01.

227 35 7
                                    

 CAPÍTULO 1: CONOCERTE.

— CAPÍTULO 1: CONOCERTE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—____ Iwasaki—

Lentamente me dispuse a caminar hacia ella, parecía estar completamente en otro mundo. Intenté presentarme, aunque por alguna razón no parecía hacerme caso, solo se me quedaba viendo y eso me ponía nerviosa. Aunque todo ese momento de manga shōjo fue interrumpido por un codazo de Keigo a ella que la hizo sobresaltar y reaccionar.

Seguido de ello, me presenté.

—¡Hola! Soy ____ Iwasaki, un gusto—la saludé haciendo una leve reverencia, ella imitando lo mismo. 

Yo estaba nerviosa, más de lo que quería admitir. Era un poco incómodo, sabía que era una buena chica porque Keigo me había hablado demasiado bien de ella, pero de igual forma era un poco raro empezar una amistad de esta forma porque Keigo había sido tan insistente en que yo la conociera. Aún así, tampoco voy a quitar el hecho de que ella me causaba cierta intriga, y no quería decirle que Keigo por poco casi me ruega para que la conociese.

—Soy Rumi Usagiyama... Un gusto— musitó presentándose casi inaudible, al parecer era un poco... ¿Tímida, quizás?

—Sí, un gusto igualmente— contesté nuevamente.

No sé si era impresión mía, pero podía notar como ambas estábamos nerviosas, era notorio por donde lo vieras, pues ninguna sabía qué decir o hacer después de presentarnos, era como si todas mis neuronas dejaran de funcionar y olvidase como socializar. Simplemente había silencio entre ambas, solo escuchando las voces de los demás saliendo del colegio y sintiendo el frío viento de la azotea impactando contra nuestros cuerpos.

El silencio terminó cuando me decidí a hablar, carraspeé la garganta y nos propuse salir para empezar con el pie derecho y conocernos.

—Bien... ¿Qué les parece si salimos a comer a algún lugar? Aprovechando que ya es la salida— dije esperando a que Keigo también diga que sí, porque en definitiva no podría quedarme a solas con ella, al menos no el primer día, por más que no lo quisiera admitir, necesitaba ayuda del pajarito por si algo pasaba.

Rumi asintió sin decir nada, volteé mi mirada a Keigo, esperando una respuesta de su parte; sin embargo, solo obtuve una sonrisa pícara de su parte.

—Bueno chicas, creo que ya es hora de que yo me vaya, buena suerte— canturreó caminando hacia la puerta de la azotea.

Oh no, claro que no pajarraco.

Le di una pequeña sonrisa a Rumi diciéndole que me espere unos segundos y fui por Keigo, lo tomé del brazo y al girarlo hacia mí me dio una mirada desconcertada, ¿en serio pensaba dejarme a solas con ella? ¿Acaso quería que muriese de la pena o algo parecido? No es que ella no me agradara, simplemente pensar estar a solas con ella me pondría en unos aprietos, tenía que conservar la calma.

𝗜𝗻𝘃𝗲𝗻𝗰𝗶𝗯𝗹𝗲 | Rumi UsagiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora