Nate: Algo fuera de este mundo.

Začať od začiatku
                                    

-       Tengo tiempo. - me estaba enojando y estábamos entrando ya a la ciudad de portland- Sólo quiero asegurarme que estas bien, después de llevo a tu casa o dónde tú quieras mi cama, es una opción también, siempre has querido estar ahí- ¿de acuerdo? – la oí resoplar-

-       Bien.        

Acto seguido comenzó saco su celular y comenzó a  textear, o hacerse tonta, al parecer ya había señal. Estoy aquí alado de ella, manejando y ella me ignora, ella deseaba estar conmigo y ahora me ignora. Que niña más tonta.

-       Espero un momento –sonaba confundida y yo detuve el carro por un semáforo, y la miré. Tenía unos hermosos ojos azules, que ahora me miraban muy abiertos- ¿Dijo, ‘mi casa’? ¿tiene una casa, aquí? ¿en Portland? ¿aquí? –volvió a preguntar confundida-

-       Sí, tengo una casa aquí.

-       ¿Pero cómo? –el carro de atrás me pitó y yo volví a manejar, ¿ahora qué le digo?- Yo no sabía eso- susurró muy bajo, apenas logre escucharla-

-       Soy un artista, tengo casa por donde yo quiera –dije intentado parecer eso insignificante, pero la realidad era que había comprado una casa sólo para no estar viajando mucho y poder verla y saber lo qué pasaba. – Mi casa aquí en Portland la uso como casa de descansó, para escribir música y poder relajarme un rato –mentí- sólo pocas personas saben de esta casa – la mire de reojo, seguía sorprendida –ahora lo sabes tú.

Ella no volvió a hablar y lo agradecí, porque no sabría que mas decirle. Maneje hasta mi casa, que no se encontraba muy lejos de las suya, quizá 4 manzanas lejos, pero fue la única que encontré. Pero, ella sabía todo de mí, por qué no sabe que acabo de adquirir una casa, es mi más loca fan y no sabe que vivo cerca de ella, algo pasa, lo sé.

10 minutos después estábamos entrando a mi nueva casa, ella me veía muy sorprendida y yo estaba un poco nervioso. ¿Y ahora qué? 

-       ¿Quieres un café?

-       No, gracias.

-       Quedamos que tomarías un café.

-       Tú quedaste, yo no. – ¿los ratones tenían garras?

-       ¿Un vaso con agua? ¿Un refresco?

-       Ok –le señale un mueble- siéntate ahí ahora vuelo.

Me dirigí a la cocina, deja de actuar como una adolecente Nate. Serví un vaso con agua y rápidamente s elo llevé, miraba sin rumbo fijo hasta que me vio y sus ojos me estudiaron completamente. Le di el vaso y ella lo tomó dudando.

-       No he puesto nada más que agua en ese vaso. – ¿desconfiaba de mi? ¿DE MI?

-       Gracias –dijo y bebió rápidamente el agua-

-       ¿Más? – dije burlándome-

-       No. 

Nos miramos por unos minutos más, tenía unos bonitos labios ¿qué se sintiera besarlos? 

-       ¿Qué edad tienes, Julma? – pregunté sentadme enfrente de ella, la vi dudar otra vez.

-       Veintitrés. –¡mentirosa!

-       Te ves mucho más pequeña - ¿por qué las mentiras?

-       Eso dicen – acomodo su falda, y pude ver que tenía una hermosas piernas y no me había percato de eso, ¿en que he estado pensado?-

- ¿Y eres mi fan? - que pregunta más estupida acabo de hacer-

No, sólo escucho un poco tu musica. 

El silencio volví a reinar el lugar y me ponía más nervioso, ella se paró bruscamente depues y yo la seguí.

-       Tengo que irme, mi coche se ha quedado y tengo mandar a buscarlo –habló tan rápidamente sin mirarme.- muchas gracias, es usted muy amable por todo lo que ha hecho por mí.

-       De nada. – no se podría ir tan rápido-

Ella camino hacia la puerta y fui detrás de ella, ¿qué hago para que se quede? ¿Quiero que se quede? Todo esto es una locura, desde el momento que vine buscando respuestas hasta este momento, con ella yéndose de mi. La tome de la mano cuando estuvo por abrir la puerta. Estaba actuando como un loco, ¡un loco obsesionado! pero es que esta niña me ponia de malas y no puedo simplemente alejarme.

-       Ha sido un placer. –dije volteándola, ella miro mi mano que tomaba la suya y después me miro a mi.-

Ella apretó más mi mano y algo se disparó dentro de mí, Me sonrió y acto seguido se inclino más a mí, cuando me di cuenta de todo, tenía sus labios en los míos y no tarde en hacerle sentir lo míos

ME ESTABA BESANDO CON EL RATÓN CALIENTE, y sabía a gloria su boca. La tomé de la cintura y la pegué a mí, que delicia era sentir su cuerpo, la apreté más y más quería hacerle todo lo que ella había escrito en cartas, caría tomarla aquí mismo, este ratón mentiroso no se me iría tan rápido, no lo haría.

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¡COMIENZA LA ACCIÓN! Espero que no le haya aburrido el capitulo porque mientras yo lo escribia me aburrí .-. ¡LO SIENTO, NETA! Gracias por sus comentarios y votos, son muy importates estos para mi.  Siento la mala ortografía pero es que escribo demasidaod rapido en el teclado y aveces se me van algunas letras o me como la palabras. Bonito día y no olviden comentar. ¡BESOS!  

Mi pequeña ObsesiónWhere stories live. Discover now