—Me gusta ver ese desconcierto en tu rostro —habló orgulloso—. Fue el mismo desconcierto que reflejé yo ayer en la noche.

¿Ayer en la noche?

—Tu cliente —explicó—, se mostró muy encantado con el servicio que le proporcionaste. No creí que volvería a repetir esto pero, mis sinceras felicitaciones, Samanta. Te has ganado mi completa admiración.

Lucian permitió que la sorpresa me sobrepasara. Había sonado sincero, pero seguía sin poder creérmelo.

—No es la primera vez que ocurre casos esporádicos como este —siguió diciendo—. Pero sí la primera para ti, y lo has manejado tan bien en el tacto social. Considerando lo ocurrido la otra noche con el cliente que nos hiciste perder, ha sido un gran salto en tu avance como profesional en el área. Siéntete orgullosa de eso.

—No quería que ocurriera lo mismo —musité.

—Y el resultado te ha beneficiado.

Dejamos que el silencio se prolongara. Lucian se removió en su asiento, hasta que sacó un pequeño sobre color amarillo que ofreció delante de mis ojos.

—Esto es para ti. Ábrelo.

En cuanto lo hice, mi sorpresa inicial se hizo demasiado pequeña en comparación con lo que sentí al ver el contenido. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había visto una cantidad considerable de dinero, y no supe qué responder a continuación.

—Un pequeño pago extra que el cliente pidió que se te entregara. No me lo agradezcas a mí —y como si quisiera mofarse de ello, añadió—. No es suficiente para liquidar tu parte de la deuda, pero un abono de esta cantidad siempre te otorga ciertas ventajas. Por ejemplo, una renovación en tu contrato.

—¿Renovación?

—Es una nueva propuesta, una que estoy seguro que aceptarás sin pensártelo dos veces.

Deseaba que nada de lo que me estaba diciendo despertara mi interés, sin embargo, lo hacía. Lucian lo notó con un solo vistazo a mis ojos, enmarcando sus labios en una sonrisa muy parecida a la de un cazador que sabe que tiene atrapada a su presa.

—Termina con el asunto de la chica —pronunció en tono seductor—, acepta un último trato que tengo preparado para ti y todos tus dígitos se minimizarán a cero. Después de eso, tendrás libertad absoluta para replantear tus prioridades. Luego, si todavía lo quieres, podrás salir.

 Luego, si todavía lo quieres, podrás salir

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Por fin nos detuvimos frente al café. Iba a entrar con varios minutos de retraso, pero aquello me daba igual.

Lucian besó mis nudillos antes de que abriera la puerta, y me detuvo cuando estuve a punto de cerrarla.

—Un último detalle —sacó del cajón delantero una pequeña fotografía que me dejó petrificada. Cuando habló, toda señal de cortesía desapareció, sustituida por un deje de amenaza—. Evita el contacto físico. Sé que te sugerí seducirlo, pero ya sabes, mientras no haya dinero de por medio, lo mejor será que evitemos lastimar a nadie.

Mentirosa | Bilogía Mentiras #1 [COMPLETA]Where stories live. Discover now