Ahora se sentía un poco mal por lo que pasó hace minutos con Marcus en la sala verde. Volvió a caer ante él como una tonta, sin resistencia alguna, pero sabía que cuando Marcus la tocaba, ella perdía el control total de su cuerpo y emociones.

-¿Liviana? - llamó su atención al ver que estaba distraída, ya habían salido del salón y ella parecía no haberse dado cuenta.

-Tengo la respuesta para su propuesta - dijo ella dejando a lord Logan sobrecogido y a la vez excitable.

-¿Y cuál es?

-Acepto... acepto casarme con usted en cuanto deje de ser la esposa de Marcus.

Lord Logan no se podía creer que Liviana, la mujer que lo había atraído, aceptara ser su esposa, tenía deseos de besarla ahora mismo, y probar sus jugosos labios.

-Pero antes quiero decirle algo -debía ser sincera con él, no podía esconderle algo como eso -. Si se arrepiente de querer tenerme como esposa, lo entenderé.

-Creo que nada podría hacerme cambiar de parecer - dijo él con deleite al saber que Liviana sería para él.

-Yo dejé de ser virgen, y eso usted debe de imaginárselo, estoy casada, y por ende la consumación debió realizarse.

Lord William lo sabía porque Marcus se lo había restregado en la cara, pero aun así, él la quería para él, y no le importaba que Marcus hubiese sido el primero, él sería el último y el único hombre para ella una vez estuvieran casados.

-Liviana - la llamó por su nombre -. Eso ya lo sabía, Marcus ya me lo había dicho con el propósito de que retirara mi propuesta, pero no lo consiguió, y ahora que has aceptado ser mi esposa menos la retiraré...

Liviana dejó de escuchar, ¿por qué Marcus haría eso? ¿Acaso la quería ver sufrir sola el resto de su vida? ¿Tan miserable quería que fuera? Pero no se quedaría así, ella le apelaría su intromisión.

Siguieron conversando para conocerse un poco más y lord Logan cada vez quedaba más seducido por Liviana, sin embargo ella solo podía sentir un simple afecto por él, aunque deseara amarlo no podía, porque ya ese lugar lo ocupaba otro: Marcus Livingston.

Por otro lado Marcus estaba en el salón, ya había bebido lo suficiente como para decir cosas sin sentidos y verdades ocultas, no paraba de buscar a Liviana, preguntaba a todos pero nadie podía especificar donde estaba su esposa, hasta que se tropezó con lady Emma.

-Marcus, ¿estás ebrio?

-No, ¿sabes dónde está Liviana? - preguntó y lady Emma rodó los ojos, no podía creer que esa tonta hablara con verdad.

-No me interesa lo que haga esa mujer. ¿Por qué mejor no te vienes conmigo esta noche y la pasamos bien como siempre? Mira que me tienes muy abandonada.

Lady Emma pretendería por todos las vías de volver a tener a Marcus comiendo de su mano.

-No puedo... estoy buscando a Liviana - respondió Marcus buscando entre las pocas personas que quedaban en el salón la silueta de su esposa.

-¿Por qué la quieres encontrar Marcus? Aquí estoy yo para lo que quieras y necesites.

Lady Emma intentó acercarse, pero Marcus la alejó cuando reconoció como entraban al salón de baile su esposa junto a lord Logan, riendo muy encantada, por un instante su vista se nubló por la ira, rápidamente dejó a lady Emma prácticamente hablando sola para acercarse a ellos, ya casi no quedaban invitados, la mayoría se habían retirado al pasar la media noche.

-¿Qué haces con mi esposa? ¿Y solos ustedes dos?- preguntó Marcus jalando a Liviana para alejarla de lord William.

-Estábamos hablando - respondió lord Logan pasivamente.

Miserable Matrimonio (Saga #1 «Amores Encadenados») Where stories live. Discover now