─Se llama el bosque prohibido por una razón, Alena.
La primera vez que Alena habla con aquel niño de ojos tristes fue en el borde del Bosque Prohibido en su primer año.
El Bosque Prohibido. Un lugar lleno de secretos oscuros y peligrosos. Allí, sin...
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FLASHBACK primer año
POV DRACO
Le había llevado más de 2 horas a Draco lograr alejarse de Crabbe y Goyle. Esos dos idiotas estaban pegados a él como uña y piel.
Él estaría condenado si alguien lo veía derramar una sola lágrima. Así que aguanto todo el tiempo que pudo. Y tan pronto como pudo, escapó.
Caminó y caminó sin siquiera detenerse al darse cuenta que se internaba en el Bosque Prohibido.
Estuvo caminando en círculos una y otra vez, pero no le importaba. Él sabía que si se detenía, sus pensamientos se apoderarían de él y la presión en su pecho lo haría derrumbarse.
Empezó a correr sin dirección alguna hasta que sus pequeñas piernas no pudieron más. Draco se dejó caer contra el tronco de un árbol, y con un gran suspiro dejó escapar un sollozo mientras las lágrimas se deslizaban por su rostro.
POV ALENA
El primer año de Alena Zenith estaba muy lejos de ser bueno, pero ella se negaba a pensar en ello así que agarró su libro y comenzó a caminar hacia su lugar favorito para leer.
Los libros la habían ayudado a sobrevivir los últimos meses, años en realidad. Eran una forma de escapar de su realidad aunque sea por un tiempo. Las palabras tienen un poder muy fuerte en ella.
Alena caminó hacia su lugar, un árbol en el Bosque Prohibido con ramas bajas que formaban un pequeño techo y raíces grandes creando un espacio en forma de cueva.
De repente escuchó un sonido.
Su primera reacción fue asustarse, estaba en el bosque prohibido, Merlín sabía lo que podía haber allí.
Se quedó quieta, debatiendo entre esconderse o salir corriendo.
Hasta que se dio cuenta de que lo que estaba escuchando eran pequeños sollozos. Se asomó detrás de un árbol para ver que el sonido provenía nada menos que del infame Draco Malfoy.
Él estaba sentado en su lugar, llorando como un bebé. Nunca se había imaginado ver a Malfoy llorando, una parte de ella quería reírse. Él tenía el típico carácter de chico arrogante, pero sus sollozos le recordaban a un cachorro herido.
Ella caminó hacia él a pesar de que su cabeza le decía que hiciera lo contrario y lo dejara en paz.
Se dio cuenta demasiado tarde que no tenía idea de lo que iba a hacer o decirle, así que se quedó allí mirando a Malfoy limpiarse furiosamente la cara, esperando que hubiera sido lo suficientemente rápido como para que ella no se diera cuenta. Pero sus ojos rojos y las lágrimas secas en su rostro eran difíciles de pasar desapercibidas.
Él la ignoró cuando ella se sentaba a su lado. Alena finalmente se decidió por un simple.—¿Qué pasa?
—Vete.—respondió Malfoy.
En cambio, Alena abrió su libro y comenzó a leer.
No habían pasado más de 5 minutos cuando Malfoy comenzó a decirle que era su cumpleaños pero sus padres lo habían olvidado, y ninguno de sus amigos, ni siquiera Crabbe y Goyle le habían deseado un feliz cumpleaños. Terminó sus penas con un sollozo dramático.
Lo que no le dijo fue que hace un par de días su padre lo había visitado y aunque había pensado que era para traerle un regalo de cumpleaños, lo que en realidad recibió fue un golpe de cumpleaños, cortesía del bastón de su padre.
Alena metió la mano en el bolsillo de su bata, sacando una pequeña piedra preciosa de color verde en forma de corazón, y antes de que pudiera arrepentirse, la puso en la mano de Draco.
—¿Qué es esto?—Curiosamente la dio vuelta en sus manos.
—Es mi amuleto de la suerte, lo traje para no sentirme sola. Mi madre y yo la encontramos junto al río detrás de mi casa.
—¿Por qué me lo das?
—Quiero que lo tengas. Feliz cumpleaños.
Ella abrió su libro y comenzó a leer nuevamente, pero él dijo:—¿Pero ahora no te sentirás sola?
—Podemos estar solos juntos.
Comenzó a leer y escuchó un pequeño 'hmm' de Draco.
Después de unos 15 minutos de lectura de Alena, Draco comenzó a tararear con una pequeña sonrisa, todavía sollozando de vez en cuando.
Se quedaron allí en el pequeño espacio debajo del árbol durante horas hasta que el sol comenzó a esconderse, dándole al bosque unos ardientes tonos dorados. Estaban en su pequeño mundo propio lejos de todo lo que los perseguía.
Pero en la oscuridad, las cosas que nos acechan pueden regresar arrastrándose fácilmente.
POV NARCISSA
Narcissa Malfoy suspiró y guardó el pequeño suéter en un cajón. Lo había hecho para su pequeño y había planeado enviárselo por su cumpleaños, pero Lucius había regresado temprano de su viaje y le prohibió hacer tal cosa.
Se había enojado con el chico por tonterías.
—Es sólo un niño.—suplicó.
La respuesta de Lucius había sido una fuerte bofetada en la cara.
Se agarró la mejilla, en donde la marca se había desvanecido de un púrpura a un rubor rosado. Las lágrimas se formaron en sus ojos, pero no las dejó caer.
