-¡Chicos! ¿van a bajar o que?- gritó Ron desde la sala haciendo que el azabache y yo bajáramos.

Al llegar vimos que Fred y George estaban metidos en una sola bolsa, Ginny y Hermione compartían otra y Ron estaba echado en uno de los sofás acobijado del frío. Busqué con la mirada alguna otra bolsa para dormir pero no había.

-Chicos- respire profundo para no ponerme nerviosa -falta una bolsa.

-Ah si... sobre eso- Ron se rascó su cabeza pensativo -Solo teníamos dos, Fred y George rompieron las suyas las vacaciones pasadas jugando a carreras de sacos.

-Pero no entren en pánico- interrumpió Fred -Ese mueble que ven ahí es un sofá cama- lo apunto con su dedo índice indicándonos cual -Pueden dormir ahí ambos.

No me sentía rara por dormir con Harry, lo que me hizo incomodo fue la mirada decepcionada de Ginny hacia nosotros, le di una sonrisa triste acompañada de una encogida de hombros.

Potter y yo nos comunicamos por un momento a través de nuestros ojos.

¿Te incomoda esto?

No, ¿y a ti?

Tampoco.

Nos dirigimos al lugar donde dormiríamos, era un sofá que estaba un poco apartado de donde estaban los demás, se notaba que era un mueble que casi no usaban por lo distante que estaba de los otros.

Era pequeño así que Harry y yo tuvimos que apegarnos bastante para poder estar cómodos, su espalda estaba rozando la mía.

Todo estaba oscuro y silencioso, todos se habían dormido y yo no lograba conciliar el sueño por pensar en donde podría estar mi abuelo, no me enviaba cartas ni hacía apariciones, me preocupaba. Algo malo tenia que haberle pasado.

Me volteé para encontrarme con el dorso de Harry, sus hombros subiendo y bajando con tranquilidad, escuchaba su respiración. En un movimiento rápido se volteó hacia mi dejando su rostro a centímetros del mío pero con los ojos cerrados, todavía dormido, al parecer.

Se veía tan tranquilo, su cabello despeinado y su nariz y mejillas rojas por el frío. Mis manos estaban tibias así que procedí  con la mayor delicadeza a tocar una de sus mejillas para calentarla un poco sin despertarlo.

Pasé mis nerviosos dedos acariciando de manera sutil su rostro, el olor que él emanaba me daba paz, me hacía sentir segura... como en casa. Las yemas de mis dedos decidieron explorar un poco más su cara y lentamente roce sus labios, lo hice tan despacio que dudo siquiera lo sintiera. Sus labios estaban secos pero también enrojecidos por el frío, sus ojos cerrados sin sus lentes puestos, mis dedos calientes contra su piel fría me agradaba.

Estuve así por un rato hasta que me tomo por sorpresa lo que hizo, Harry abrió sus ojos como si nunca hubiera estado dormido y pasó su mano rápidamente por mi cintura empujándome de manera brusca hacia el, trague con dificultad mirándolo fijamente.

-Pensé que estabas dormido- estábamos tan cerca que podía sentir su respiración acariciando mis labios.

-No he podido dormir- su voz suave y ronca era un leve susurro.

Puse una de mis manos en su pecho tratando de apartarlo pero era absurdo, él era más fuerte.

-¿Por qué no podías dormir?- pregunté tratando de obviar la cercanía que teníamos.

-Imágenes feas, ya sabes, pesadillas cada que concilio el sueño, ¿y tú?

-Me preocupa mi abuelo, no he sabido nada de él.

-T/n tú abuelo es uno de los magos más poderoso e inteligentes del mundo mágico, dudo mucho que alguien pudiera hacerle daño.

-¿Pero y sí si? Él es la única familia que tengo Harry, si lo pierdo ya no tendré nada- me abrazo, apoye mi cabeza de su pecho escuchando los latidos de su corazón los cuales me estaban aportando mucha tranquilidad, cerré mis ojos y me dediqué a concentrarme en ese sonido mientras él acariciaba sutilmente mi cabello.

-Nunca estarás sola porque yo siempre estaré para ti y te cuidaré mientras respire e incluso cuando deje de hacerlo desde cualquier lugar donde me encuentre velaré por ti- con esas palabras decidí abrazarlo de igual manera apegándolo más a mi.

Abrí mis ojos por la luz del día que alumbraba mi rostro, al mirar alrededor me di cuenta que me había quedado dormida en los brazos de Harry y él todavía no había despertado. Con gentileza quite su brazo de mi cintura y me encontré con la mirada de Ginny, me miro con desprecio, claramente había visto la manera en la que me dormí con el azabache.

Salió furiosa escaleras arriba, era la única despierta junto a mi, los demás seguían dormidos así que decidí seguirla para explicarle bien las cosas.

Mariposas negras +18 (Editando)Where stories live. Discover now