Capítulo 26: Problemas

Start from the beginning
                                    

— Debo ir a su lado... Gran sabio...

Salió de la cueva y corrió a su casa, encontró a Camila y Piero hablando, pero no les prestó atención. Abrió la puerta y miró su mano ensangrentada.

— ¡Primero un baño!

Necesitaba estar limpia en presencia del Gran sabio, estar así de sucia y apestosa mancharía el inmaculado laboratorio que el sabio conservaba. Sería un pecado muy pero muy grave. Así que salió de su casa y se dirigió al río, donde se zambulló y limpió su cuerpo hasta que las manchas y olor desaparecieron. Fue difícil y tardado, pero no sería negligente por su apuro.

Antes de salir vio llegar a Piero acercándose al río pero no le prestó atención y corrió de vuelta a su casa. Donde sacudió su cuerpo hasta dejarlo seco. Entró a su habitación y movió un cajón para dejar al descubierto una escotilla. Levantó la tapa y frente a ella se mostró una escalera que descendía hasta otra puerta más.

Apenas abrió la puerta a unos tres metros se encontró otra puerta más. Era tedioso pasar siempre por ese lugar cada vez que visitaba al sabio. Suspiró y siguió adentrándose. Cerró la puerta trasera y las luces se prendieron. Eso siempre la sorprendía. No entendía cómo lograba que la luz entre a un lugar tan profundo. Su único pensamiento es que era el Gran sabio y que él podría todo.

Con la puerta cerrada y las luces encendidas una brisa fría circuló en la pequeña habitación, luego una corriente de aire caliente despejó la anterior brisa. Todo terminó cuando la puerta delante de ella se abrió automáticamente, dejándole avanzar.

La habitación se iluminó y más luces se encendían mientras caminaba. Avanzó tan rápido como para que sea llamado caminata y no trote, al gran sabio no le gustaba que corra por los pasillos. Aunque siempre quiso saber si ella podría ser más rápidas que las luces. Quizás si corría lo más rápido que pueda lograría ganarles a las luces que se encendían.

Faltaba encontrar al Gran sabio, sabía que estaba aquí abajo, pero había muchas habitaciones y no podía entrar en todas, así que empezó por las que le era permitido. Pero antes de poder abrir una de las puertas el suelo tembló.

— ¿Hueee?

No era un temblor ya que paró inmediatamente, pero fue lo suficiente fuerte como para que perdiera el equilibrio. Sin saber qué lo causó abrió la puerta para saber si el golpe provino de esa habitación, pero sintió nuevamente el retumbar.

La habitación estaba vacía, no había nada dentro. Cerró la puerta y fue a la siguiente.

— ¡Gran sabio!

Habitación por habitación empezó a buscar al Gran sabio sin tener suerte. Pero mientras más avanzaba el retumbar se sentía más fuerte.

— ... ¡La Kron!

Teniendo una revelación se dirigió a la habitación donde fue encerrada la kron abrió la puerta y miró el interior.

Las paredes se veían rasgadas por todos lados y la cabeza de la kron era irreconocible. ¿Qué le provocaba actuar así? Si planeaba escapar había un límite en intentos, tarde o temprano descubriría que no tenía escapatoria eso ya debería ser obvio. Pero esta Kron golpeaba su cabeza repetidas veces con todas su fuerza.

[Se detectó fisura grave, procediendo a sedar]

Del techo donde estaba la Kron se desplegó un arma extraña y disparó varias veces a la Kron.

[Esperando reacción, sugerencia, encapsular a la criatura]

Era la primera vez que Merli escuchaba esa voz, era una voz femenina y con cierto grado de frialdad. Como si no tuviera emociones. No sabía de qué dirección salía la voz ya que la escuchaba en todas las direcciones. Pero sabía que ella acababa de tranquilizar a la Kron ¿Acaso era otra Sabio? ¿En qué momento llegó? ¿Será con la que siempre hablaba el Sabio?

Kepler2000 I - IlusiónWhere stories live. Discover now