Bizarre [JaeYong]

d i e c i n u e v e

—Me duché en la mañana.

—¡Dios! —puso una mano sobre su pecho.

—Hola... —saludó mirando el desastre que había sobre la isla—. ¿Qué haces?

—Darán un maratón de Bob Esponja en la televisión y me enteré hace un rato de que soy el anfitrión—suspiró.

—¿Estás molesto? —preguntó cuidadoso.

—Estoy más que molesto—comenzó a batir la mezcla para los pastelillos con demasiada fuerza—. Lo peor es que no puedo ni llamar a los padres para cancelarles porque me daría más vergüenza a mí... y además no encuentro mi celular—susurró.

YoonOh rio. Si se enterara en ese momento que Jeno lo tenía, se molestaría más.

—¿Necesitas ayuda?

TaeYong no iba a aceptar su ayuda, pero estaba a nada de volverse loco.

—¿Podrías ir a comprar jugo?

YoonOh asintió con una sonrisa que mostraba sus hoyuelos.

—N-no cualquier jugo. Sacaron unos edición de Bob Esponja—esbozó una sonrisa—. ¡Ah! Dos botes de helado de chocolate, por favor...

Cuando TaeYong le dio efectivo suficiente para las cosas, YoonOh lo tomó sin pensarlo. En otras circunstancias, le hubiera dicho que él pagaba, pero ya no podía darse ese lujo. Fue directamente al supermercado y luego de comprar lo necesario, volvió a la casa de los Lee.

Cuando entró a la casa de los Lee, sus fosas nasales fueron invadidas por un delicioso aroma a chocolate.

—Huele bien.

TaeYong dio un saltito en su lugar.

—Me vas a provocar un infarto—volvió a sobar su pecho.

—Espero que no porque eres el anfitrión de esta noche—dijo divertido y metió las cosas a la nevera para luego darle el cambio y el ticket al mayor.

TaeYong agradeció y sin revisar el papelito, lo hizo bolita y lo tiró a la basura.

—Será mejor que suba a darme una ducha porque no tardan en llegar.

YoonOh asintió y en cuanto el pelinegro subió, comenzó a limpiar todo el desorden.

Estaba lavando los utensilios, cuando el timbre comenzó a sonar. Secó rápidamente sus manos y se dispuso a abrir, pero se encontró con Jun en el pasillo.

—Papá dice que reciba la pizza, por favor—le dio la billetera tímidamente.

Luego de poner la pizza junto a la billetera sobre la isla, siguió limpiando en silencio.

—No debiste...

Ahora fue YoonOh quien dio un saltito en su lugar.

—No es nada—se encogió de hombros—. ¿Quieres que prepare palomitas?

TaeYong sonrió ampliamente mientras asentía con la cabeza.

—¿Y si las preparas tú mientras te digo como hacerlo?

—No quisiera arruinar el maratón de Bob Esponja.

—No lo vas... —fue interrumpido por un grito.

—¡RenJun llegó! —Jeno bajó corriendo para abrirle a su amigo.

—¡Ya voy! —su padre le respondió con voz dulce—. Creo que ya no hay tiempo para eso—rio mientras el menor negaba.