Aquel día esperado por Kay llegó por fin, aunque no quería decir que esa espera fuese por euforia y felicidad. El azabache solo pensaba en su amiga y en lo nervioso que estaría al vocalizar una sola palabra. El grupo de amigos del palido le pidió que hablase él por ellos porque no estaban preparados para hablar en público, y menos en un funeral. A todo esto, Kay todavía no había pensado nada.
— Toma, es un justificante para que te dejen salir del instituto — dijo la madre del chico entrando en la habitación con un papel en la mano.
— Gracias mamá – este se limitó a desayunar rápido y coger sus cosas para partir hacia el instituto.
"Hoy es el día ¿no?"
Alekay se dió cuenta de que su amigo imaginario ya le estaba molestando de buena mañana, prefirió pasar del tema y seguir con su camino hacia el instituto mientras pensaba lo que diría en el discurso del funeral.
Llegó a clase con la inspiración suficiente como para ponerse a escribir, aunque en el momento de la verdad solo le salían borradores inservibles.
<<Paulene fue una gran amiga, siempre la recordar...>> – no por dios, parece un diálogo de película mala.
<<Nos acordaremos siempre de ell...>> – nada que no se me ocurre nada
"Anda, te ayudo un poco"
· no hace falta, ya te llevo buscando unos días y no has querido contéstame. Y creo que puedo hacer yo solo un discurso bonito y original.
"¿Por qué no te basas en uno ya conocido?"
· Bueno ¿y cual copio? Como no hay discursos.
"Cierra los ojos y deja la mente en blanco"
· ¿Como?
"De verdad, te va a gustar, luego lo lees y me dices"
· ¿pero me vas a poseer o algo?
"Mas o menos"
· ¿Qué dices tío, no quiero que me poseas?
"no te va a doler ni vas a matar a alguien"
· Que no, déjate de tonterías.
"Vale, vale"
Kay y su voz estuvieron hablando como una hora mientras la clase seguía su curso. Alekay desistió de seguir escribiendo y se desconectó totalmente de la clase en la que estaba para ponerse a mirar por la ventana.
"Esta es la mia"
Alekay solo comenzó a escribir en un cacho de folio roto que cogió rápidamente. Las palabras le salían solas como el agua de una fuente. Solo conseguía discutirse el porqué estaba escribiendo tan frenético cuando hasta hacía unos minutos no se le ocurría nada. Mientras escribía se le pasaron por la cabeza muchísimas sensaciones y recuerdos familiares como la fiesta de hacia tan solo una semana, viajes a la playa con amigos...
En el momento de volver en si vió el pedazo de papel lleno de palabras desordenadas por la falta de espacio de este. Lo pasó a limpio lo mas rápido posible ya que quedaba poco de clase y cuando terminase, debía irse al funeral.
— A ver como ha salido — dijo Kay mientras recostaba el folio entre sus piernas para leerlo a escondidas.
<<Hay una verdad universal, que todos debemos afrontar queramos o no. Al final todo se acaba. He deseado hasta la saciedad que este día fuese un sueño, nunca me han gustado los finales. El último dia de las vacaciones... El ultimo capítulo de una serie que me gustase mucho...Separarte de una buena amiga... pero los finales son inevitables. Llega el trabajo. Apagas la tele. Dices adios. Hoy nos despedimos de todo lo que nos era familiar, de todo lo que nos resultase cómodo. Pasamos página. Pero solo porque a veces la gente se va, y eso duele... Hay personas como Paulene que son una parte tan importante de nosotros que estarán ahí pase lo que pase, con su legendario Holi, con su permanente sonrisa pegada al rostro e incluso con las locuras con las que nos convencía para irnos de fiesta con ella. Ellos son nuestra tierra firme, nuestra estrella polar, y esa voz de nuestro corazón que siempre nos acompañará... Siempre.>>
Justo terminó de leerlo cuando sonó el timbre para el descanso. Alekay salió como una bala hacia el patio donde estaban Ambros y sus amigos. Se despidió de él de un abrazo y volvió a correr hacia la salida para entregar el justificante que le habían hecho, e irse al funeral. Por suerte no era lejos, así que seguro que tendría tiempo. Mientras pensaba en todo aquello chocó con la Jefa de estudios para darle el justificante. Era una señora de mediana edad con pinta de no haber roto un plato en su vida, pero el azabache sabía a la perfección que solo era una fachada y que estaba podrida por dentro.
