Prólogo

8 1 0
                                    

Salí de casa dando un portazo, huyendo de los malos tratos de mi padre. No quería irme de Miyagi, no quería separarme de los chicos y de Asahi, no quería dejar el Karasuno.

Llegué a la preparatoria justo cuando estaban saliendo los chicos de segundo año,  Sugawara, Daichi y, mi novio, Asahi. Me detuve justo delante de ellos, me miraban extrañados de verme ahí a esas horas, y una vez recuperé el aliento les miré, su rostro reflejaba preocupación por mis ojos hinchados de llorar y mi rostro rojo de correr. Intentaron acercarse pero yo retrocedí y abrí la boca para soltar la desagradable noticia, la cuál aún no había asimilado.

-Chicos, lo siento- hablé mientras hacía una reverencia- Hachi...lo siento...- dije con la voz cortada.

-Hey, Aki-chan, ¿ por qué te disculpas?- preguntó preocupado Kōshi- venga, nos estás asustando.

Me paré y miré a los ojos a Hachi, el anteriormente nombrado se veía extremadamente preocupado, pero espero a que me explicara.

-Yo...Hachi- hablé para agarrar entre mis manos con delicadeza su mano izquierda y jugar con ella mientras continuaba- Hachi, chicos, me voy a ir de Miyagi, está decidido. No hay forma de que mi padre cambie de opinión.

La noticia les tomó por sorpresa y, claramente, el más afectado fue mi novio. El mayor iba a replicar, pero el sonido del claxon hizo que desviara su atención hacia el coche, de éste salió el mayordomo de mi padre y se acercó a nosotros. Hachi se soltó de mi agarre y se interpuso entre el mayordomo y yo.

-Sasahi-san, ¿ a qué has venido?- dijo con enfado.

-Buenas noches Asahi-kun, vengo a recoger a la señorita Akira, debemos partir hacia Tokio de inmediato- los cuatro nos quedamos congelados al oírlo- Señorita por favor, no haga enfadar más a su padre y suba al coche, nos espera un largo camino a los 3.

Las nubes desaparecieron dejando ver claramente nuestros rostros bajo la luz de la luna. Asahi me miró, aunque más bien miró las heridas, las que ocultaba la oscuridad, hechas por mi padre, y en lugar de desatar en ira me abrazó, con todo el dolor y amor del mundo.

-Por favor, cuídate, cuídate de él- dijo entre lagrimas mientras acariciaba mi rostro.

-Sí- sonreí con tristeza- bueno, supongo que esto pone fin a nuestra relación Azumane Asahi. Cuídate mucho- le di un beso en la frente y me giré a los otros dos mayores- cuidaos mucho chicos.

Un cuervo en el Nekoma || Tetsurō Kuroo Where stories live. Discover now