09 🤎

1.8K 112 14
                                    

Narra Número Cinco

Buscamos a Diego por todas partes y no lo encontramos.

¿Estaría bien?

Aún me dolía un poco la mandíbula por el golpe de Pogo, pero intentaba concentrarme en la situación

Agarré a Annie de la mano y nos teletransportamos hacía unos callejones oscuros. Era el último lugar donde podría hallar, pero no lo encontramos.

—¿Si tal vez él nos está buscando por la fábrica? —musitó Annie quien me miraba preocupada por lo que me causó Pogo

—No lo creo —pronuncié— Posiblemente papá ya debe estar ahí. ¿Te parece si vamos a casa?

—Está bien —dijo ella y siguió caminando

—Espera —musité y la agarré de la cintura— Teletransportémonos hasta el auto

En ese instante llegamos allá y conducimos a la casa de Elliott.

Al llegar vimos a Diego herido. Quien debió hacerlo fue papá sin duda.

Mi hermano estaba junto a la desquiciada de su novia o lo que sean ambos. Parecía estar dormido

Entonces Annie y yo nos acercamos hacia allá.

—Ouch, no está muerto —dije sarcásticamente

—¿Decepcionado? —bufó aquella desquiciada

—¿De verte? Siempre —contesté tomando un trapito de la mesa

—Tanta hostilidad para ser tan pequeño —musitó— Me pregunto si Annie ya se acostumbró a esa hostilidad o si tal vez ya pudo doblegar ese raro corazón —dijo esta vez mirando a Annie quien solo reía

—Vete a la mierda —respondí a punto de quererle caer a golpes

Entonces esa loca quedó mirando mi rostro

—¿Te cortaste afeitándote? —al decir eso me limpié la sangre de la barbilla— Te enseñare a hacerlo como un hombre de verdad

—¡No! me encontré con un viejo amigo de la familia —suspiré

Detrás de nosotros se escuchaba a Elliott roncando y enseguida Annie fue a taparlo con una manta

Después de un rato yo solo daba vueltas y vueltas pensando en cómo salvar el jodido mundo sin causar más desordenes temporales.

Elliott seguía roncando, Diego seguia dormido y la desquiciada aun lo estaba cuidando. A mí lo único sé que se me ocurría en ese momento era ir a ver a Annie.

Entré a su cuarto y la vi leyendo un libro. Se veía tan bella que mi pecho latió rápido pensando en ella de formas correctas e incorrectas

Entonces sintió mi presencia y me regresó a ver.

—¿Todo bien? —me preguntó mientras cerraba su libro y se sentaba a la orilla de la cama.

—Si eso creo —suspiré— Yo quería pedirte disculpas por tener que ver a tu tío amarrado a una silla. Sucede que pensó que éramos espías o algo así y quiso atacarnos. Nosotros solo nos estábamos defendiendo —musité

Ella se levantó de la cama miró hacia la ventana y también lanzó un suspiro

—Entiendo —hizo una pausa larga— A veces mi tío puede llegar a ser muy desconfiado y actuar extraño —admitió— Pero si me molestó verlo así. Después de todo el es lo único que tengo en la vida —proclamó

—Lo siento tanto —me limité a decir— En verdad mi hermano y yo estamos agradecidos por todo lo que tú y él han hecho por nosotros. Francamente si no hubiera venido aquí, creo que muchas cosas no tendrían sentido en mi vida —no pude evitar acariciar su cabello y acomodarle un mechón

UN PASADO JUNTO A TI (Número Cinco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora