Pero al llegar la cena, ella encontró extraño que el platinado no se haya presentado a ninguna comida, como siempre acostumbraba.

Ella quiso preguntar a su padre sobre la notable ausencia de Draco, pero no quería sonar desesperada y levantar sospechas. Pero luego recordó que no era un secreto que pasaban el tiempo juntos leyendo cuando nadie más estaba en casa.

Y haciendo otras cosas.

Cuando ya todos estaban terminando su cena, Aurora no aguantó más y se dirigió a su padre.

—Papá, no he visto a Draco en todo el día, ¿sabes dónde está? Tiene un libro que le presté y me gustaría recuperarlo —creó una excusa rápida para poder preguntar sin sonar demasiado interesada.

El señor Sinclair miró a su hija con una mirada curiosa, se aclaró la garganta y se secó la boca con una servilleta, antes de apoyar sus codos en la mesa.

—Draco se fue hoy en la mañana, cariño... ¿No te avisó?

Ahora tenía el ceño fruncido hacia su pequeña hija. Aurora imitó su expresión y un pequeño dolor en su pecho se hizo presente.

—No, no me dijo —negó con la cabeza, volviendo su mirada a su plato. 

Ella comenzó a jugar con su comida distraídamente mientras los pensamientos intrusivos llegaban a su cabeza.

Se preguntó el por qué Draco se fue sin siquiera despedirse.

¿Qué le costaba decirle ayer? ¿Acaso estaba arrepentido de lo que pasó?

Ella luego pensó en la posibilidad de que haya vuelto con Astoria, y le hizo mucho sentido. Nadie podía culparlo al volver con ella, pues la pequeña Greengrass era el modelo de mujer perfecta para él.

Sus curvas delicadas, su piel pálida, sus pómulos definidos y cómo olvidar sus hermosos ojos verdes.

Realmente hacen una buena parejapensó ella.

—¿Vas a terminar eso?

La voz de Susan interrumpió los pensamientos de Aurora, por lo que ella inmediatamente levantó la cabeza con una pequeña sonrisa.

—Oh, yo... yo creo que iré a mi habitación, estoy algo indispuesta, permiso.

Su padre asintió a su dirección, a lo que ella le dedicó una última sonrisa a todos los presentes, y se levantó de la mesa para caminar hacia su habitación. Su mente se volvió a inundar de pensamientos relacionados con él.

¿Por qué haría eso? ¿Por qué me hizo sentir que de verdad era algo importante para él? se preguntaba ella, mientras caminaba a paso lento por los pasillos de su mansión.

No pudo evitar culparse a sí misma por haberse ilusionado con algo que claramente no iba a suceder.

Ella sabía desde un principio que lo de ella y Draco jamás sería algo serio, y menos algo público.

Su pecho se apretó al pensar en que todos los momentos que habían pasado juntos habían sido una simple estrategia por parte de él para poder aprovecharse de su cuerpo.

Pero otra parte de ella no quería creer que eso era verdad. Había sido todo tan real y auténtico que ella sintió la felicidad que no había sentido en mucho tiempo. 

—Draco, si el amor es ciego, ¿por qué las personas atractivas lo tienen mucho más fácil?

Draco miró a la chica que tenía a su lado con una sonrisa en el rostro, divertido ante su pregunta.

Sinful | Draco Malfoy ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora