-No tuviste que hacer eso.

-Si, si tuve, yo no la quiero, no quiero estar con ella.

-Cometes un error -dije.

-¿Qué sabes de eso? Solo yo sé lo que siento.

-¿La has dejado por estar conmigo? ¿Hasta ahora? Llevabas días mintiéndome.

-Eso era lo que no quería, por eso debía dejar las cosas claras con ella.

-O sea que, de un lado estaba Alanna, del otro yo, ¿Yo era una opción, Anthony? ¿Me estás tratando de decir eso? ¡Estás loco!

-No, no quise decir eso -Anthony me tomaba por los hombros queriendo impedir que me fuera.

-Lo has dicho, si no era yo, seguirías con ella, aparecí yo y cambia todo, sigue con ella, An ¡Ve con ella! Yo no soy opción, no la dejes por mí.

-Tú eres a quien quiero, a quién amo, lo sabes.

-No sabes amar tampoco, pues entonces te hubieras alejado de Alanna hace más de un año.

-Lo sé, perdón, lo sé, lo sé... Danny, no, no te vayas -me solté de sus manos, me subí a mí auto. Lo vi quedarse varado mirando como me iba.

«Créeme, me duele más a mí, pero es por tu bien» Hubiera querido decirle.

Tal vez pude escucharlo, pude entenderlo, perdonarlo, alegrarme de que quisiera estar conmigo, pero ¿Qué soy yo? Le hago un favor, no sabe en lo que se mete, cree entenderme porque su especialidad indica que es su deber, una demente que se fragmenta cada que un golpe le pasa por la espalda, una tonta que cree que puede ser normal, una ilusa que sueña con olvidar, mi máxima meta en la vida es llegar a padecer Alzheimer con progresión rápida.

«Esta es tu vida»

El corazón me latía rápido, sentía un hueco en el pecho, un vacío inmenso que se me salía del cuerpo ¿A esto le llaman corazón roto? Porque late, pero siento que no está. ¡Qué difícil! Las películas lo pintan tan sencillo, se conocen, se quieren y felices por siempre, pero el día a día es otra cosa. ¿Para qué hacer todo lo que hizo si no estaba seguro? Dormí con él, me besó, casi no puse resistencia a nada ¿no era obvio que estaba por caer por completo? ¿Por qué se esforzó tanto para nada?

Pero ¡En fin! Puedo pensar ahora en mí, en mi graduación, mi vestido y... en que igual estaré sola, tal vez solo un rato.




A N T H O N Y

Soy un idiota, el más idiota, deberían coronarme en este momento como el mayor imbécil de todos los tiempos. Vi a Danny mirarme por el retrovisor, sus ojos es lo que más me duele, aunque muchos esperen ver expresiones con los parpados y aparentemente el rostro de Dannielle sea inexpresivo, sus pupilas siempre hablaban mucho, sé que no lloro en este momento, pero internamente... ¡Joder! Me tortura pensar todo lo que pasa dentro de ello, lo que menos quería causar era un daño en ella, me jure nunca hacer nada que pudiera herirla y fue lo primero que hice ¡Maldita sea!

-No soy el único imbécil ahora -escuché una voz acercarse y regresé a ver-, lo vi, no diré que me alegra, pero ahora no soy el único idiota.

-Almond, juré que te rompería la cara cuando te viera.

-Hazlo, ya ni me dolería, me hice insensible al dolor hace tiempo. Se fue ¿Eh? Así se fue también de mí, me azotó la puerta y ya, no pude ni ir tras ella, soy culpable.

-¿Qué dices? Pero vas a casarte nuevamente, todos en el aula de maestros hablan de ello.

-¿Quieres ir? Hay invitaciones de sobra, Leena imprimió tantas invitaciones como para todo Hamlëin -Marck sacó una invitación de su bolsillo y me la dio.

¿"Nuestra historia de amor"? -¿tu invitación dice esto y aquí vienes a hablarme con esa voz de desamor por Dannielle?

-No la diseñé yo.

-¿Por qué te casas entonces? -pregunté.

-No tengo idea ni de por qué lo estoy haciendo ¿Por compromiso? ¿Por mi antiguo juramento al altar? No sé, la verdad es que no podría volver a sentir nada por nadie, esto es lo que me queda, el amor de mi vida se fue allí, en ese minicooper rojo.

-Bueno, tenemos eso en común.

-¿Qué pasó?

-Tuve una relación desde hace cinco años, a Danny no siempre la vi de esta manera, vamos, la conozco desde sus 14 años, era una chiquilla en ese tiempo, pero cuando la di de alta y vino a sus primeras citas externas, vi en ella algo que quería, para eso yo estaba con Alanna, es una buena mujer, no tengo nada malo que decir, pero no siento lo mismo que cuando estoy con Danny, entonces no sabía que decirle, solo comenzaba a evitarla, dejar de responderle, ausentarme, no tuve el valor de pararme de frente y dejarle claro las cosas, quería que ella lo hiciera con mi indiferencia, pero no, solo llegaba a discutir, recién fue a hacerme un drama al consultorio porque llevaba más de 2 meses de ausencia y sé que Danny fue y estoy segura que Marina le dijo todo, mi enfermera, no se le escapa nada y en fin, ahora lo sabe. Cree que la he engañado, pero no, no es eso, o sea, solo me faltó una palabra, decirle adiós a Alanna, pero yo no quería lastimarla, quería obligarla a dejar de quererme, irme sin decirlo, pero no funcionó.

-¿Y cómo sigue? Quiero decir ¿Su salud mental? Desde lo de...

-Nada bien, está muy mal y eso me preocupa, que tanto tiempo esté sola, no es bueno para ella, en el silencio, la mente hace más ruido.

-¿No es gracioso? -Marck soltó una risilla.

-¿Qué es gracioso?

-Todo, lo que pasó en su vida, es un cuento de terror, se libera para vivir y no puede, no conoció amor, lo conoce y la dañan, somos unas bestias.

-Los humanos son unas bestias ¿Raza inteligente? Somos unos criminales, diferente ocupación, pero criminales al final, desplumando ángeles cuando los tenemos enfrente -Marck río.

-También le decía que era un ángel.

-Lo es «sin un ala» -Suspiré-, bueno, igual seguiré con mi misión.

-¿Qué es? -saqué un papelito de mi saco.

-Esto.

-¿Peony Blackwood? ¿Blackwood? ¡Oh, por Dios! ¡Anthony! ¡Esto es maravilloso! -Marck sabía de quien hablaba.

-Lo es, tengo que llamarla.

No me llames locaWhere stories live. Discover now