— No pensé que le darías un regalo a Thomas. —mencionó Victoria mientras caminaban por los vacíos pasillos del colegio.

— Cuando te escuché decir que él se quedaría pensé en hacerlo más ameno también para él.

— Qué corazón tan puro. —se burló a lo que Camille puso los ojos en blanco.

— Se llama ser amable, ya te dije que no te mataría ser amable también con otros.

— Si, eso no es lo mío. —replicó.

— Por cierto, hoy quiero llevarte a un lugar.

— ¿Me estás invitando a una cita? —preguntó con una exagerada emoción, Camille puso nuevamente los ojos en blanco.

— ¿Qué es lo que sabes decir? —preguntó al aire para luego tronar sus dedos al encontrar la respuesta— Preferiría lanzarme de la torre de astronomía que salir contigo.

— Ja, ja, muy graciosa.

— Será divertido, confía un poco en mí.

Victoria si confiaba en Camille pero igualmente le pareció extraño que le pidiera que la encontrara en la noche en uno de los pasillos, era más que extraño y aun así se vio saliendo a hurtadillas de su casa y caminar por los tétricos pasillos del colegio, Victoria jamás pensó que podría tenerle miedo a los vacíos y oscuros pasillos del colegio pero ahí estaba con un mal presentimiento, quizás no creía que le fuera a aparecer un fantasma, aunque conociendo al burlón fantasma de su casa eso podría ser posible.

Victoria vio en la lejanía a Camille esperarla de brazos cruzados, parecía como si no le importara que en algún momento pudiera aparecer algún maestro y se llevara a ambas a su despacho para regañarlas, quitándoles en el proceso unos cuantos puntos para sus casas.

— ¿Acaso piensas asesinarme? —cuestionó en broma, Camille sujetó de su brazo y ambas caminaron con dirección a las cocinas del colegio.

— No, por ahora.

— Un verdadero alivio. —dijo con ironía— ¿Qué haremos entonces?

— La hermana de Tyler creó una cena para los alumnos que se quedaban aquí, es como un secreto, los invitados pueden llevar a sus acompañantes de confianza aún que ella dijo que era muy probable que los maestros ya supieran de esa cena y sólo se los dejaran pasar por ser navidad.

— ¿Me estás invitando?

— Nina me pidió personalmente que te invitara.

— ¿Personalmente? —inquirió.

— Si, Tyler también dijo que te vendría bien convivir con otros.

— No es como que vaya a ser bien recibida.

— Nada de eso. —negó Camille— Ellos dijeron que por una vez en la vida se olvidan de los prejuicios y como te dije son personas selectas, nadie va a molestarle tu presencia.

Tyler había sido demasiado amable con ella en el tiempo que lo conocía, incluso su familia lo era, le resultaba inusual recibir un trato así, sin embargo, eso no evitaba que pensara que alguien más pudiera ver más allá de la máscara que Victoria llevaba, porque eso era lo que dijo la madre de ambos hermanos durante el verano y le asustaba que se mostrara vulnerable ante otras personas, porque quizás nadie logró ver a una Victoria Pieterse que fuera vulnerable.

De hecho, el poner esa palabra junto a su nombre era algo imposible, Victoria era cualquier cosa menos alguien vulnerable, Victoria era fuerte, astuta, orgullosa, odiosa, alguien que no era muy querida por otros, pero eso estaba bien con ella, eso era más que perfecto porque no tenía que depender de la aprobación o amistad de otros.

Y aun así se vio sorprendida cuando al entrar por las puertas de las cocinas de la cocina de Hogwarts solo recibió sonrisas, si, que algunos se sorprendían de ver a la Slytherin ahí, pero no era la única de la casa de las serpientes que disfrutaba de lo que alguien rechazada por su familia creó para otros.

Victoria entonces vio con sus ojos lo que Camille siempre le decía; no todos los Slytherin son unas víboras venenosas. Todo eso que decían de la casa de Salazar Slytherin era a causa de las personas que hacían las cosas malas, pero al final de cuentas había maldad en todo lado, un Gryffindor también podía ser malo y poco valiente, un Hufflepuff podía perder su lealtad o bien un Ravenclaw no podía ser el más inteligente de todo el mundo, porque esas solo eran características que sus casas tenían, pero eso no los representaba por completo.

Y por primera vez en su vida se sintió relajada, feliz de estar ahí.

— Ama Victoria. —escuchó decir, la mencionada se dio la vuelta y sonrió ante la presencia de su elfo doméstico, a quien no esperaba ver ayudando ahí— Los amos Tyler y Nina me pidieron entregarle esto.

Victoria se sorprendió ante la pequeña caja plateada en las pequeñas manos del elfo, ella agradeció y tomó el regalo entre sus manos, con suavidad rasgó el papel encontrándose con una caja que contenía un collar con una serpiente en él y una tarjeta con una delicada y elegante letra.

"No todos los de Slytherin son malos. Feliz Navidad, Victoria."
Atte.: Nina Thompson.

Ending Scene ➳ Draco MalfoyUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum