play date, Bakugo Katsuki

𝖕𝖑𝖆𝖞 𝖉𝖆𝖙𝖊, 𝖖𝖚𝖆𝖗𝖙𝖔 𝖌𝖎𝖔𝖈𝖔

Me subo encima de ti,
te quiero montar, como haciendo
ejercicios de Kegel, ¿quieres ver
que hay dentro?

Kuroo sonreía con superioridad por primera vez en un año de relación. Treinta minutos después de encontrarse mirándose, ahora el peliverde tenía a su merced a Katsuki Bakugo, lo había derrotado al saber como manejar su cuerpo, justamente en una posición no extraña para sus compañeros pero si para sus maestros. El oji-naranja mantenía presión en la zona de la pelvis del rubio ceniza mientras apuntaba con su puño cerrado a la cara de su novio.

Katsuki no sabia como sentirse, por un lado enojado, nadie jamás le había ganado, por el otro, excitado, jamas había visto a su novio dominante, aunque claro, la fuerza que mantenía en su cuerpo se estaba disminuyendo, Kuroo era pasivo por nacimiento, no podía reprimir su deseo sexual al igual que su papel en la relación, y ver a Katsuki Bakugo derrotado, debajo de el lo hacia sentirse motivado.

El rubio ceniza se dio la vuelta en un movimiento rápido con su pareja encima, los papeles se habían invertido, Bakugo mantenía su rodilla haciendo presión entre las piernas del otro, con su codo oprimía la mano dominante de Kuroo y su mano ocultaba su rostro.

Los estudiantes aplaudieron, a pesar de ser un encuentro retardado fue entretenido, ambos tenían un excelente potencial para ser héroes, un estilo de batalla impresionante al igual que reflejos, contraataques, entre otros. Para los maestros no era de alegrarse, pudieron notar varios movimientos fuera de lugar, entre esos dos candidatos a héroes no existía compañerismo o peleas limpias, había más, pero no se podían meter, solo podían observar a detalle.

─Te jodi nene, como siempre lo hago ─susurró Bakugo sobre el rostro de Mikoshiba para dejarlo libre.

Escupeme en la cara y
mirame a los ojos, mi vagina
está mojada, sumérgete en ella.

Mikoshiba Kuroo sintió la necesidad de pedir por su alma, sus piernas temblaban, tenia una erección, sus compañeros casi no lo dejan ir por enfrentarse a Bakugo, tenía muchos problemas ahora mismo, lo único que deseaba era llegar al baño lo antes posible, pero eso no estaba en los planes de un rubio ceniza, quien lo sujeto fuertemente de la muñeca para encerrarlo en el cuarto de un conserje.

─¿Qué estas haciendo Katsuki? ─la voz de Kuroo era débil, eso excitaba más a su novio.

─Mi amor, me provocaste una erección en el campo, debes tener un castigo, ¿no crees?

En es momento Kuroo sintió el verdadero terror, pensó que sería como los mangas Gore donde el protagonista tiene que pasar por eventos desastrosos para superar los traumas del pasado, en este caso no había nada que pagar y el evento era satisfacer a un novio que no tenia fin en correrse, comprobado por el trasero de Mikoshiba.

─¿Qué debo hacer?

Katsuki se quito los pantalones y boxer, antes de que Kuroo empezara su trabajo, su novio sacó un ingrediente más, con pequeño aparato a control remoto, estaba perdido.

Para suerte de Bakugo, su novio ya estaba empapado, lo suficiente abierto como para ingresar algo, así que cuando Kuroo empezó con la felación, el vibrador comenzó a hacer lo suyo estimulando perfectamente la próstata, como siempre se aseguraba Katsuki.

Dependiendo del trabajo del oji-naranja era la velocidad del vibrado, pero el rubio ceniza estaba casi perdiéndose y su compañero ya estaba sacando líquido pre seminal, debían acabar, independientemente de que aun tenían clases.

La mano áspera y grande de Bakugo se poso sobre el cabello revuelto de Mikoshiba, comenzando a penetrarlo oralmente a su vez, subía la intensidad del vibrador, ambos se tenían que correr al mismo tiempo, entre más rápido fuera seria mejor, la garganta de Kuroo se sentía cada vez más angosta, estaba a punto de llegar al orgasmo, tenía que ser ahora o no sería nunca.

─Hazlo, quiero que te ahogues con mi semen en tu linda boca de gatito ─y ambos llegaron al orgasmo.

Kuroo amaba que Katsuki hablara sucio sobre él, Katsuki amaba la forma en que Kuroo chupaba su pene como si fuera una paleta con relleno y así era. Como siempre, el sabor de Bakugo era dulce.

─Esto no queda aquí ─el rubio acomodo a su novio y a él mismo sin quitar el vibrador─, eso se queda ahí, mañana no hay clases y te voy a romper hasta que pidas más.

Como bonus, Bakugo saco de su bolsillo un papel para dárselo al igual que un beso en la mejilla para retirarse, era la canción del fin de semana, Kuroo sacó una sonrisa al mirar cual era, ya sabia lo que le esperaba.

Atame como si no lo supiera,
es un juego de roles y llevo puesto un disfraz,
quiero que estaciones esa gran camioneta en este pequeño garaje, vente en mi,
hazme gritar, hazlo en público,
como haciendo un escándalo.
WAP, CARDI B FT MEGAN THEE STALLION.