— ¿No viniste con Lucifer? — preguntó la mayor viendo alrededor.

— Papá está... Lidiando como mucho en casa, quiso venir pero dado su estado actual no creo que hubiera sido de mucha ayuda. — Contesto con honestidad Sia, quien creía que con el Vortex auto destructivo en el que estaba ahora probablemente causaría más problemas de los que resolvería, lo quería, pero Danny era muy importante como para dejarlo arruinar su seguridad.

— Lamento escuchar eso querida, me gustaría ofrecerle un trago cuando esté mejor y cuando nosotros lo estemos. — Dijo haciendo una pequeña mueca.

— Danny pidió ayuda, pero no fue muy específico ¿Podrías darnos detalles? — Interrumpió Tim ante el aire ligeramente incómodo que se formó.

— Seguro, pero no aquí. — Asintió para luego guiarlos a su camerino detrás del escenario.

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— ¿La oficina de normalidad? — Preguntó Tim algo confundido siendo la primera vez que escuchaba de tal organización siendo que el creía tener bastante información sobre organizaciónes peligrosas y locas.

— Son un montón de viejos blancos en corbatas que odian todo lo que es diferente y único. — Explicó Maura con algo de molestia. — y ya que Danny querido, acepta todo eso, por supuesto que lo quieren eliminar. Hemos estado huyendo de ellos por años, pero cada vez se vuelve más difícil, y con la gente asustada Danny está perdiendo su energía.

— ¿Energía?

— Danny funciona a base de la felicidad de sus ciudadanos, si ellos están tristes o asustados, Danny se vuelve débil lo que hace difícil seguir huyendo. — Contesto Sia que al igual que Tim estaba llena de curiosidad cuando llegó aquí.

— Estaba esperando que tú Papá pudiera ayudar, con todo eso de ser el diablo. — Añadió Maura y Sia puso una mano sobre su hombro esto no debía ser fácil para ella.

— ¿Tienes alguna forma de contactarlos? — Cuestionó Sia.

— ¿Que piensas hacer? — Dijo Damián dándole una mirada sería pero que Sia reconocía como una de preocupación.

— Hacer un trato, mucha gente poderosa le debe un favor al diablo y su hija. — Respondió con tranquilidad Sia.

— No creo que te escuchen. — Comento Maura. — Estás personas como dije odian todo lo que no es igual a ellos, y tú querida brillas demasiado como para ser de su gusto.

— Dice la mujer que me enseñó a brillar. — Sonrió señalando sus ojos que estaban pintados con un suave dorado.

— Sia, quizás deberías dejar nos esto a nosotros. — Sugirió Tim pero a diferencia de lo que esperaba recibió una mirada fría de Sia que lo congelo en su lugar.

Esa era la primera vez que Sia le miraba de esa forma no le gustaba.

— Tim, he cuidado bien de mi misma desde que era una niña, soy una damisela, puede que esté en problemas, pero no necesito ser salvada. — Contesto volviendo a ver Maura. — Puedo manejar esto por mi cuenta. — Añadió con seguridad.

— Si eso crees. — murmuró entregándole su viejo teléfono donde estaban los contactos de la oficina de normalidad.

— Lo creo, y si no funciona podemos ir con tu plan. — Dijo Sia tomando el celular para volver a mirar a Tim con calidez como si la mirada de antes jamás hubiera existido.

— Muy bien. — Contesto asintiendo.

— Ahora con su permiso tengo algunas llamadas que hacer. — Sonrió pasando a su lado con el celular en mano para salir del club en busca de privacidad.

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— ¿Como sabes tanto de esta organización? — Preguntó Damián mientras la mujer se preparaba para su siguiente espectaculo de seguro en un intento de distraerse y ayudar a Danny al mismo tiempo.

— Trabaje para ellos. — Dijo con toda la sinceridad del mundo. — Toda mi vida intente encajar, ser como el resto, y cuando me ofrecieron la oportunidad de trabajar para ellos la acepte, después de todo ¿Como podría ser más normal que trabajando para una organización que se dedica a hacer del mundo un lugar más seguro y normal?

— ¿Y que te hizo dejar tu trabajo? — Cuestionó ligeramente interesado, para ser honestos varias veces en su vida Damián se vio a si mismo queriendo ser más.... Normal.

Si fuera más normal, más común, quizás dejar su pasado con la liga no habría sido tan difícil, seguir las enseñanzas de su Padre hubiera sido más fácil...

Pero Damián no nació para ser alguien normal y no podía cambiar eso aunque quisiera por lo que no tenía sentido pensar mucho en eso.

— Danny. — Respondió con una sonrisa cariñosa. — El me vio, realmente, vio lo que había dentro de mí aun cuando pelee por esconderlo, y me aceptó, me enseñó a celebrar lo que era en lugar de ocultarlo así que le avisé de que la oficina estaba detrás de él a tiempo para que huyera y he estado con el desde entonces.

— Eso suena... Agradable. — Dijo algo incómodo pero Maura podía notar la sinceridad en sus palabras. — Me gustaría ver a Danny en toda su gloria.

— Oh cariño, te va a encantar. — Sonrió emocionada, realmente esperando que Sia tuviera suerte, aunque sabia que pocos podían decirle que no a la chica.

Esperar no era siempre lo más fácil, pero ella tenía fe y confiaba en su pequeña mariposa.

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Nota: Seré sincera ayer se me olvidó subir capítulo...pero aquí estoy así que gracias por leer los amo!

Good is the New BlackWhere stories live. Discover now