ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ ᴏꜰ ɴᴀʀɴɪᴀ | ᵉⁿ ᵖʳᵒᶜᵉˢᵒ

SKANDAR KEYNES

Personaje: Skandar Keynes

Advertencia: Ninguna

Las clases en la universidad se hacían cada vez más y más tediosas. Los horarios eran molestos. Iniciaban desde muy tempranas horas de la mañana y culminaban a muy altas horas de la noche.

(T/N), se encontraba cansada, y molesta, aquel día no le había ido del todo bien. Se acomodo en su asiento y procedió a leer su libro.

Había avanzado varias páginas hasta que sintió un pequeño roce en su rodilla. En ese momento no le dio importancia, supuso que era porque el tren se encontraba casi lleno. Pero minutos después sintió lo mismo, en esta ocasión alguien había posado su mano sobre su pierna. Aquello no era un error.

Ella se paralizó, temió lo peor, se removió en su lugar y busco ayuda con la mirada, esperaba que alguien se diera cuenta de lo que ocurría. Las personas parecían no notarlo o quizá sólo la ignoraban.

La fuerza y la valentía la habían abandonado, se sentía fuera de sí.

El aire no llegaba a sus pulmones. Siempre supo que tomar un tren a altas horas de la noche era peligroso, más si se encontraba sola, sin nadie que prestará atención. Por esa razón tomaba asiento cerca de las puertas o en algún lugar donde las personas puedan verla. Pero en aquella ocasión la habían enviado hasta la parte de atrás.

Su cabello cubría una parte de su rostro, sentía el movimiento de sus manos subir, apartó su mano con su libro. Él intento tocarla nuevamente, pero ella se removió hacia su izquierda, justo en el momento exacto que él tren se detenía en una estación.

Solo en ese momento sintió que el aire volvía a sus pulmones, y que aquellos nervios desaparecían junto a su miedo.

(T/N) esperaba que aquel muchacho bajara en esa parada, pero él continuaba a su lado, sin la menor intención de moverse. Entonces se movió un poco más.

Oyó un golpe y un quejido que provenía del suelo.

Ella se asustó al ver a la otra persona en el suelo. Se puso de pie de inmediato y lo ayudó a incorporarse.

-Lo siento tanto, yo...

-Descuida -sonrió -era parte del plan.

Ella sonrió, le pareció simpático. Aunque no entendía a que se refería.

-Creo que nos conocemos.

Ella lo observo pensativa.

-La clase del Profesor Louis -respondio contenta.

El profesor Louis era uno de los docentes que mejor comprendía la situación de sus alumnos o amigos cómo solía decir. Desde inicios les había pedido que le dijeran profesor o sólo Louis.

-Hicimos un trabajo juntos -aclaró Skandar.

-Cierto, aunque creo que sólo lo hiciste tú. -dijo apenada.

Él negó y sonrió.

-Soy Skandar, por si no lo recuerdas -se presentó, extendiendo su mano.

-(T/N) -respondió.

-Lo sé -sonrió -es un gusto volver a coincidir contigo, (T/N). Pero ahora seré yo quien tome tu lugar, para evitar otra caída.

-Me parece perfecto -sonrió ella.

◆❃◆

-Entonces de pequeña creías que los trenes eran cómo gusanos de tierra -dijo divertido.

-Si, pero deja de reírte. -ordenó cruzando sus brazos.

-Bueno cuando era niño creía que la nieve era de azúcar. Así que estamos casi igual.

-El tuyo supera el mío, Skandar. No te imagino yendo por la calle probando nieve. -rio divertida.

Skandar se había consorjado ante su comentario.

Ella había empezado a reír. Al imaginarlo probando nieve, el sornrojo en el rostro de Skandar le había parecido tierno.

-Creo que te veías tierno -confesó.

-Gracias, por eso -sonrió.

El ambiente se sentía cómodo, había olvidado lo ocurrido hace instantes. Entonces entendío el plan del que le había hablado Skandar.

-Gracias -sonrió.

-Lo que sea por ti -respondió sin ningún titubeó de por medio.

◆❃◆

-¿Siempre pasas por lo mismo? -preguntó cuando bajaron del tren.

-En realidad no -suspiro -hoy fue la primera vez que algo cómo eso sucede. Fue aterrador. -dijo abrazándose así misma.

Skandar se había dado cuenta de lo que ocurría, ella se había removido y él había provocado una caída, para así llamar su atención. Aquello había sido un plan improvisado y el hecho hecho de ser un actor lo había ayudado.

-Te parece bien si te acompaño.

-Claro, creo no hay problema -sonrió pasando un mechón de su cabello por detrás de su oreja.

Skandar sonrió ante su respuesta.

Entre risas y anécdotas ambos habían llegado a la casa de (T/N).

-Gracias por lo del tren y por esto.

-Lo que sea por ti -respondió, causando un sonrojo en su rostro.

-Bueno nos vemos en clase -dijo ella.

-No -negó -mañana vendré por ti. Y dile a tu padre que quizá en un futuro se convierta en mi suegro. -dijo divertido -Así que no debe desconfiar de mi.

Ella lo observó sorprendida y divertida.

-Algo dentro de mí me dijo que estarías en peligro. Entonces te seguí. Esto me hace ver cómo un acosador, pero prometo que no es así. Solo quise asegurarme de tu seguridad. Y por favor acepta mi oferta de ser yo quien te recoja de casa y te traiga a ella sana y salva. Aunque la oferta también incluye chistes malos...

-Gracias -sonrió -Y creo que por el momento solo le diré sobre traerme y llevarme.

-Bueno me conformó con eso, solo por ahora -dijo con una sonrisa ladina.

Ambos se despidieron con un ademán y una sonrisa en sus rostros.

-Llámame cuando llegues a casa.

-¿Te preocupas por tu futuro esposo? -inquirió divertido.

-No, sólo me preocupa tu seguridad -respondió.

-Es exactamente lo que pensé -sonrió -Quizá tu y yo en un futuro no muy lejano, la conversación sea otra -agregó recordando el consejo del profesor Louis, por el cual estaba agrecido.