capitulo 5

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Salí de la clase bastante desconcertada, realmente decía eso en serio o era un juego para fastidiarme de nuevo, porque si solo era un simple juego 1) Se había pasado de "GRACIOSO" 2) había acertado en todo lo que había dicho, incluso cuando dijo que solo decía esas cosas en voz alta para convencerme.. Todo lo que hacía o decía me fastidiaba, o eso es lo que había querido creer hasta ahora, por el simple placer de no tener otro lío corazón~cerebro. La realidad es que en el fondo me gustaba y ahora me tenia que enfrentar a mi cita con Isma. 

-Has tardado-Dice él mientras se aproxima para darme un beso en la mejilla, y mi mente asquerosa y traicionera piensa que ahí ya me han besado esa tarde. Pero que beso me ha hecho sentir más. Odio estas conversaciones internas así que busco una excusa.

-Si es que le estaba preguntando a la profesora sobre un ejercicio, perdona por hacerte esperar-le respondo, y el se acerca más a mí me coge del codo y me hace parar.

-estamos en una carrera y no me he enterado-Dice Isma y yo me doy cuenta de que mi paso era demasiado acelerado. 

-Perdona otra vez, solo quería salir de ahí rápido, la clase de ingles no ha sido como me esperaba-le digo y el baja la mano de mi codo hasta mi mano entrelazando sus dedos con los mios. 

-Vale, ¿donde quieres ir?-Me pregunta con un tono tranquilo que me relaja por completo.

-Solo sorpréndeme-Le reto, y él sonríe, y tira de mi mano para acelerar el paso.

-¿Ahora vamos a correr?-le pregunto con la voz entrecortada y el me mira y en sus ojos puedo ver que tiene un dilema, me da una explicación o me sorprende como le he pedido..

-Voy ha llevarte a los lugares donde me gusta ir cuando estoy nervioso, pero tendrás que guardarme el secreto, no los sabe ni mi hermana. Y sonrío como no lo había hecho con nadie.

-Prometido-Le digo y tiro de él hacia abajo para devolverle el beso en la mejilla, que antes no le dí.

el primer sitio al que me lleva son los recreativos, puede parecer muy infantil, pero es muy divertido, me hace reir como hacia tiempo que no me reía con un chico.

-¿Te apetecen unas canastas?-Me dice, no puedo permitir que sepa lo torpe que soy, en la primera cita.

-¿Quieres morir en tu primera cita conmigo?Le amenazo.

-Vamos Ale, eres una chica lista, es solo una excusa para ponerme detrás tuyo y guiar tus brazos, lo sé muy cursi pero lo estas deseando-Me contesta y se acerca tanto amí que nuestras narices se rozan.

-En ese caso me apetecen unas canastas-le contesto sin separarme ni un milímetro y el sonríe todavía pegado a mí y eso me atrae de una forma que nunca había pensado. Me agarra de la cintura y se aproxima a mi oído como la vez de la biblioteca.

-Te voy a hacer sufrir un poco más- y se aleja de mi en dirección a las canastas.

Después de pasar un rato en las canastas haciendo el idiota, aprovechando la cercanía, riéndonos, abrazándome y dándome besos en el cuello, cuando estoy apunto de morir de amor, se supera, se pone frente a mí. me aparta un mechón del pelo, que en realidad no hacía falta que apartara, pero no me molesta, y me besa, es un beso corto y yo quiero más. Pongo las manos en su cuello y el en mi cadera y entonces nos besamos, un beso más largo y ese beso dice todo lo que las palabras no.

Después me lleva a cenar a una pizzería, le dejo pedir a él mientras yo voy al baño. Es una cena divertida, Isma es un chico súper gracioso y romántico,Y llega la temida hora de los postres.

-¿Bueno quieres postre?-Me pregunta y en sus ojos veo que espera la típica respuesta en la que yo le digo de compartir postre.

-Me ofendes, esa mirada me ofende. Yo mi postre no lo comparto- y el deja escapar una carcajada, el camarero que estaba a mi lado también sonríe.

-Ya la ha oído-Le comunica al camarero y este se aleja sonriendo.

Terminamos la cena y yo me pingo triste, no quiero que la noche acabe y lo unico que se me ocurre es abrazarle y el entiende lo que me pasa.

-No pienses que esto ha terminado-Dice mientras me coge de la mano.

-¿Donde vamos?-Pregunto y su mirada me dice que eso si es sorpresa.

Llegamos a un parque y él empieza a escalar un árbol, enserio no me conoce.

-Venga no me creo que seas tan torpe- Me reta.

Y yo acepto el reto subiendo al árbol y obviamente merece la pena, las vistas del parque son preciosas y yo finjo tener algo de miedo para que me abrace, pasamos ahí arriba un buen rato pero se hace la hora de volver a casa, el bus esta lleno y eso me alegra por primera vez en la vida, porque así tengo excusa para estar muy pegada él. encontramos un asiento libre y yo me siento encima de él, mientras me abraza por la espalda. Cuando llega la hora de despedirnos nos besamos una y otra vez retrasando el momento de separarnos pero finalmente y tras bastantes besos cada uno va hacía su casa.

Meto la mano en mi bolsillo y encuentro un papel y cuando lo saco lo desdoblo y puedo leer

****DOS MESES****señor irritante, para la señorita que finge odiarme

El poder de tus ojosWhere stories live. Discover now