Ayúdame a encontrarte | Charlastor

-Capitulo 2-

-¡¡REENCARNACION!!

- Asi es.. - baja la cabeza Charlie - No subieron al cielo, solo vuelven una y otra vez para caer en el mismo agujero muchas veces. Es como Alastor dijo, la vida que tuvieron es lo que puede decidir sus acciones. - rasca su brazo con la mirada gacha.

- ¿Preguntaste como fue que salió de aquí?

Tras la pregunta se Husk provocó que ella levantara la cabeza, sonrió tímida y volvió a bajarla. Vaggie sujeto su hombro haciéndola ver a su persona, - Sabes que podemos verlo... - incluyo mirando para arriba, Charlie negó.

- Papá solo se mete en ese mundo para molestar a Dios... Sólos sus más poderosos demonios son aceptados en la tierra, nosotros no podemos. Además, Alastor debería practicar el ocultismo o un juego diabólico.

Husk y Niffty se miraron, una mirada cómplice y así la pequeña Niffty dio un paso al frente. - Alastor nos mencionó que en vida tenía una fascinación por el vudú. - voltearon a la enana y asintieron. Como la alegría volvía a sus cuerpos.

- ¡En vida era muy popular un juego con tu nombre Manzana!

Recordó emocionado Ángel Dust golpeando uno de sus puños contra su palma.

- Charlie Charlie... Papá lo creo para mi, lo hizo famoso mientras era una niña, después ya no le di importancia. - decía sin interés, más ahora sonrió, pero su sonrisa desapareció nuevamente. - pero al dejarlo de lado perdió su fama, ya nadie me llama... Olvidaron mi juego. - susurro.

- Posesión... ¡Siempre quise hacer una! - brinca emocionada la polilla, su ojo tenía un hermoso brillo.

Y así todos iban tirando diferentes teorías para encontrar una forma de poder ver o hablar con su compañero, y algo de alegría volvió al Happy Hotel.

††††

En la ciudad pentagrama. Lucifer se reflejaba en la ventana mirando a la nada, mientras detrás de él se apreciaba a aquel Overlock de la televisión, el soberano volteó a ver a su segunda mano. Con aquella mirada de pocos amigos se sienta detrás del escritorio de su despacho, y con sus garras juntas comenzó a hablar.

- Vox... Debemos recuperar a Alastor. Esto es una gran baja para nosotros, él debería ser mi segundo al mando. - menciona molesto asiendo brillar sus ojos y los de la serpiente de su sombrero.

Vox gruñó. - Señor. Con todo respeto... Alastor no estaba interesado en casarse con su hija, él solo quiere el trono pero tampoco estaba dispuesto a tener que llevar una vida así sabiendo que debía engendrar un heredero. - revela Vox con frustración.

- Vox... Tengo mis razones para mantener en secreto a Alastor, mi estimado amigo ese hombre y yo tenemos un trato especial. Ahora ese trato está roto gracias a ¡ese maldito hijo de puta!- gruñó incendiando su escritorio con él mismo, a los segundos se apagaron.

Una sensación recorrió el cuerpo de Lucifer, aquella sensación anunciaba que un conducto entre el infierno y la tierra había sido abierto, sabía quién era más lo ignoro. Suspira y sonríe. - Mi Manzanita... - carraspea - Vox, estaba por enviarte a corrompir la vida de mi fiel mano derecha pero... Necesito que alguien se encargue del juego de Alastor. - la cara en la pantalla se volvió una fastidiosa y con una reverencia se retiró, ya solo en aquel oscuro lugar. - No puedo confiar esto en él, odia a Al, podría arruinarlo todo.

El rubio infernal con una llama entre sus garras recita unas extrañas palabras en un tono diabólico, en aquella esfera de fuego se mostraban a adolescentes curiosos y en busca de aventuras, todos citando las palabras adecuadas para invocar al demonio radio. Su amigo escarlata era un gran negociador, animador y un estafador, siempre salía ganando en sus juegos; la última imagen eran dos chicas jóvenes y en cuanto mencionaron aquellas palabras noto como la alta figura de su demonio surgió asustando a las chicas, mencionó algo de vacaciones y comenzó el juego.

- ¡Idiota!... Re encarnación. ¿Eh?

†††

- ¡Acepta! ¡Respondeles!

Gritaba paranoico el demonio de abultado pecho.

Entre sus intentos de planes la rubia pudo sentir el como era llamada, después de ya varios años había sido llamada otra vez, y alentada por sus amigos ella firme hablo al aire pronunciando un simple: "si".  Los demás no podían escuchar las voces de sus invocadores pero ella si, además solo tenía dos escasas respuestas, en este momento la rubia noto que se conformaba muy fácil y ahora le era inútil.

- Charlie Charlie. ¿Eres mala?

Escucho y ella sonrió.

- No.

— ¿Que te dicen? - pregunta Vaggie.

- Charlie Charlie. ¿Tu sabes cómo moriré?

-Si.

- Que idiotez.

Murmura Husk y junto a su botella fue directo a su mini bar junto a su licor.

†††

Sus ojos estaban posados en aquel libro universitario, leyendo, estudiando para su próxima clase, en ese su atención fue atraída por sos niñas quienes reían, con un  lápiz y una hoja de papel con dos si y dos no ellas pusieron la hoja en el suelo y dos lápices sobre uno y ambas con ilusión menciona al unísono.

- ¡Charlie Charlie! ¿Estás ahí?

Él solo río con burla, mantuvo su sonrisa negando con la cabeza, le pareció tierno su inocencia pero un chillido lo hizo asustar y giro a ver a esas niñas. - ¡Dijo que si! - efectivamente el lápiz estaba señalando el si, pensó rápidamente deben querer asustarse. - Charlie Charlie. ¿Eres mala? - ambas cubrieron sus bocas y el lápiz rápidamente se movió al "no", su sonrisa se ensanchó.

- ¿Podrá ser?

Se pregunta con notable felicidad.

×Sigan sintonizados×

Hola.

Corto pero espero que les guste!

Escritora-Ebria 🍸