My Prince [PP #2]

Capitulo 1

Michael caminaba por los pasillos de aquel inmenso castillo, apenas podía asimilar que Elliot, ese pequeño chico un poco malhumorado, fuera un príncipe. ¿Cómo fue que llegó a ese lugar? Esa pregunta surco su cabeza pero rápidamente vino a su cabeza la más que obvia respuesta; suspiro revolviendo sus cabellos, sintiéndose triste por la vida del menor, preguntándose cómo fue que descubrieron ese secreto, no quería preguntarle porque no sabía cómo le afectaba al azabache, preguntar era imposible, no conocía a nadie y Bianca parecía mirarle mal, no sabía que haría ahí y aunque era bueno hablando con los demás dudaba que los demás quisieran hablar con él, más sabiendo de donde venía.

Gruñó un poco, veía empleados pasar sin que le prestaran atención, todos iban de un lado a otro, cargando cosas, limpiando; todos portaban un uniforme del color emblemático de la familia Kurose. Las chicas portaban vestidos purpuras con delantales, medias y guantes blancos, acompañado de zapatos oscuros. El largo del vestido no debía pasar arriba de la rodilla, si ensuciaban alguna de las prendas debían cambiarlas, el cabello debe ir recogido si su cabello pasaba de sus hombros, no importaba como, solo no debía ir suelto y más si se encargaban de la cocina; en el caso de los hombres era una camisa purpura, pantalón, chaleco y corbata negra, guantes blancos, zapatos oscuros; el cabello bien peinado y al igual que las chicas, si era largo debía ir atado, cambiar prendas sucias. Los delantales, chalecos y vestidos portaban el escudo de la familia Kurose bordado en oro y plata. Todos portaban el uniforme de forma cabal, luciendo elegantes y animados.

«Así que esa ropa usaré» pensó Mica al ver a los empleados pasar, sintiéndose un poco extraño. Dobló en una esquina, llegando a la sala principal donde solo se veía a un señor mayor que apenas le prestó atención, observaba con atención cada detalle del lugar, maravillándose con cada detalle de aquel castillo, todo estaba minuciosamente acomodado, limpio, nada fuera de su lugar; tanto que sentía que hasta con respirar podía ensuciar o desacomodar algo.

—Que nervios estar aquí, me siento peor que en esa cárcel juvenil —murmuro para sí mismo, se abrazó a si mismo tomando un pasillo al azar.

Veía los cuadros de los reyes que ha habido en Ademis, la familia Kurose, la familia Frigland, la familia Hozaki, la familia Gardeli; centrándose más en el cuadro de Opal y Mauri Kurose, le parecía un cuadro singular, era una pareja muy bella pero sentía algo raro en ella. «Tal vez luego le pregunte a Elliot» se dijo a sí mismo antes de seguir avanzando con calma por aquel pasillo, aunque entre más se acercaba más cosas raras escuchaba, ruidos que conocía muy bien que le daban curiosidad, le daba curiosidad quienes estarían coqueteando (y tal vez manoseándose) al final de donde lleve aquel pasillo.

—Ja-Jakov, basta a-alguien puede venir en cua-cual... cualquier momento —jadeo cierto rubio de ojos verdes, su voz sonaba entrecortada y su voz era acompañado de unas risas. Michael entraba en curiosidad, ¿qué estaría pasando ahí?, daba un paso y más ruidos lascivos se escuchaban.

—Mientras el príncipe y su prometida estén ocupados haciendo sus espectáculos estrafalarios nadie va a revisar aquí, no te preocupes, dulzura —la voz claramente más grave que la anterior podía tener razón, pero no contaban con que un curioso pelirrojo teñido estaría revisando cada lugar y recoveco. Se volvieron a escuchar risas, besos y jadeos, Michael asomó su cabeza por la puerta viendo a dos hombres pegados a la pared, uno rubio esta arrinconado abrazando al hombre que lo aprisionaba pero se le veía bastante feliz así — Me parece que si alguien se asoma sería Monique y ella sabes que no...

Ambos voltearon, viendo al pelirrojo que los veía con curiosidad y que sonrió con nervios cuando lo atraparon. El rubio dio un salto, separándose sonrojado hasta las orejas, sin saber dónde meterse; en cambio el otro hombre se mantenía sereno y hasta cierto punto un poco molesto, se cruzó de brazos, analizando al chico.