Jungkook chasqueba la lengua mientras escuchaba las tontas conversaciones de sus amigos y las insinuaciones de la chica que estaba sentada en sus piernas.
Era hora del almuerzo y todos los estudiantes se encontraban en la cafetería. Habían pasado algunas horas desde que había caído con el chico más lindo que haya visto y también el posedor del aroma que no había podido sacarse de la cabeza.
—Y... ¿qué dices, oppa? —habló la chica de nombre desconocido para él alfa, dejando un húmedo beso en el cuello de este.
—¿Perdón? —preguntó confundido sin saber a que se refería la omega castaña.
—Que si después de las salida vamos a... ya sabes —dijo coqueta.
—Si, claro —respondió, sin prestarle mucha atención realmente.
De pronto, su mundo se detuvo al percibir nuevamente ese rico aroma entre todos los asquerosos olores que había en el espacioso lugar. Miro para todos lados hasta que pudo ver como el peligris de hace unas horas entraba a la cafetería junto a otros tres chicos, Taehyung siendo el más pequeñito entre ellos.
Quitó de un empujón a la omega de sus piernas y se levantó de su asiento, importandole poco las quejas de esta y las miradas confundidas de sus amigos.
—¡Taehyung! —llamó una vez se encontraba a escasos metros del omega y su grupo de amigos.
Los cuatro chicos voltearon a verlo, Taehyung rápidamente entro en pánico y se abrazó hacia el brazo de Seokjin, quien miraba con el ceño fruncido al alfa que se dirigía hacia ellos.
—Jinnie hyung, ayúdeme, no quiero que él se me acerque —habló Taehyung a la vez que escondía su carita en el brazo de su amigo en un intento de que el alfa no lo viera.
Jungkook llegó hasta ellos, Jimin, Hoseok y Seokjin se pusieron a la defensiva en cuanto el peligris se ocultó tras ellos.
—¿Qué quieres, Jungkook? —preguntó Seokjin.
—Quiero hablar con Taehyung —contesto firme, intentando ver al omega quien seguía escondido tras el cuerpo del más mayor.
—Pues el no quiere hablar contigo. ¿Qué mierda le hiciste, idiota? —cuestionó enfadado, a lo que el alfa frunció el ceño.
Taehyung toco con su manita la espalda del mayor y Seokjin se giró hacia él.
—Hyung, él n-no me hizo nada, pero n-no quiero que se me a-acerqué —aclaró y Jungkook frunció aún más si es posible su ceño y se cruzó de brazos.
—¿Qué fue lo que le dijiste sobre mi, Seokjin? —preguntó entre dientes el alfa.
—La verdad, ¿que esperabas? Les advertí sobre ti y tu grupito de amigos —explicó, mirando a Jimin y Hoseok también—. Follate o juega con todos los que quieras, pero te lo advierto, ni se te ocurra poner tu sucia mirada sobre Taehyung —dijo y sin más tomó la manita del más pequeño para salir de la cafetería, con el pelinaranja y el beta siguiéndolos.
Jungkook se quedo estupefacto, se había ganado ya muchas miradas de los estudiantes, quienes miraban todo impactados.
Yoongi llego carraspeando a su lado y le dio unas palmadas en la espalda. —¿Qué fue todo eso? —preguntó confundido.
Él alfa solo negó con su cabeza y salió de la cafetería a paso rápido. Tenía muchas cosas que pensar.
Jungkook entro a su habitación y cerro la puerta de un portazo, arrojo todas sus pertenencias al suelo y se tiro a su cama.
"Tienes que hablar con nuestro omega." Habló su lobo. Jungkook rió amargamente y se sento con su espalda recargada al cabecero de la cama.
"¿En serio piensas que él es nuestro omega? ¿Acaso no viste como rechazó hablar conmigo?" Dijo irónico.
"¿Qué esperabas idiota? Le contaron todas tus mierdas, ¿querías que él fuera como todos y llegará a ponerse de rodillas a ti implorando que lo folles?"
"Nuestras mierdas, te recuerdo que yo soy tú" Aclaró el pelinegro.
"Te equivocas, cada vez que vas a follar yo solo me duermo." Respondió, lamiendo una de sus patas.
Jungkook suspiró y se paso sus manos por su rostro, todo esto era tan repentino.
"¿Estás seguro que él es nuestro omega?" Cuestionó.
"Muy seguro. Y quiero que luches por él, por que lo quiero y lo quiero ahora. Es nuestro omega y si o si dejarás todas tus mierdas de lado para que al menos consigas que nos hable." Ordenó y sin más se fue a dormir, ignorando cualquier queja que el humano le pudiese dar.
Jungkook solo sonrió y pensó en la carita de bebé que su omega destinado tenía. Sin duda la madre luna lo había premiado al darle un omega tan perfecto y no le molestaría dejar todo a cambio de reclamarlo como su omega, sería difícil, más no imposible.
Su vida iba a cambiar en demasía a partir de ahora.
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-Nana.☁️
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Aaaaaa que emoción sientoㅠㅠ Espero que les este gustando el fic y estar alcanzando sus expectativas<3