— Lo siento Srto Situm, no puedo dejarle salir del centro si no es acompañado de sus padres o de un tutor legal.
Aunque leyó perfectamente la parte del justificante la cual ponía que debía ausentarse por el funeral de una persona cercana a él, la señora no hizo nada mas que repetir que no iba dejar que saliese del centro sin ser acompañado de un mayor.
— ¿Por qué no puedo salir? Tengo el justificante de mis padres expresamente para esto.
— Yo no se si ese justificante lo ha falsificado usted o no. — replico con tono serio.
Kay empezando a agobiarse decidió coger el teléfono del despacho de la subdirectora que se encontraba al lado de donde estaba hablando, y llamó corriendo a su casa.
— ¿Si? – le respondió, por el otro lado de la línea, su madre. Este le explicó con pelos y señales lo que estaba sucediendo. Mientras Alekay hablaba por teléfono, la jefa de estudios, bajo el marco de la puerta, fue en dirección hacia el pálido y justo en el momento en el que le iba a quitar el telefono de las manos, Kay se giró hacia ella extendiéndole el brazo dandole a entender que quería que se pusiese el auricular en la oreja.
— Claro... si... entiendo entiendo... vale, eso haré.
Alekay solo podía mirar como cambiaba el tono de piel de la señora cuanto mas hablaba con su madre mientras tanto. Miedo le daba lo que su madre pudiese estar diciéndole al oido.
"Mariia: ¿se puede saber donde estás? Te estamos esperando en la puerta de tu instituto para ir al instituto de paulene."
"Alekay Situm: Entra al instituto. No me dejan salir de este y le estoy montando la de Cristo a la profesora."
"Mariia: VOY CORRIENDO ¿QUIEN SE CREE PARA NO DEJARTE SALIR A UN ACTO CONMEMORATIVO POR UNA AMIGA FALLECIDA?"
— Me ha dicho tu madre que autoriza a una tal María para que te recoja.
— ¿TU ERES LA QUE NO LE DEJA SALIR? – entro la peliroja sobresaltada al despacho viendo como Alekay le hacía una señal para que cortase el rollo – Quiero decir... Yo soy mayor de edad, ¿conmigo puede salir?.
— No, lo siento solo puede salir o con un familiar o con una chica a la cual su madre le ha dado permiso para recogerlo.
— Ni que fuese un paquete de correos. – dijo kay entre dientes mientras miraba a la profesora con complicidad.
— ¿Y como se llama esa chica que le puede recoger? – dijo maría burlándose un poco de la jefa de estudios de Kay, ya que se había dado cuenta de por qué este se reía por lo bajo.
— Pues se llama María, ¿tu eres María?
— Pues sí. Yo soy María – replicó mientras sacaba la identificación para darle mas credibilidad al asunto.
— Ah, disculpa — se notaba que la señora estaba apretando los dientes de la rabia que le dio que un niño de 17 años y una de 21 la ninguneasen de esa manera — Pues firma aquí con tu nombre y tu número de identificación y podréis salir.
Ya firmado todo, salieron del instituto con prisa. Todos se habían ido ya para el instituto de Paulene donde estaban preparando todo para el acto.
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Este episodio ha quedado un poco mas largo de lo normal xD
JE LEEST
The UnKnown
Algemene fictieAlekay sufre un acontecimiento traumático en su vida, pero parte de este no se le va nunca de la cabeza. Tiene que esconderse de algo que ni el sabe con certeza que es. La locura está en el aire.
