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Sus corazones ardían como la arena del Sahara y su amor tan era fuerte como una rosa del desierto.
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♡ África (Sudán y Egipto) año 2860
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Jueves 7 de noviembre de 2859.
Jimin leía la fecha anotada en el inicio de la página de su cuaderno una y otra vez, como si mirarla mientras su cabeza permanecía recostada entre sus brazos apoyados en la mesa, fuera mucho más importante que lo que la profesora estaba explicando en el pizarrón. No es que no quisiera prestar atención a la valiosa información sobre la civilización antigua cien por ciento humana que no poseía una parte animal que la mujer se estaba tomando el trabajo de explicar, pero es que tenía sus pensamientos en otra parte.
Una de las cosas que no le permitía atender a la clase eran todas las hormonas revolucionadas que sus compañeros de clase desprendían, algo completamente molesto, ya sea para su olfato o para su vista. Con 17 años, rodeados de cambiaformas de leones adolescentes de su misma edad, por fin comprendía la regla principal de esa aldea. Los instintos de la parte animal en cambiaformas de leones estaban mucho más presentes que en cambiaformas de otra especie de felinos, así que era comprensible que esa regla debiera cumplirse estrictamente antes de cumplir 22 años.
Tener a su compañero de puesto Akhtar, que por cierto era un muy buen amigo, cortejando a la chica que estaba al otro lado del salón era muy molesto, y así muchos de sus compañeros de clase. El pensamiento de tener novia y fijarse en chicas a esa edad era urgente para ellos, todo porque su instinto lo pedía, pues el libido de los leones era alto en comparación a otro tipo de animales. Y puede que se escuche frío buscar pareja solo para tener sexo, pero ellos no eran completamente humanos, ellos necesitaban quitar esa frustración sexual de alguna manera si no querían que su instinto animal tomara el control total y ocurriera una tragedia.
Jimin no lo entendía antes aunque sus padres adoptivos se lo habían explicado cuando entró en la adolescencia, pero él no terminó de comprender por qué a pesar de que su cuerpo estaba cambiando y ya no era un niño, no sentía una necesidad sexual urgente. Años más tarde, cuando ya no le daba tanta vergüenza hablar de estos temas, decidió preguntarle a su mejor amigo. Yoongi se lo había explicado con palabras simples y tartamudeos; y lo entendió en teoría, pero no logró ponerse en el lugar de los leones, no tenía la empatía suficiente para ello y lo asociaba a que él era un cambia formas de chita, el único cambiaformas con un animal diferente en ese pueblo.
Porque él era diferente a todos en esa aldea de leones, lo supo desde que tenía memoria pero jamás se sintió fuera de lugar en su infancia, de hecho siempre lo acogieron en todas partes como uno más de ellos. Sin embargo, ya con 17 años las diferencias se hacían mucho más notorias en cuanto a comportamiento. Y ahí es donde entra la otra cosa que lo mantenía distraído de la clase de la maestra, la diferencia con los demás y las preguntas de su verdadero origen.
Un bebé de casi un año, cambia formas de chita, encontrado entre los brazos de una madre desangrada en las afueras del norte de un pueblo conformado solo por cambiaformas de leones. Un bebé que fue adoptado por una pareja de esa aldea que no podía concebir un hijo y que lo crió como si fuera de su propia sangre, como si el rol de padre y madre significa mucho más que parir un bebé. Y estaba agradecido por ellos, pero lo que lo mantenía intranquilo últimamente era una sola pregunta. ¿Por qué?
