El destino de las estrellas

7

—Supongo que cada uno tiene sus problemas, pero Miguel estudia artes, así que, o es un ligón u homosexual —Vincent señaló las opciones con sus dedos. James soltó un resoplido ante el comentario. No le gustaban las generalizaciones y sabía que su amigo no lo decía con mala intención, pero de todas formas se molestó por el comentario.

—Es como los de deportes, que son tontos, o futbolistas frustrados o gente que no tuvo el cerebro para pasar los exámenes de otras facultades —explicó, encogiéndose de hombros, mientras recordaba todos los comentarios que había escuchado sobre la carrera antes de entrar.

—Exacto —Vincent le dedicó una sonrisa divertida, captando enseguida el tono de ironía en las palabras de James—. En la facultad de deportes no hay espacio para los homosexuales y las mujeres.

Ambos se miraron, aquello era tan absurdo que terminaron riéndose entre ellos.

—Oye, los chicos de la otra noche eran de la facultad de artes ¿Cierto? —preguntó una vez que se calmaron. No había pretendido que el comentario fuera sospechoso o se sintiera forzado, pero en cuanto Vincent lo miró, se dio cuenta que sus palabras sonaron raras a oídos de su amigo.

Vincent supo enseguida de quienes estaban hablando, la "casi pelea entre los de deportes y los de artes" eran la comidilla esa mañana y desde que llegó a clases todo el mundo le había preguntado por el asunto. Como testigo ocular, había tomado la oportunidad para ser el centro de atención de su curso. Si se tratase de alguien más no lo habría pensado demasiado, pero era James quien estaba preguntando, él no solía preguntar cosas sobre los demás por iniciativa propia.

—Exacto, los conozco todos de vista. Donovan, el alto que defendió a Emma —Vincent le dio señas una segunda vez, por si se había olvidado del muchacho. James lo recordaba perfectamente—. Tiene una hermana que es fan del equipo, así que ubico su rostro —comentó, sacándole una exclamación de sorpresa.

—¿Es en serio? —espetó, abriendo los ojos de par en par. No tenía idea de quién era esa hermana pequeña que los animaba desde las gradas, sobre todo teniendo en cuenta la apariencia intimidante del muchacho.

—Sip —Vincent comenzó a revisar en su teléfono, moviendo aquí y allá, hasta que encontró lo que necesitaba—. Es esta, se llama Prudence, me sigue en instagram —el chico le mostró la pantalla de su móvil, donde una muchachita adorable sonreía abrazando a la que parecía ser su madre.

James examinó la imagen, la verdad era que sí se le hacía familiar. Tenía la sensación de haberla visto antes, probablemente lo había hecho, sobre todo si era una asistente regular a los partidos. En ese momento se reprochó el no ponerle más atención al público, quizás la habría reconocido de inmediato.

Vincent sonrió y comenzó a mostrar más fotos, en algunas estaba a con sus amigas, en otras con un enorme y precioso gato, tenía fotos sola y claro, tenía varias fotos con Donovan.

Sin darse cuenta se quedó observando una imagen en particular, donde la chica estaba colgada de su hermano, manteniendo sus rostros muy juntos para que saliesen en la imagen. Incluso tomó el celular de las manos de su amigo y la contempló un poco más. Sus rostros eran realmente parecidos, pero los rasgos de Pruncende eran más femeninos, sin embargo, puedo notar por la forma de su cuerpo, que era la clase de chica que hacía deporte. Era delgada, con los hombros en una línea de casi noventa grados y los brazos se le notaban firmes.

—Es guapa ¿Cierto? Pero es demasiado joven para ligar con ella —explicó, encogiéndose de hombros. Después de que James no dijera nada con respecto a su comentario, lo miró con una mueca maliciosa—. Él también en guapo ¿No lo crees?

—¿Qué? —James levantó la vista de golpe, sorprendido con la guardia baja y Vincent soltó una risa divertida. Era demasiado pijo para carcajearse, así que siempre expresaba diversión de una manera controlada y elegante, aunque los dos sabían que en el fondo era un animal.

