Capítulo 1

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Tenía que recorrer todo New York para comprar un anillo de compromiso. Después de dos años y medio de relación con Lauren, creó que era hora de pedirle matrimonio. Aparte su familia me tiene mucho aprecio, ya que he formado negocios con ellos. Me haré el director de la fábrica de móviles de última tecnología, y mostrarle a toda Latina América. Allí en siglo veintiuno aún no tiene móviles como nosotros. Y todo gracias a mi futura esposa qué, conocí a su padre. Su padre al principio no le caía yo muy bien. Con el tiempo su opinión cambio hacia a mí. A si que ahora buscó un anillo. Pero le compraré uno sencillo. Seguro que le gustará el sencillo. Nada de diamantes. Mmm.. para nada. Cuando compré el anillo. Lauren ya estaba en el restaurante con su padre, y unos latinos de la empresa para terminar de firmar el contrato. Corría y corría y corría para llegar al resturante. Crucé la carretera. Cuando estuve a punto de pisar la acera me dieron un pequeño empujón. Me quede quieto girandome ver el por qué de ese empujón. Era un tipo el cual se reía, pero sin maldad. Le conocía. Steven. Me dio otro empujón en el hombro mientras seguía riéndose.                         
-Steven.-Dije fruciendo mi ceño. Su reacción no la entendía después sin vernos tanto tiempo.-               

-¡Paul! ¡Colega!.-Se tiró a mi abrazandome dando palmadas en mis hombros. Se apartó sonriendo.-             

- ¿Donde has estado en estos tres años?.-

-Aquí, sería que dónde te has metido tú.- Alcé una ceja sonriendo de lado.-

-¿Yo?.-Se señalo.- Bueno yo me fui para ganar más dinero, y ya conseguí mis sueños.-
-¿La tienda de..?.-Pregunté inseguro. Me comentó que quería una tienda hace tiempo, aunque no recordaba de qué.-

-De ropa, ya tengo mi tienda.-Sonreía felizmente asintiendo.-

-Es verdad.-Di una palmada en mi frente, acordandome.- ¿Y qué nombre le pusiste?.-

-Steven, como yo me llamó.-Respondió pestañeando.- Se sitúa donde trabajamos, ya sabes, en la tienda de música.-

-Ah si, recuerdo.-

-Oye tengo que largame, tengo que abrir la tienda.-Dijo sin parar de sonreír, se le notaba que estaba feliz, y mostró sus llaves.- Si quieres estaré en mi tienda, y nos vemos.

-Esta bien, vale.-Sonreí de nuevo dándole una palmada en el hombro, me reí leve.-

Levantó su barbilla despidiéndose mientras se reía. Steven se fue corriendo pasando la carretera. Oí como algo se les cayó al suelo. Bajé la mirada abajo. Era las llave de su tienda. Me puse en alerta cogiendo las llaves. Le gritaba para que pudiera conseguir escucharme pero, él había desaparecido. Y yo tenía que entrar a si qué. Seguro que volverá a buscarlas. Entré al restaurante dónde ya iba a llegar tarde. Ande hasta la mesa viendo como estaban esperándome. Me fui a donde Lauren dándole un beso. Luego saludé a su padre y a los empresarios. Me senté al lado de ella. Todos estaban en silencio. Como molestos. Yo estaba.. estaba muy nervioso por qué no quería dar mala impresión. Miraba al padre de Lauren intentando que me echara un cable.

-El vino, el mejor vino de todo New York, eh.-Decía su padre cogiendo la botella, se la mostraba a los empresarios.-Aquellos empresarios latinos miraron aquella botella.

Miraron después a mi suegro como si les estuviera mofando de ellos o algo. Giraron sus caras a mi, mirándome con mucha seriedad. Trague saliva echandome algo hacia atrás.

-¿Él va hacer el heredero de la fábrica de SpaceMobile?.-Pregunto uno de ellos.-

-Cuando se casé con mi hija si, mientras será mía.-Contesto el padre de ella.-

-U-una pregunta.-Hablaba un poco tartamudeante.- ¿SpaceMobile? ¿Ese es el nombre de.. nuestra fábrica de móviles?.-

-Es un nombre muy original Paul.-Decía mi suegro.-

Recuerdos Obsesivos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora