Todos tenemos sueños y aspiraciones o por lo menos ese era el caso de Isabella.
Una joven que decide irse a estudiar a la ciudad de sus sueños, sin saber todo lo que llegara a su vida, entre eso Finn Wolfhard.
Habíamos llegado a la gran jungla de concreto, recogimos nuestras maletas y salimos de aquel aeropuerto para encontrarnos con la imponente ciudad, una magnífica vista, que dejaba ver la gran arquitectura de este lugar, podíamos ver enormes edificios, los característicos taxis color amarillo recorriendo la avenida, personas caminando hacia todas direcciones. Estábamos paradas en medio de toda la gente esperando a que mi tía Carlotta llegara por nosotras, ella se había ofrecido para venir con nosotras por qué aunque no lo dijera vivir aquí también era un sueño para ella, su empresa había tomado la decisión de transferirla aquí para que ella no perdiera su empleo y ellos a la gran productora que es, logrando que tuviera un mejor puesto que el que tenía en México y por tiempo indefinido por qué realmente no sabíamos cuándo tiempo íbamos a estar en esta ciudad o por lo menos yo no lo sabía. -¡Chicas!, ¡aquí!- grito mi tía mientras levantaba sus brazos y hacía movimientos un tanto exagerados para llamar nuestra atención. Victoria y yo caminamos en su dirección arrastrando las grandes maletas. Saludamos rápidamente a mi tía con un pequeño abrazo y un beso en la mejilla -¿Cómo estuvo el vuelo?- preguntó mientras juntábamos las maletas para que el conductor nos ayudara a subirlas en la cajuela del taxi. -Bastante tranquilo, las dos caímos rendidas y dormimos todo el vuelo- respondió Victoria -Suban, deben de estar muy cansadas- dijo mientras abría la puerta del taxi -¿Ya has visto más departamentos?-pregunte a mi tía mientras recargaba mi cabeza contra la ventana del taxi -Realmente no, solo he seleccionado algunos, las estaba esperando para que los viéramos juntas- respondió -Me parece una buena idea, llegando al hotel tienes que enseñarnos las opciones- dijo Victoria quitándose los lentes para ponerlos sobre su cabeza.
...
El camino al hotel no duró más que 20 minutos, llegamos y nos instalamos en la habitación que compartiríamos Victoria y yo, esperaba no estar más de una semana hospedada y encontrar departamento rápidamente, al poco rato llegó mi tía para mostrarnos los departamentos. Necesitábamos algo céntrico, que no quedara lejos del trabajo de mi tía y de las universidades que por casualidad quedaban bastante cerca la una de la otra. Mi tía abrió su MacBook y nos mostró las opciones teníamos que eran departamentos en Brooklyn, Queens, Greenwich Village, SoHo y East Village, la mayor parte de estas opciones se encontraba en Manhattan o cerca de esta, realmente no creo que pudiéramos pagar un departamento en esa zona, tal vez en un futuro pero ahora no. El día de mañana nos dedicaríamos a encontrar el departamento y en las dos semanas próximas irlo amueblando para que en un mes que comience la universidad esté listo.
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