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El corazón le latía con fuerza, sus piernas estaban débiles, estaba muy asustado, tanto por Tyler como por estar de nuevo frente a humanos, hace años que no visitaba a un pueblo y realmente nunca quiso volvió a hacerlo.

Pero esta vez era necesario, sabía que no podía curar a Tyler el solo y no dejaría que su hería empeorara por culpa de su miedo, tuvo que tragarse sus ganar de huir, por Tyler, haría lo que sea por él.

Podía escuchar un ruido que no era el del bosque, murmullos y moviendo, todo eso le ponía muy nervioso, entre los árboles podía verse como se acercaba cada vez más al pueblo. Se detuvo un momento para hacer algo necesario, tomó el gorro de Tyler para cubrir sus orejas y luego quitó una de las cuerdas de sus zapatos para amarrar su cola a su espalda y luego se cubrió bien con su abrigo, no era muy seguro pero serviría por algún tiempo.

Volvió a cargar a Tyler con cuidado y respiro profundo para luego seguir su recorrido. En cuanto puso un pie dentro del pueblo, se sintió pequeño y temeroso, a pesar de ser más grande y fuerte que todos ahí, seguía teniendo miedo de ellos.

Josh miró a todos lados esperando encontrar a alguien, corrió en medio de las cabañas y tiendas completamente desesperado hasta que divisó a alguien salir de una y fue corriendo hacia él, quien dio un salto por la rudeza en que Josh se le acercó haciéndolo retroceder.

—¿Qué te ocurre?, Dios, que grande eres...—dijo el hombre sorprendido cuando pudo observar mejor a Josh, frunciendo el ceño al notar que cargaba a alguien—¿Qué...?.

Josh no dijo nada, ni siquiera podía abrir la boca ya que sus colmillos quedarían expuestos, no le quedó más que solo extender a Tyler hacia el desconocido, haciendo quejidos y mirándolo con súplica.

—Espera, es Tyler el...¿que diablos pasó?—dijo alzando la voz al darse cuenta de la herida en el castaño—¿Qué fue lo qué pasó?.

Josh se mantenía con la boca cerrada, pero a pesar de no decir nada, el hombre notaba lo desesperado que se encontraba.

—Sígueme, lo llevaremos con el doctor del pueblo.

El pelinegro asintió y lo siguió con rapidez, aunque dudo un poco cuando llegaron, estaba de pie frente a la puerta sintiendo que entraría a una jaula o una especie de trampa, respiro profundo y entró, aquel hombre lo digirió a una habitación donde había una cama pequeña, recostó a Tyler con cuidado y luego volteó hacia el hombre que lo ayudó, esperando que dijera que harían ahora.

—Espera un momento, el doctor debe...

—¿Qué ocurre?—una voz grave y algo molesta se escuchó al fondo para que luego entrara a donde estaban los tres.

—No lo sé, encontré a este chico con Tyler en brazos y se ve herido, pero no dice nada—respondió hablando con rapidez—Siento haber entrado solo así pero esto parece una emergencia.

—¿No sabe que le ocurrió?—lo cuestionó el doctor, mirando a ambos con el ceño fruncido.

—No, literalmente no habla—explicó el hombre.

El doctor volteó hacia Josh quien, se encogió sobre si mismo y bajó la mirada, tenía miedo de ser descubierto, sabía que estaba siendo sospechoso pero no podía evitar sentirse nervioso. Una queja leve viniendo de Tyler distrajo a todos, seguía desmayado pero eso no impedía que el dolor le hiciera gemir de dolor.

—De acuerdo, eso no es lo importante ahora, tengo que atender a este chico—habló con seriedad y rapidez volteando hacia Tyler—Tienen que salir de aquí.

El hombre quien ayudó a Josh salió sin más, pero el doctor dirigió su vista al pelinegro al darse cuenta que fue ignorado por él, permaneciendo quieto sobre su lugar—Tienes que salir de aquí.

Beast        {joshler} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora