› capítulo dos

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Taehyung se encontraba frente a la puerta donde estaba dando clase su pequeño novio, le prometió ir a comprar helado y ver una película y eso hará, no quiere que Jungkook se enoje de nuevo con él porque sino será difícil compensarlo otra vez.

Una vez escuchó la puerta ser abierta alzó la cabeza viendo a un profesor salir de ella y estudiantes detrás de él, si no fuera por su altura le sería muy difícil para él divisar a Jungkook por su baja estatura.

—Jungkook —lo llamó una vez dio con él.

—¡TaeTae! —corrió hacia el azabache y lo abrazó rodeando sus bracitos por el cuello, después sintiendo unas manos en su fina cinturita.

Las demás personas que contemplaban la escena aún no podían creer ellos estuvieran juntos, es decir, alguien tan sociable, tierno, amable y risueño como lo es Jungkook; con una persona todo lo contrario a él, siendo Taehyung prepotente, grosero, asocial y lleno de perforaciones.

La gente los ve y piensan que la conocida y típica frase "los polos opuestos se atraen" los describía perfectamente.

A ellos nunca les importó las miradas de los demás, siempre que estaban juntos se encerraban en su burbuja —¿Nos vamos, cariño? —separándose del cuerpecito tomándolo de la mano y saliendo de la Universidad hacia la motocicleta.

—Ya quiero helado, hyung —puchereó Jungkook.

—Paciencia, amor —se subieron a la Harley, Jungkook rodeando sus bracitos en torno a la cadera del mayor, así dirigiéndose hacia la heladería.

Al llegar, el castañito no dejó ni siquiera que Taehyung estacionara bien la motocicleta bajándose y corriendo —¡Jungkook, no vuelvas a hacer eso, pudiste haber caído! —el mencionado paró en seco por el tono de regaño su hyung.

—Lo siento, honey. Es que estoy muy emocionadito por la tarde de hoy.

—Está bien, solo no lo vuelvas a hacer. Vamos, entremos y vayamos por tu helado —Jungkook se limitó a mostrar su característica sonrisa de conejito. Asintiendo eufóricamente y tomándose de las manos entraron a la heladería muy colorida para el gusto de Taehyung, se acercaron a la encargada detrás del mostrador.

Taehyung carraspeó, para que la tendera que estaba distraída en su celular los notara, ella levantó la mirada perezosamente, una vez reparó al azabache se recompuso.

—Oh, lo siento. Bienvenidos, ¿qué se le ofrece? —saludó, dedicándole una enorme sonrisa a Taehyung.

—Un bote de helado de vainilla con fresa para llevar, por favor —la chica que en ningún momento quitó la vista de él, asintió yendo por el bote.

Aunque las miradas que le regalaba no habían pasado desapercibidas por el menor, así que hizo lo que cualquier novio celoso hubieron hecho; tiró del brazo de Taehyung para que le prestase atención, este volteó expectante viendo a su Jungkook inclinándose formando un piquito con su roja boquita, rió bajo sabiendo porqué este lo hacía, solo le siguió bajando su cabeza y depositando un pequeño beso en ellos.

Al separarse voltearon hacia la encargada que los veía con los ojos muy abiertos y avergonzada —A-aquí tiene su pedido, señor —el castañito sonrió triunfante, el peli oscuro tomó su pedido yendo hacia la salida, sintiendo un jalón en el brazo.

—¡Hyung mira, son mis mecatos favoritos! —giró su cabeza hacia donde su novio apuntaba viendo una máquina expendedora. —¡¿Me los compras Tae, please?!

—No, no puedes comer tantas chucherías, vamos —tomándolo de la manito para salir de allí, pero volvió a sentir el jalón.

—Solo por esta vez —el mayor volvió a negar. Jungkook colocó una cara triste «oh no, aquí va de nuevo», caviló Taehyung.

—Por favor, por favor, por favor Tae, ¡quiero comer macatos! —empezó con su berrinche y zarandeaba al mayor —Quiero comer, solo por esta vez, te lo ruego, honey, please.

Taehyung solo se dejó vencer —Con tanta ternura que desprendes me vas a volver diabético, ve rápido por tus mecatos antes de que cambie de opinión.

—¡Síiii! ¡Gracias TaeTae hyung! —le dio un pequeño beso en su mejilla para ir corriendo hacia la máquina. El mayor sonrió viéndolo.

Sí que lo traía loco.

mimado, taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora