2-. Juguete

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Ouch - me desperté agarrando mi cabeza entre mis manos.

se me había conseguido pasar el efecto lo suficiente como para aparentar delante de mis padres, pero obviamente seguía mal cuando llegué a casa.

Cuando me empezó a bajar el efecto me sentí horrible, el dolor de cabeza que tenía era notable, estaba mareada y la única solución que veía era vomitar. Lo bueno es que eran las 7 de la mañana y mis padres ya se habían marchado a trabajar, no habría que dar explicaciones de lo que me pasa o deja de pasar.

Y así fué, fuí al baño y me metí los dedos para vomitar. Necesitaba sacarlo todo porque me estaba revolviendo tanto que pensaba que si no vomitaba me iba a desmayar.

Me sentía un aspersor

- Menos mal que estoy sola - me dije a mi misma mientras me llevaba la mano a mi frente sudorosa. - No me acuerdo una mierda de nada.

- Eso solo es la primera vez - se escuchó una voz desde la puerta del baño. Grité nada más escucharla, me giré hacia la puerta del baño con el cepillo de dientes como si fuera una navaja o algo así.

- ¡¿Cómo has entrado?! - me levanté gritándole y aún apuntandole con el cepillo de dientes. Era Boris, el levantó las manos mientras se reía.

- Tranquila, Ładny - dijo mientras levantaba las manos fingiendo miedo - Baja el arma, no me hagas daño.

-¡¿Que mierda haces en mi casa?! - le grité, luego me llevé la mano a la frente, mi propio grito me provoca migraña, así que bajé la voz y me relajé - Son las siete de la mañana, vete a casa, Boris.

- Lo se, esque Theo aún está durmiendo y como vi que tus padres se acaban de marchar me pasé a saludarte.

- Todavía no se como has entrado - me crucé de brazos esperando una explicación, el me tomó de la mano y me llevó al lugar por donde entró.

- La ventana estaba abierta - me señaló mientras se acercaba a cerrarla - no deberíais dejarla abierta, hay mucho loco suelto.

- No me digas - dije en tono sarcástico - lo tendré en cuenta para la próxima.

- ¿Tienes comida? - Preguntó el mientras me miraba como sacaba capsulas de café de la estantería de la cocina.

-¿Tu no? - El negó con la cabeza. Yo suspiré y lo cogí de la mano para que se sentara conmigo en la mesa a desayunar algo.

-¿Por qué no tienes comida?

- Mi padre trabaja explotando minas allá donde va, suele viajar muchísimo y nunca hace compra ni me deja dinero.

- Eso es horrible, además el trabajo de las minas es muy malo para el medio ambiente.

- Mi padre siempre que llega a un sitio nuevo promete a las autoridades que no va a joder el medio ambiente con su trabajo, pero siempre lo jode.

- Me pregunto a quien habrás salido tú - Hablé medio en broma, medio enserio

- Tu por lo que he visto a tu madre - Habló el, yo lo miré con asco - las dos igual de hermosas, tu padre tiene suerte.

- ¿Más café? - le ofrecí mientras intentaba evadir el tema de mis padres, pero gracias a eso salió otro peor.

- Me gustó lo de anoche - al escuchar eso casi me ahogo con el café.

-¿Que pasó anoche? - el me miró con cara de ofendido, yo le miraba nerviosa.

- Boris, dime, no es una broma, estaba muy colocada. - el me contestó con una sonrisa provocativa.

Ładny - Boris Pavlikovsky Where stories live. Discover now