Al entrar a la habitación su mirada fue directa hacia al chico que se encintraba en la camilla. Se acerco lentamente observando las sombras oscuras que parmenecian debajo de sus ojos. Sus labios se veian un poco palido y tal parece los habia estaso mordiendo mucho porque pudo ver unas heridas en ellos. Aunque no se llevaba tan bien o tuvieran buena relacion se dentia pesivo al verlo así, acostado en una camilla mientras una aguja le pasaba suero para reponer energía.

Se hizo tantas preguntas en ese momento, ¿había estado durmiendo bien?, ¿a comido a sus horas?, ¿se sentirá igual que él por todo lo que estaban viviendo?. ¿Realmente Jimin también sufría con todo esto?.

-¿En que estamos metidos?...- susurro observando al menor respirar lentamente. Sentía tristeza, quizás lastima para este punto ya ni siquiera sabía que sentía.

Acercó lentamente su mano y con sus nudillos se atrevió a tocar la mejilla de Jimin. Una caricia suave, sintiendo la piel suave y sin imperfecciones. Aunque algo palida...

-¿Realmente tu tampoco quieres esto?...- apretó los labios dejando la última caricias y alejo su mano, revolvió su cabello lleno de frustración.

Nunca le agrado la idea de casarse y sigue sin hacerlo. El hasta el momento tenía una vida tranquila, estaba cin Hoseok y aunque sabia que existia la posibilidad de que lo suyo no fuera oara siempre él, hasta el momento, queria seguir asi.

Ver a Jimin en ese estado era como un golpe de realidad. Se sentía mal de haber tratado a Jimin mal, pero ni siquiera sabía nada de lo que está sucediendo. Sus padres sólo le ordenarán que hacer y el cómo buen hijo solo baja la cabeza y asentía de acuerdo aunque no lo estuviera.

Porque aprendió de la peor manera a no desobedecer a sus padres, sabía de lo capaz que son con tal de conseguir lo que quisieran y temía de ellos. Temía de las dos personas que se suponía que debían protegerlo y cuidarlo de todo. Patético... su vida y él eran patéticos.

Vio como poco a poco Jimin abría los ojos empezando a despertar.

-Jimin...- le habló, este lo miró cuando su vista se acostumbro a la luz.

-¿Q-Que?... ¿Dónde...- su garganta raspaba miró a su alredor encontrado paredes blancas con unas camillas cerca. Quiso sentarse y miró que en su brazo se encontraba una aguja, su vista recorrió la manguera y vio la bolsa donde se encontraba un líquido transparente.

-Estamos en la enfermeria de la universidad. Te desmayaste al llegar asi que te traje aqui.- le dijo.
Vio como este se sentó en la camilla.- ¿Cómo te sientes?.

-Estoy... mareado.- consenso con una mueca. como pudo intento sentarse, su espalda estaba empezando a doler por estar tanto tiempo en la misma posición.

-Te dieron el día.- le informó.- Tengo que llevarte a tu casa.- Jimin le miró rápidamente.

-P-pero tu-

-Dijeron que te llevara a casa por der tu prometido... Tal parece que el director sabe nuestra situación.- lo ayudo a pararsecon mucho cuidado.- No se cuanto tiempo nos queda para que todos lo sepan...

Jimin miró a Yoongi y apretó los labios. Lo entendía, em también tenía miedo de que llegara el momento en el que todos supieran que ambos estaban por casarse. No sabía que iba a hacer o como reaccionar, ni mucho menos como enfrentar a Hoseok sin sentir vergüenza.

Yoongi llamo a una enfermera que le ayudo a Jimin para sacarle la aguja con cuidado y experiencia. Tomo las cosas del menor y lo ayudo a salir de la habitación, mientras caminaban hacia la salida agradeció que todos estuvieran en clases y nadie les mirara juntos.
Cuando Jimin fue ayudado a entrar al auto se dio cuenta de que su cabeza aún dolía un poco y veía un poco borroso pero aún asi decidió ignorarlo todo. Solo quería llegar a casa para descansar un poco.

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⏰ Last updated: Mar 26 ⏰

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𝗗𝗘𝗦𝗧𝗥𝗨𝗬𝗘𝗡𝗗𝗢 𝗨𝗡 𝗔𝗠𝗢𝗥Where stories live. Discover now