Capítulo 4

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"Un corazón siempre busca la felicidad, algunas veces se equivoca e incluso toma un camino equivocado"


CAPITULO 4


ELLE WALTON


Al llegar a mi hogar no pensaba en nada mas, sino escuchar música y poder dormir, caí de espaldas en mi cómoda camada y puse una canción llamada don't cry, my love. Su melodía me permitió la calma, mis ojos se cerraron cayendo en un cómodo sueño, unos pasos ligeros me despertaron poco después, no abrí los ojos, pero tenía presente que era mi padre, el olor de su perfume era uno de mis olores favoritos, sentí que se acercó y apago la música en mi teléfono.

Tomando una manta me envolvió en ella, recordé como lo hacía siempre de pequeña y estuve a punto de sonreír, pero me contuve,—Desearía que no tuvieras que pasar por esa cirugía Elle, si pudiera cambiar de lugar por ti —su voz se quebró, acaricia mi cabello suavemente, su voz se escuchaba tan rota como si lo hubiera estado conteniendo hace tiempo, no puedo abrir los ojos, así que los aprieto más fuerte —: Cariño, si estás viendo esto desde el cielo, ayuda a nuestra hija a vivir —esta vez su voz se rompe, contengo la respiración. Me da un beso en la frente, trato de relajarme para que no sienta los latidos de mi corazón al borde del colapso.

Cuando escuché que la puerta se cerró, una lágrima se escapa y rueda por una de mis mejillas. Esto me hará más fuerte, tengo que serlo, tengo que superar la cirugía, no me gusta que piense así, aun si tuviera la oportunidad de cambiar no lo haría, lo amo tanto que mi corazón no podría soportar perderlo.

No escuché la alarma sonar, cuando me despierto somnolienta, miro la hora en mi teléfono y ya han empezado las clases. ¿De qué sirve tener tantos hermanos? Al salir encuentro todo en silencio, bajé hasta la salida sin encontrar un alma merodeando.

—¿Mis hermanos se fueron, señor Rafael? —le pregunté al viejo chofer con aspecto viejo y algo arrugado. Ha estado desde que éramos pequeños o al menos desde que mi familia tiene dinero, siempre nos ha acompañado a todas partes, es uno de los mejores empleados de papá. Incluso tiene dos hijos y mi padre los ayuda con los costos de su preparatoria.

—Sí, señorita Elle, hace una hora partieron.

Sabía que eran unos inútiles.

—Está bien, por favor lléveme rápidamente a la escuela —dije subiendo al auto.

Todo estaba solitario cuando llegue, además ya habían comenzado las clases. Entré corriendo por los pasillos solitarios, me tropiezo con el chico de ayer, él que no se reía con lo que estaba pasando, debe ser amigo del idiota.

—¡Oh! Cuidado —exclamó con una expresión divertida en su rostro, alzando sus manos para no llevarlo por delante.

—Perdón, tengo prisa, ¿podrías decirme dónde está la sala de los horarios? —inquirí apurada en mi voz.

—Girando a la derecha, encontrarás un pasillo, la tercera puerta —explicó señalando con su mano.

—Gracias —sonreí y corrí deprisa por los largos pasillos.

—Por cierto ¿Cuál es tu nombre? —desde lejos pude distinguir su silueta, solo alcanzando su voz.

—¡Elle! —grité casi a punto de romperme la garganta, me arrepiento un poco por no haber preguntado su nombre.

Oscuridad en tu mirada ©जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें