-¿Stormie?- preguntó con los ojos bien abiertos.

-¿Tienes otra madre?- respondí aún observando mi reflejo. Dios, esto se veía muy mal.

Entrecerró los ojos y caminó hacia mí.

-¿Por qué estás de tan mal humor?

Cojí el cepillo de cabello y me lo pasé por el cabello.

-Porque tu madre esta allá afuera y yo la he recibido luciendo así.- observé una vez más mi cuello y me detuve en una marca que particularmente llamó más mi atención.- ¿En serio, Ross?

De todas, esa era la que más se notaba, y no estaba en algún lugar que pudiera ser cubierto con cabello o ropa. Estaba bastante expuesta.

Colocó su mano en mi cuello y la observó.
¿Cuando me hizo esas marcas? Yo ni lo noté.

-Bueno, eso va a recordarte lo mucho que te amo.- dijo riendo.- Y no puedes culparme.

Lancé el cepillo de cabello a la mesa, aunquea idea de lanzarlo a otro lado fue tentadora...

-¡Claro que puedo!- grité.

Me dió la espalda y se quitó la camiseta.
¿Qué?

Lentamente su espalda llena de arañazos y marcas rojas quedó descubierta.

-Oh Dios.- dije y me cubrí la boca.

Esto era aún peor que lo mío.
Mis marcas quedaban ridículas junto a toda su espalda.

-Demonios, lo siento.- me disculpé, estiré dudosamente una mano y posé los dedos en su espalda.

-¿Se ve hermosa, verdad?

-Lo siento mucho.- volví a decir.

Gracias a Dios que no sangraba, pero habían arañazos bastante profundos en algunas partes.

-No era tu intensión hacerlo, no es para tanto.

Lo ayudé a colocarse la camiseta de vuelta.

-Si es para tanto.-dije, giró para verme de nuevo. Pasé una mano por su mejilla.- Lo siento mucho, no lo volveré a hacer.

Y era en serio, apesar de que no recordaba haberle hecho eso.
Aparentemente estaba demasiado ocupada haciendo otra cosa...

Besó la palma de mi mano sin quitar los ojos de mí.

-No te disculpes, en realidad me gustaría que vuelvas a dejarme así.

Abrí los ojos como platos.
Tiene que estár loco.

-¿Te gusta el dolor?- pregunté horrorizada.

-Nena.- se señaló la espalda.- Esto grita: "A mi chica le gusta mi polla".

-¡Por favor!- lo interrumpí.
Como siempre, sus palabras sucias y poco delicadas tenían un efecto instantaneo en mi.

Rió al igual que siempre.

-Es así como demostramos nuestro amor.- susurró cerca a mí.

Me abrazó.

-No es así.

Me sentí completamente mal por esto, estaba mal, no sabía que podía hacer eso.
Su espalda marcada no me hacía sentir bien, sentía que lo había lastimado, y no quería lastimarlo.

Besó mi cuello.

-Entonces luego me demuestras como me amas.

Me aparté de él justo cuando intentó morderme el lóbulo de la oreja.

YELLOW (Ross Lynch) (Hot)Where stories live. Discover now