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Con el final de las vacaciones de diciembre, llegó el inicio de un nuevo semestre. Lo que debía ser un buen inicio de año, se empaño con una noticia inesperada. Al terminar el año escolar, Arturo dejaría la escuela y se iría a vivir a Canadá.

Nuestros amigos lo felicitaban por ello; estudiar en el extranjero se considera un logro y una gran oportunidad, pero por alguna razón, yo no podía estar feliz. Sin embargo, no eran tan egoísta para cambiar el buen ambiente, así que tuve que fingir que estaba bien. Con el paso de los días, le reste importancia al asunto, pero él tenía que arruinarlo.


— ¿Ya escucharon el rumor?

— ¿Cuál?

— El director Hernández, se irá a vivir a Guadalajara.

— ¡Enserio!, bien por él. Pero eso qué tiene que ver con nosotros.

— Mucho, el siguiente año estaremos en tercero y el apoyo del director influye mucho en la recaudación de fondos para la fiesta de graduación.

— Ok. Tienes un punto, pero hay más detrás de eso, ¿no es así, César?

— Tan perceptiva como siempre Kiara. Pues se dice que el Profesor Paredes asumirá el cargo.

— ¿Debe ser una broma? Justo cuando no voy a estar el siguiente año.

Mientras ellos bromeaban con el asunto y la mala suerte de Arturo, yo me alejé. Había evadido el tema tanto como podía; definitivamente su partida no me hacía feliz, pero era tan confuso, no sabía porque no lo podía tomar igual de bien que el resto.

Necesitaba tranquilizarme, pero era demasiado infantil como para hacer las cosas bien. Sin explicación alguna, le pedí a Arturo que no me hablara por el resto del día, cada intento que hacía por acercarse a mí, lo rechazaba.

Para algunos el día escolar terminaba con el final de las clases, pero para otros el final era al terminar los talleres y en mi caso, al terminar de ensayar con el coro

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Para algunos el día escolar terminaba con el final de las clases, pero para otros el final era al terminar los talleres y en mi caso, al terminar de ensayar con el coro. Me llevé una gran sorpresa al verlo en la entrada de la escuela.

— Selena.

— ¿Qué haces aquí? Tú no estás en ningún taller.

— Te estaba esperando.

— ¿A mí, para qué?

— Porque has estado ignorando todo el día, y quiero saber porque.

— Por nada en especial, solo no quiero hablar contigo.

— No te creo y te advierto que no pienso irme de aquí hasta que me digas la razón. No te das cuenta que tu indiferencia duele. Me lastimás.

— Tu hablas de lastimar, cuando todo esto es tu culpa. He tratado de no pensar en que te iras, pero tenias que recordármelo. Lamento no poder estar feliz por ti como los demás, te quiero, eres importante para mí y no quiero que te vayas.

— ¿Qué tanto me quieres?

—¿ Qué?

— Dices que me quieres, que soy importante ¿Qué tanto y porque? ¿Por qué soy tu amigo o por algo más?

— No lo sé.

— No lo sabes o no quieres decirlo.

No pude responder y en su lugar fui salvada por el claxon del taxi que pasaba a recogerme. Subí al coche y fui a mi casa. Durante el trayecto no paraba de preguntarme el porqué de mi sentir, ¿Por qué me afectaba tanto? ¿Qué tanto lo quería?

¿Amigos o Novios? [Histoira Corta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora