Extra 1

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Procurando no despertar a Magnus, Alec estiró su brazo para coger su móvil, que estaba cargando encima de su mesita de noche.

Con una sola mano se movió por la pantalla hasta encontrar el contacto de su hermana, a la que envió un mensaje esperando que lo viera antes del día siguiente.

Izzy, te va a parecer extraño, pero ¿podrías comprar un conjunto del estilo de Magnus y traérmelo mañana temprano al loft? Si puedes, tráeme también una caja que está encima de mi escritorio en el instituto, porfa.

Iba a dejar el móvil cuando éste vibró y lo miró de nuevo para ver que su hermana había contestado al instante.

Claro, estaré ahí en cuanto abran las tiendas, compraré también algo de purpurina y maquillaje. Jace me ha puesto un poco al día, ¿cómo está Magnus? Cualquier cosa que necesitéis estaré ahí.

Ambos siguieron intercambiando mensajes por un rato y, después de que Alec le asegurara a Izzy que Magnus estaba bien, todo lo bien que podía estar, claro, la joven al fin se tranquilizó y quedaron en verse a la mañana siguiente.

Como había prometido, a las 9 y media de la mañana Izzy se presentó en el loft del brujo, cargada con al menos cinco bolsas. Alec la ayudó a pasarlas y su hermana le enseñó orgullosa la ropa que había comprado para su cuñado. Y no solo ropa, también bastante maquillaje, un par de zapatos, algunos complementos, cinturones... todo, obviamente, cargado del estilo y la majestuosidad propia del brujo.

De la última bolsa no sacó más ropa, sino la caja negra que había cogido de la habitación de su hermano, que la cogió con una sonrisa de agradecimiento.

-Espero que no sean dagas que pretendes regalarle a Magnus- le dijo Izzy al oír el sonido metálico que salía de la caja al moverla.

Alec iba a replicarle y seguirle el juego, pero entonces vio cómo la cara de su hermana cambiaba a una de preocupación.

-¿Cómo está Magnus?

-Ha dormido toda la noche, y quiero dejarle descansar un poco más. No puedo decirte que esté bien, Iz- dijo Alec con una sonrisa triste- Ha pasado por mucho... Pero lo estará, ya lo verás, es fuerte- dijo e Izzy no sabía si estaba tratando de tranquilizarla a ella o a sí mismo- Y yo estaré a su lado, no pienso dejarlo nunca más.

La pelinegra abrazó a su hermano, con una enorme sonrisa al entender el significado de sus palabras: habían vuelto, volvían a estar juntos. Y se alegraba de ello pues no había nada que esos dos no pudieran superar juntos, su amor había sido más fuerte que un Príncipe del Infierno, podrían con esto.

-Ya sabes lo que te dije anoche, cualquier cosa estamos aquí, ¿vale? Para ambos- le recordó pues sabía que los siguientes días serían muy duros para el brujo, pero también sabía que no sería fácil para su hermano y quería que este supiera que tanto ella como los demás estarían ahí para ellos en todo momento.

Dejando un beso en la mejilla de su hermano se fue del loft, dejando al ojiazul mirando un poco desconcertado toda la ropa que había traído, como si no supiera muy bien qué hacer con ella.

Alec dejó casi toda la ropa donde estaba, toda menos un conjunto. No era demasiado llamativo, pero creía que Magnus se vería precioso en él. Constaba de un pantalón vaquero negro con un par de rotos y unas cadenas en el lateral, unas botas de estilo militar pero adornadas con brillantes y de tonos rojizos entremezclándose con negros y un jersey granate, también con reflejos de purpurina de un tono rojizo más claro. Como complemento escogió un cinturón que imitaba el patrón de unas llamas, también adornadas con purpurina. Tenía que admitir que su hermana compartía el estilo con su novio.

POR TÍ ~Malec fanficWhere stories live. Discover now