—Parece que te dejó una buena impresión ¿Te parece atractivo? —comentó, señalando a Donovan en la foto. James resopló, acostumbrado a que Vincent intentara emparejarlo todo el tiempo, su amigo también era el tipo de persona que necesitaba estar constantemente saliendo con alguien. Sus periodos de soltería eran cortos, en ese momento estaba en uno, pero seguro que pronto le presentaría a una chica linda, que duraría lo mismo que un festival de música.

—La estaba viendo a ella, Prudence —comentó, devolviendo el celular y buscando a la chica en el suyo, encontrando su nombre entre las solicitudes pendientes de su Instagram—. Parece que tenía su solicitud pendiente desde hace un tiempo —comentó, aceptando a la chica sin pensárselo mucho.

James había tenía su instagram a reventar y más o menos cuando entró a la universidad comenzó a recibir mucho odio, por lo que puso sus cuentas en privado para poder controlar quienes miraban sus publicaciones.

—Ya... —Vincent se le quedó mirando—. ¿Seguro que fue ella y no el hermano a quien mirabas? Los dos sabemos que no te interesan las chicas —comentó, con expresión suspicaz. James le sacó el dedo de en medio, como respuesta. Vince soltó una risita—. Yo solo digo que quizás quieras solicitar un cambio de facultad —espetó, levantando las manos en señal de rendición—. Podrías pedirle clases privadas para ponerte al corriente, quizás así estarías de mejor humor.

—Vete al demonio Vincent —James soltó un resoplido, tratando de parecer desinteresado, mientras contenía las ganas de poner los ojos en blanco. Había temas de conversación que siempre salían a la luz cuando estaban juntos, pero las referencias a su nula vida sexual y amorosa ya le parecían repetitivas. Era mejor que no le prestara demasiada atención.

—Oh, ¿Qué es eso? —preguntó Vincent, mirando desde su lugar la pantalla desbloqueada del celular de James. Este frunció el ceño y bajó la vista sin poder evitarlo, tenía una nueva solicitud pendiente en instagram. El usuario no le sonaba, así que revisó la cuenta por pura inercia.

Al principio James observó el feed sin mucho interés, pero después de un momento se quedó muy quieto, frunciendo el ceño, como si tratara de descubrir un gran secreto detrás de las fotografías de aquella persona. Vincent se asomó con curiosidad y de inmediato soltó un silbido para reforzar su sorpresa.

—Hablando del rey de Roma.

La cuenta pertenecía a Donovan y su inicio se parecía bastante al de su hermana, Prudence, con excepción de que, en su caso, también había bastantes fotos relacionadas con el arte: desde cuadros, esculturas y pinceles hasta arquitectura, cine y música.

James tuvo el impulso de aceptar la solicitud de inmediato, pero después se detuvo de golpe, porque se dio cuenta que su reacción causaría que su amigo le molestara hasta el final de los tiempos. Él no conocía al muchacho de nada, pero este parecía una buena persona. Tampoco es que hubiera razones para rechazarlo.

Sin darse cuenta soltó un quejido.

Las fotos de Donovan eran buenas, parecía una persona que se preocupaba de que todas las imágenes fueran hermosas y equilibradas, incluso aquellas en las que estaba con sus amigos. James se detuvo un instante en una de ellas en la que el muchacho estaba sentado frente a su caballete, tenía un mono manchado de pintura, el cabello atado en una coleta y sonreía a la cámara como si estuviera hablando con alguien. De inmediato el recuerdo de la bonita chica que lo acompañaba en la hamburguesería y en la fiesta llegó a él.

Aquello le hizo sentir incómodo.

Con mucho cuidado subió hasta la parte del perfil, asegurándose de no apretar nada sin querer, mientras consideraba que hacer a continuación. No sabía por qué la idea le causaba tanto conflicto, la decisión no debería ser tan difícil, pero, sin darse cuenta su cabeza había entrado en estado de emergencia.

¡Capítulo nuevo! Espero que hayan disfrutado de la lectura :D