CAPÍTULO 1

1.2K 87 8
                                    

Advertencia: Esta historia NO ES MÍA, es una adaptación del libro "La noche del cazador" de NALINI SINGH, por lo tanto todos los derechos de la historia son para ella, al igual que los personajes de Masashi Kishimoto usados en esta adaptación, ahora si disfruten de su lectura.



Sakura Haruno no era capaz de leer ni una sola palabra del informe que parpadeaba en la pantalla de su agenda electrónica. El temor empañaba su visión aislándola de la fría eficiencia del despacho de su madre. Ni siquiera el sonido de la voz de Mebuki .terminando de atender una llamada conseguía penetrar en su mente paralizada por el miedo. Estaba aterrorizada.

Esa mañana se había sorprendido al despertar hecha un ovillo en la cama, gimoteando. Un psi normal no gimoteaba, no mostraba emoción alguna, no sentía nada. Sin embargo, Sakura .sabía desde niña que ella no era normal. Había logrado ocultar su defecto de forma satisfactoria durante veintiséis años, pero las cosas comenzaban a ir mal. Muy, muy mal.

Su mente se estaba deteriorando a un ritmo tan alarmante que había comenzado a experimentar efectos secundarios físicos: espasmos musculares, temblores, ritmo cardíaco anormal y ataques de llanto después de unos sueños que nunca recordaba. Pronto le sería imposible ocultar su psique fragmentada. Ser descubierta supondría la reclusión en el Centro. Naturalmente, nadie lo llamaba prisión. Calificado como

«centro de rehabilitación», proporcionaba un método extremadamente efectivo a los psi para apartar a los débiles del rebaño.

Si tenía suerte una vez hubieran concluido con ella, sería un cuerpo babeante sin conciencia. Si no era tan afortunada, conservaría la suficiente capacidad de raciocinio como para convertirse en un zángano más en la vasta red empresarial de los psi, un robot con solo las suficientes neuronas operativas para clasificar el correo o barrer los suelos.

Sentir que su mano aferraba con fuerza la agenda la devolvió de golpe a la realidad. Allí, sentada frente a su madre, era el lugar menos indicado para derrumbarse. Quizá Mebuki Haruno. fuera sangre de su sangre, pero también era un miembro del Consejo de los Psi. Sakura .no estaba segura de si, llegado el caso, Mebuki .dudaría en sacrificar a su hija con tal de conservar su puesto en el organismo más poderoso del mundo.

Con férrea determinación, comenzó a reforzar los escudos psíquicos que protegían los corredores secretos de su mente. Era lo único en lo que destacaba y, para cuando su madre finalizó la llamada, Sakura mostraba la misma emoción que una escultura tallada en hielo ártico.

—Tenemos una reunión con Sasuke Uchiha .dentro de diez minutos. ¿Estás lista?

—Los ojos almendrados de Mebuki .no denotaban otra cosa que no fuera un sereno interés.

—Por supuesto, madre.

Sakura se obligó a enfrentarse a la mirada impávida de Mebuki .sin pestañear, procurando no pensar en si la suya la estaría delatando. Ayudaba el hecho de que, a diferencia de su madre, ella tenía los ojos jade de un psi cardinal: un infinito campo verde salpicado de motas de un gélido fuego blanco.

—Uchiha. es un cambiante alfa, así que no lo subestimes. Ese hombre piensa como un psi.

Mebuki se volvió para sacar la pantalla de su ordenador, un panel plano que se deslizaba de la superficie de su mesa.

Sakura accedió a la información pertinente en su agenda. El ordenador en miniatura contenía todas las notas que pudiera necesitar para la reunión y era lo bastante compacto como para llevarlo en el bolsillo. Si Sasuke Uchiha se ceñía al perfil, aparecería con copias de todo en papel.

La noche del cazadorOù les histoires vivent. Découvrez maintenant