La Guía Para Principiantes Para Seguir Adelante

05. Quédate Despierto Toda La Noche Para Pensar

Es tarde en la noche, pero ninguno puede dormir.

Solo cuando el cielo está oscuro y Jiang Cheng está a salvo en su cama, vienen las pesadillas. En estos días, son sus compañeros constantes, pero de alguna manera son peores cada vez que sale de Lotus Pier, como si la comodidad del hogar lo alejara en parte.

En sus sueños, siempre es más joven.

No son para él las espeluznantes visiones de posibilidades futuras que parecen plagar a otros en la noche y dejarlos temblando cuando se despiertan; su pasado es lo suficientemente horrible. Sus sueños empeoran aún más por el hecho de que en realidad sucedieron y no son solo horrores imaginarios que desaparecen con la luz de la mañana.

Esta noche, sueña con la noche en que Lotus Pier se quemó hasta los cimientos, la noche en que perdió a sus padres.

Tiene diecisiete años y está tiritando de frío y las réplicas del relámpago del látigo de su madre. No, ahora es suyo, ella lo apretó en su mano y le dijo que corriera antes de volverse para enfrentar a los hombres feroces con el sol en sus túnicas y la muerte en sus ojos. Él y su hermano están agachados en las sombras detrás de una pared carbonizada en la cáscara quemada de lo que solía ser su hogar.

Hay cuerpos amontonados hasta donde alcanza la vista e incluso más, cubiertos de su propia sangre y entrañas, todos vestidos con las túnicas moradas que le son tan familiares. La misma túnica que usa, incluso ahora. Reconoce algunas de sus caras: Ming Ru, que amaba a Tangyuan, el pequeño Wang Song de la aldea, que corrió con los chicos más grandes a pesar de que llegaba en último lugar cada vez...

Fueron personas, una vez. Personas a las que ha visto todos los días desde que era niño: niños que jugaban con él, empleados que aconsejaban a su padre, instructores que ayudaban a su madre a entrenar a los discípulos en el patio.

Observa a los perros Wen mientras arrastran los cadáveres por ese mismo patio, observa cómo arrojan antorchas sobre los montones de carne muerta y trapos que se convierten en humo. No hay nada que no hayan destruido. Quiere gritar para que se detengan, pero la mano de su hermano está sobre su boca y descubre que no puede emitir ningún sonido.

Entonces Wen Zhuliu, el peor de todos ellos, él sabe que lo que está haciendo está mal, ese traidor, ¿por qué no se detiene? Patea otro cadáver y se da la vuelta para que Jiang Cheng pueda ver su rostro.

Es su madre, y de repente se da cuenta del cadáver de su padre, arrodillado en el suelo en una pose que reconoce como la que utilizan para rezar a los antepasados ​​durante los funerales. Sus manos están extendidas hacia su esposa, pero no hay señal de amor en ninguno de sus rostros porque todo lo que hay es la flacidez de la muerte.

Jiang Cheng ha deseado toda su vida que sus padres dejaran de pelear, pero ahora, daría cualquier cosa en el mundo para que ellos volvieran a gritarse. Que los ojos de su madre ardieran de furia, que su padre saliera furioso de la habitación.

Ese bastardo Wen Chao se arrodilla y escupe sobre el cadáver de su padre, y Jiang Cheng ni siquiera tiene miedo. Él debería tenerlo. Está rodeado de enemigos más fuertes que él con solo su hermano como respaldo, su casa está en ruinas, la mitad de su familia se ha ido y debería estar temblando de miedo y de frío, pero todo lo que siente es ira.

Hay fuego en sus venas pero se siente como hielo y arde de la misma manera. Todo lo que puede ver son los cuerpos de su familia, sus amigos, sus seres queridos y las personas que los asesinaron que se ciernen sobre ellos como si estuvieran jodidamente orgullosos de lo que han hecho.