-Bien, gracias - dijo Liviana, la Sra. Rose salió de la habitación dejando solas a Liviana y Jayne -. No puedo creer esto, apenas llego y lo primero que encuentro es a una mujer que de repente sabe todos los chismes de Londres.

-Debo reconocer que es muy buena, ¿cómo hizo para saber lo de la anulación de tu matrimonio, si los únicos que lo sabían éramos nosotros? - dijo Jayne pensativa.

-Solo espero que la Sra. Rose tenga razón y esto sea olvidado rápidamente.

-¿Piensas hacer lo que dijo lady Lilian? - preguntó Jayne cambiando el tema.

-No lo sé - respondió ella -. Por un lado quisiera hacerlo, pero por otro... ni siquiera se dar un beso como se debe, ¿cómo voy a saber llevarlo a la cama?

-En mi opinión, tener relaciones con un hombre se da de acuerdo a la circunstancia o el momento. Solo déjalo fluir, si dices que él fue quien te besó en la biblioteca... - Liviana asintió frunciendo el ceño -... lo volverá a hacer.

-¿Cómo estás tan segura?

-Solo lo sé, además, si es como dice lady Lilian, no tardará mucho en consumar el matrimonio él mismo.

-No lo creo Jayne, Marcus es orgulloso, y no aceptará que yo pueda gustarle, y menos compartir el lecho conmigo.

-Si lo hará, si le damos un empujoncito a la situación - Liviana miró a su amiga con el entrecejo arrugado -. Tenemos que ir a la sastrería para encargar nuevos vestidos más sensuales y tentadores. Verás cómo cae en un dos por tres.

-¿Estás segura? - preguntó Liviana un poco dudosa.

-¡Pues claro! Anda vamos.

Liviana solo se dejó llevar por su amiga, si eso hacía que Marcus no la rechazara y la llevara a su cama, lo haría, desde que se habían besado y Marcus la tocó de aquella manera, no había parado de pensar y soñar como sería haber terminado con Marcus entre sus piernas, se había dado cuenta de lo mucho que lo deseaba, y que podía luchar por su matrimonio.

Por otra parte, Marcus estaba furioso consigo mismo, no podía entender como había pasado, pero lo que sí sabía era que quería volver a besar a su esposa y terminar lo que había empezado en esa biblioteca.

¡Pero no podía!

Tenía que mantenerse lo más lejos posible de Liviana, de sus tentadores labios y de su voluptuoso cuerpo, que ya no le parecía nada asqueroso, al contrario, no había parado de pensar en ella desde que había acariciado y sentido sus cuervas por encima aquel molesto vestido, no paraba de imaginar que hubiera pasado si no se hubiese detenido, en cómo sería hacerle amor y...

¡NO!

Se negaba a seguir pensando en eso, fue un error y así seguirá siendo, lo que pasó no puede volver a repartirse, tenía que pensar que pronto su matrimonio quedaría anulado, y que podría al fin casarse con Emma. ¿Pero por qué la idea de casarse con la mujer que supuestamente ama ya no le entusiasmaba tanto como antes?

Definitivamente tenía que alejarse de su esposa.

-¡Marcus! - su amigo, lord Anthony lo hizo aterrizar a la realidad - ¿Qué te pasa? Desde el baile de los duques de Devonshire estás así.

Miserable Matrimonio (Saga #1 «Amores Encadenados») Where stories live. Discover now