Una ducha. ¿Cuándo se había siquiera lavado la cara por última vez? Jessica tenía razón, debía de presentar un aspecto lamentable con el pelo grasiento, las raíces oscuras y el batín sucio. El batín de Jonghyun. Aunque eso era algo que no tenía la menor intención de lavar. Quería conservarlo exactamente tal como él lo había dejado. Por desgracia, su olor estaba empezando a disiparse, dando paso al inconfundible hedor de su propia piel.
-De acuerdo, pero no hay leche -le advirtió ______-. No he ido a...
De pronto se sintió avergonzada ante lo mucho que había descuidado la casa y a sí misma.
De ningún modo iba a permitir que su amiga mirara dentro de la nevera o, de lo contrario, ésta la pondría en un serio aprieto.
-¡Tachín!. -entonó Jessica, alzando una bolsa que ______ no había visto al recibirla-. No te preocupes, ya me he encargado de eso. Al parecer, llevas semanas sin comer.
-Gracias. Jessica. -Se le hizo un nudo en la garganta y las lágrimas le asomaron a los ojos. Su amiga se estaba portando demasiado bien con ella.
-¡No lo hagas! ¡Hoy nada de lágrimas! Sólo buen rollo, risas y felicidad, querida amiga. Y ahora, a la ducha. ¡Deprisa!
______ se sentía casi un ser humano cuando volvió a bajar. Se había puesto un chándal azul y llevaba su larga melena rubia (marrón en las raíces) suelta sobre los hombros. Todas las ventanas de abajo estaban abiertas de par en par y la brisa fresca le despejó la mente. Fue como desprenderse de sus malos pensamientos y temores. Rió al contemplar la posibilidad de que, a fin de cuentas, su madre tuviera razón. Cuando por fin salió del trance, ______ se quedó atónita al ver cómo estaba la casa. No podía haber pasado más de media hora, pero Jessica había ordenado y limpiado, había pasado la aspiradora y ahuecado los cojines, los suelos estaban fregados y todas las habitaciones olían a ambientador. Oyó ruidos en la cocina, donde encontró a Jessica sacando brillo a los quemadores. Los mostradores estaban relucientes, los grifos plateados y el escurridero del fregadero resplandecían.
-¡Jessica, eres un ángel! ¡Es increíble que hayas hecho todo esto! ¡Y en tan poco rato!.
-Pero si has estado arriba más de una hora. Estaba empezando a pensar que te habías colado por el desagüe. Lo cual no sería de extrañar, teniendo en cuenta lo flaca que estás. -Miró a ______ de arriba abajo.
¿Una hora? Una vez más las ensoñaciones de ______ se habían apoderado de su mente.
-En fin, he comprado un poco de fruta y verdura, hay queso y yogures y también leche, por descontado. No sé dónde guardas la pasta y la comida envasada, de modo que las he dejado ahí encima. Ah, y he metido unos cuantos platos precocinados en el congelador. No tienes más que calentarlos en el microondas. Con todo esto puedes apañártelas una temporadita, aunque a juzgar por tu aspecto te durará al menos un año. ¿Cuánto peso has perdido?
______ se miró el cuerpo. El chándal le hacía bolsas en el trasero y, aunque se había anudado el cordón de la cintura al máximo, le caía hasta las caderas.
Hasta entonces no se había dado cuenta de lo mucho que había adelgazado. La voz de Jessica la hizo regresar de nuevo a la realidad.
-Hay unas cuantas galletas que puedes tomar con el té. Jammy Dodgers, tus favoritas.
Aquello fue demasiado para ______. Las Jammy Dodgers fueron la gota que colmó el vaso. Notó que los ojos se le llenaban de lágrimas.
-Oh, Jessica-susurró-, muchas gracias. Has sido muy buena conmigo mientras que yo me he portado como la peor de las amigas. -Se sentó a la mesa y cogió la mano de Jessica-. No sé qué haría sin ti.
Jessica se sentó frente a ella en silencio, dejándola continuar. Eso era lo que más había horrorizado a ______, venirse abajo delante de la gente en cualquier momento. Pero no se sentía avergonzada. Jessica se limitaba a beber sorbos de té v sostenerle la mano como si fuese lo más normal. Finalmente las lágrimas dejaron de brotar.
-Gracias.
-Soy tu mejor amiga, linda. Si no te ayudo yo, ¿quién va a hacerlo? -dijo Jessica, estrechándole la mano y esbozando una sonrisa alentadora.
-Supongo que debería valerme por mí misma -aventuró ______.
-¡Bah! -espetó Jessica, restándole importancia con un ademán-. Lo harás cuando estés preparada. No hagas caso a la gente que te diga que deberías volver a la normalidad en un par de meses. Además, llorar la pérdida que has sufrido forma parte del proceso de recuperación.
Siempre decía lo más apropiado en cada momento.
-Sí, bueno, pero, sea como fuere, llevo mucho tiempo haciéndolo. Ya he llorado todo lo que tenía que llorar -dijo ______.
-¡Eso es imposible! -replicó Jessica, con una mueca de disgusto-. Sólo hace dos meses que enterraste a tu marido.
-¡Oh, basta! La gente no parará de decirme cosas por el estilo, ¿verdad?
-Probablemente, pero que les jódan. Hay peores pecados en el mundo que aprender a ser feliz de nuevo.
-Supongo que tienes razón -concedió ______.
-Prométeme que comerás-ordenó Jesica.
-Lo prometo.
-Gracias por venir a verme, Jessica. De verdad que he disfrutado con la charla -dijo ______, abrazando agradecida a su amiga, que había pedido el día libre en el trabajo para hacerle compañía-. Ya me siento mucho mejor.
-Como ves, te conviene estar con gente, linda. Los amigos y la familia podemos ayudarte. Bueno, en realidad, pensándolo dos veces, quizá tu familia no pueda-bromeó Jessica-, pero al menos el resto de nosotros sí.
-Sí, lo sé, ahora me doy cuenta. Es sólo que creía que sabría manejar la situación por mí misma, y está claro que no es así.
-Prométeme que irás a verme. O al menos que saldrás de casa de vez en cuando.
-Prometido. -______ puso los ojos en blanco-. Estás empezando a parecerte a mi madre.
-Bueno, todos estamos pendientes de ti. En fin, hasta pronto -dijo Jessica, y le dio un beso en la mejilla-. iY come! -insistió pinchándole las costillas.
______ se despidió de Jessica con la mano cuando el coche arrancó. Era casi de noche. Habían pasado el día riendo y bromeando sobre los viejos tiempos, luego llorando, para más tarde volver a reír y al cabo llorar otra vez. La visita de Jessica también le sirvió para ver las cosas de forma más objetiva. ______ ni siquiera había reparado que Jessica y Donghae habían perdido a su mejor amigo, que sus padres habían perdido a su yerno y los de Jonghyun a su único hijo. Había estado demasiado ocupada pensando en sí misma. No obstante, le había sentado muy bien volver a sentirse entre los vivos en lugar de andar alicaída entre los fantasmas de su pasado. Mañana sería un nuevo día, estaba dispuesta a iniciarlo yendo a recoger el sobre que le guardaba su madre.
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"Posdata: Te amo" //CANCELADA//
FanfictionAutora: Cecilia Ahem Novela adaptada. Tres meses después de su muerte, ______ sale de su casa para recoger un misterioso paquete que ha recibido su madre para ella. Cuando lo abre se encuentra con que Jonghyun ha cumplido su palabra. Le ha dejado "...
Capitulo O3 ^~^
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