1986

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Mis brazos dolían pero no importaba, el resultado era impresionante y me sentía jodidamente satisfecha. Había sido un poco bruta al haber elegido que en un mismo día me llenaran los brazos de tatuajes.

En mi izquierdo tenía tatuado la mascota de Metallica "scary guy" junto con un bajo eléctrico a un lado. En el derecho me había tatuado mi apellido el cual estaba tan orgullosa junto con un dragón. Me sentía feliz porque cada uno de ellos tenían un significado. 

 No me había dado cuenta de que ya había llegado al lujoso edificio donde había varias celebridades, modelos y paparazzi.

Salí de mi trance y baje del coche. La gente me miraba como si estuviera loca pero yo los ignoraba y me acerqué a la puerta principal donde se encontraban los guardias de seguridad guardando la entrada.

-señorita no puede pasar, este es un evento privado- dijo el tipo de lentes oscuros.

-Ya pero resulta que yo fui invitada, Soy Elizabeth Burton- dije mirando al tipo con el ceño fruncido.

-aquí no consta ninguna Elizabeth Burton- dijo otro revisando una lista en su teléfono.

-Elizabeth Jhonnson- dije rodando los ojos. 

El tipo busco de nuevo y asintió.

Se hizo a un lado para dejarme pasar y yo entre por la puerta para encontrarme con una sala enorme con alfombra roja y varios paparazzi. Miré para todos lados un poco perdida, este lugar no era lo mío.

Reconocí a mi madre a lo lejos hablando animadamente junto a más gente y posaba para las cámaras. Todos iban vestidos de etiqueta y yo iba...bueno ya saben. Era como un águila en una pecera llena de peces payaso. Sonreí para mis adentros y me encaminé hacia ella. Había camareros con bandejas ofreciendo bebidas en pequeñas copas. Le arrebaté una botella de ron a uno de ellos, nunca había probado el alcohol pero sentía que está vez haría lo que fuese para vengarme de mi madre.

Cuando estuve tras ella pasé mi brazo por sus hombros.

-Hola madre, mira quién vino- dije con sorna.

Ella se sobresaltó en sí lugar y me miró horrorizada. Parecía que ahora toda la atención estaba sobre nosotras. Los paparazzi comenzaron a tomar fotos a lo loco mientras escribían en sus libretas. 

-Que diablos hiciste Elizabeth- dijo en un susurro enojada mirándome.

Le di un trago largo a la botella mientras tosía, el líquido era amargo.

-Tu me invitaste mami- dije bien alto para que todos escuchara bien.

-No eres mi hija!!!- dijo empezando a perder la paciencia.

-Te avergüenzas de tu hija verdad?- 

-Claro si eres una bruta descuidada y asquerosa!- 

-bueno yo no fui la mala madre que ni siquiera me prestó atención un mísero día de mi vida-

Los paparazzi apuntaban todo y grababan la conversación como si hubieran hallado oro.

No paraban de tomar fotos entonces miré a las cámaras y saqué mi dedo de en medio para luego salir de ese horrible lugar de gente rica.

Cuando salí sonreí victoriosa, caminé por las calles de Nueva York, era de noche y hacia un poco de frío, me arrepentí de no haberme llevado una chaqueta pues la camiseta era de mangas. Caminé por horas sintiéndome a pesar de todo vacía, como desearía poder tener a mi abuela de vuelta, que nada de esto hubiera pasado y que estuviese todavía viviendo en esa encantadora casa de Colorado.

Hasta la luna roja (James Hetfield / Metallica)Där berättelser lever. Upptäck nu