Vida De Ensueño

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Katherine despertó gracias a un rayo de luz que atravesó la fina tela de su cortina, sintiéndose feliz se levantó de su cama dispuesta a empezar un nuevo día.

Al salir de su cuarto estaba vestida impecablemente, y su largo cabello negro estaba suelto.

En la cocina estaba su querida madre preparando un rico y saludable desayuno, mientras que su padre estaba leyendo el periódico.

—Buenos días padres — dijo Katherine con mucha alegría

—Buenos días cariño — contestaron sus padres al unísono

—Siéntate a desayunar linda — dijo su madre dulcemente

—Claro, estoy hambrienta — dijo la pelinegra emocionada

Después de desayunar Katherine ayudo a sus padres a recoger y limpiar la cocina, para luego despedirse de ellos ya que ellos se tenían que ir a trabajar y ella se tenía que ir a la escuela.

Ese día el viento soplaba fuertemente provocando que hubiera hojas de árboles volando por doquier. 

La escuela de Katherine quedaba muy cerca de su casa, así que se iba caminando, en el camino se encontraba a sus amigas que también iban a la escuela.

Katherine era popular en su escuela, ella era muy bella e inteligente, había montones de chicos tras de ella, sin embargo ella solo tenía ojos para su novio Estephan: un chico alto, rubio, tenía ojos de color almendra, era muy inteligente y jugaba fútbol, en fin era el chico perfecto. Pero para estar juntos tuvieron que soportar grandes obstáculos pero ya saben lo que dicen: el amor vence todas las adversidades.

Al llegar a la escuela Estephan ya estaba esperando a Katherine en la puerta de la escuela esperándola.

 —Hola cielo — dijo el muchacho mientras le daba un corto beso a Katherine

—Hola amor — dijo ella con mucha dulzura 

Entraron abrazados a la escuela mientras que las amigas de Katherine los seguían por detrás. Al entrar todas las personas que estaban en el pasillo los empezaron a saludar, todos amaban la linda pareja que hacían.

Ellos tenían clases diferentes, ya que él estaba a punto de salir de la preparatoria y ella estaba en su segundo año, así que se despidieron con un corto beso.

Katherine tenía matemáticas, no era una de sus materias favoritas, sin embargo era la mejor en esa materia, bueno, a decir verdad ella era la mejor en todas sus materias, sus maestros la calificaban como una chica prodigio. Después de la clase de matemáticas siguió con su jornada estudiantil.

Cuando salió de la escuela Estephan la acompaño a su casa, ya que tenían una cita planeada: primero irían a el cine a ver una nueva película de romance, irían a comer, a pasear y por último tenían planeado ir a una colina a ver el atardecer.

Y así fue, primero fueron a el cine a ver la película, aunque a decir verdad la mayor parte de la película se la pasaron besándose, al salir de la película fueron a comer a un gran y hermoso restaurante que quedaba cerca de el cine durante toda la comida se la pasaron viéndose uno a el otro, al salir de comer fueron a pasear a el parque, alimentaron a los patos y compraron un helado. Por último subieron a una pequeña colina, en la cual extendieron una manta y se sentaron abrazados mientras veían un hermoso atardecer.

"Soy tan feliz, amo mi vida, me siento tan bien" pensaba ella con mucha alegría cuando todo fue interrumpido por la conversación de dos doctores que la observaban desde el otro lado del vidrio con tristeza.

—¡Largo! ¡Váyanse! ¡Los odio! ¡¿Por qué interrumpen mi cita?! — gritaba enojada la joven, mientras iba por una silla con la cual le pegaría a el vidrio muchas veces.

Los doctores salieron corriendo y pidieron que entraran a su cuarto a inyectarle unos tranquilizantes.

Katherine cuando vio llegar a esas personas con las agujas intento defenderse pegando, mordiendo, gritando, sin embargo sus esfuerzos fueron muy nulos ya que la terminaron inyectando, mientras caía en la cama pensando en cuanto los odiaba los doctores volvieron a observarla sabiendo que no mejoraría.

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