y salí de la sala en la que estábamos hablando, al caer la noche volví a hacer la misma pregunta en la cena pero nadie pudo decirme con certeza quienes eran, los días pasaron pero la intriga permanecía viva, recuerdo que estaba en el trabajo cuando un hermoso sapo (un hombre) llego al consultorio con sarpullido en los brazos, presentaba una alergia muy común a una planta que había tocado, era realmente bello, sus ojos café como los míos un cabello negro como el centro de sus ojos. 

- Buen día señorita, ¿se encuentra el medico? 

- Con ella está hablando caballero, ¿en qué le puedo servir? - conteste mientras preparaba el formato de archivo. 

- Disculpe mi ignorancia señorita. 

- Tranquilo caballero, ¿en qué le puedo servir? 

- Como puede observar madame tengo un leve sarpullido en mis brazos debido a que accidentalmente toqué una planta a la cual soy alérgico y necesito que desaparezca esto, ¿me podría ayudar por favor? 

- ¡Claro que sí !, primero llené este pequeño formato. 

Me entraba la duda si él era de la familia que se había mudado hace poco, no lo había visto antes, la intriga hizo su parte. 

- ¿Eres nuevo en el pueblo? 

- Si, de hecho, me acabo de mudar hace algunos días, señorita me disculpara, pero usted tiene unos hermosos ojos color café. 

- Gracias, tus ojos también son lindos y algo hipnotizantes

- ¿siempre es así usted de directa señorita? 

- Así es, toda mi vida me he caracterizado por lo mismo

- Disculpe usted mis modales me llamo Liam, ¿puedo saber yo su nombre? 

Tarde en responder pues estaba concentrada en su rostro literalmente lo estaba analizando muy detalladamente. 

- Disculpa ¿me puedes decir tu nombre? - dijo él una vez más. 

- Disculpa me desconcentré un momento, claro que, si lo puedes saber, mi nombre es Eliza. 

- Que hermoso nombre. 

No sabía que respondedor estaba impactada así que un gran silencio rodeo la habitación, para romper la tensión fui por unas inyecciones que eliminarían el sarpullido, no podíamos evitar cruzar nuestras miradas al terminar los procedimientos médicos hablamos por un largo rato, al llegar la hora de irse el me invitó a salir y desde luego que acepté, era la primera vez que estaba segura de salir con alguien después de lo que había pasado con Luis, al salir del trabajo fui directamente a mi cuarto a descansar en mi cama, creo que la mayor parte de mi vida la he pasado en mi cama disfrutando de sueños grandiosos junto con mi almohada y mi sabana, estaba a punto de dormirme cuando mi madre entro en mi cuarto. 

- Como te fue hoy, mi querida médico. 

- Excelente, por fin supe quienes se han mudado, y me invitaron a salir .