Los Guerreros Dragón - Jann Lee x Araceli Pereira

Primer encuentro

En este capítulo quisiera mostrar de forma más detallada la parte de la historia donde Araceli y Jann Lee se conocen porque siempre se me hacen emocionantes los primeros encuentros de las futuras parejas, además de que me parece que es algo importante en la historia de mi personaje, ya que Jann es esencial para el desarrollo de su historia. :3 En fin, espero les guste. XD

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Una de esas solitarias noches, mientras caminaba por las calles de China con las piernas adoloridas después de buscar trabajo toda la tarde, Araceli vio a mucha gente reunida en un lugar escondido detrás de un callejón. Tenía mucha curiosidad al respecto, no había visto nada interesante hasta este momento por andar ocupada buscando trabajo, así que no dudó en ir a ver qué pasaba allí. Se puso la capucha para pasar de ser percibida y caminó hacia esas personas.

Cuando logró acercarse, descubrió que esas personas eran espectadores viendo una pelea, preguntó el por qué esos tipos estaban peleando y alguien le dijo que era solo una pelea callejera como tantas otras para ganar dinero. Esto le hizo pensar en que tal vez podría aprovechar la oportunidad para ganar algo de dinero, no sabía pelear, pero podía intentarlo. Quizás si se esforzaba, al menos podría ganar una pelea; bueno, eso era lo que ella pensaba. Cabe aclarar que ella había aprendido algo de Karate en el pasado, pero había dejado las clases por falta de tiempo, por lo que no tenía experiencia en la lucha realmente. Sin embargo, el enojo y estrés que había acumulado por no poder conseguir trabajo, no le estaba dejando pensar con claridad.

Jann Lee, mientras tanto, estaba de camino a casa. Esa noche había sido tan aburrida y silenciosa en el trabajo que sintió que necesitaba algo de acción, así que se dirigió a uno de esos lugares donde solía ver peleas callejeras para quizás pasar el rato. El joven se acercó mientras se quitaba la camisa de trabajo para estar más cómodo y listo en caso de que quisiera unirse a una pelea, caminando hacia las personas que estaban expectantes.

Tan pronto como llegó, Jann Lee miró a su alrededor y vio algo que le llamó completamente la atención: una chica extranjera con un cuerpo de llamativas curvas, cabello castaño muy largo y liso, algunos piercings y ropa oscura que consistía en shorts negros con medias de rejilla, botas negras y una sudadera del mismo color. No la había visto por aquí antes, si lo hubiera hecho, probablemente lo recordaría. Él no acostumbraba a ver chicas extranjeras en esos lares.

Al principio, sintió curiosidad de ver a una chica como ella en un lugar tan peligroso como ese, luego esa curiosidad se convirtió en atracción después de prestarle más atención, pero rápidamente dejó todo eso a un lado al recordar la razón por la que estaba allí. Él no quería siquiera pensar en la idea de socializar y mucho menos hacerse ilusiones con alguien. Por su trágico pasado, él ya no confiaba en las personas y prefería continuar siendo la persona solitaria que fue durante toda su vida.

El hombre siguió observando la pelea, la cual lo aburría un poco y le hacía querer irse, pero pronto su atención volvió a la chica nuevamente cuando notó que esta tenía la intención de pelear en lugar de solo mirar.

Jann Lee vio el miedo en sus ojos, rápidamente dedujo que ella no era una luchadora y, se sorprendió un poco por su valentía. No quería interferir y sonar como un entrometido, pero no podía quedarse quieto y ver como la lastimaban. Cuando la chica le dijo al hombre que anunciaba las peleas que quería ser la próxima en pelear, Jann no lo pensó y actuó de impulso, ya que después de todo, él siempre estaba dispuesto a ayudar a las personas que se encontraban en peligro incluso si él no tenía intención de socializar con ellas. El joven la tomó del brazo y llamó su atención. Ella se asustó cuando notó que alguien de repente la agarró del brazo, creyó que alguien intentaba lastimarla o robarle, ya que se encontraba en un lugar peligroso, por lo que soltó un golpe hacia la persona mientras intentaba quitar su brazo. Al hacer esto, escuchó una queja y finalmente al girar la cabeza lo vio, sorprendida y confundida por lo que tenía en frente. Sintió de repente cierto alivio al ver de cerca sus brillantes ojos marrones. «Dios mío, qué muchacho tan lindo.», fue lo primero que pensó al verlo. En ese instante bajó un poco la mirada encontrándose con su torso desnudo de músculos bien formados, lo cual la distrajo por completo del entorno. Todo tipo de pensamientos se vinieron a la mente de la chica, hasta que estos fueron interrumpidos por una voz gruñona.