💀🌿𝗦𝗲𝗻𝘁𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗣𝗿𝗼𝗵𝗶𝗯𝗶𝗱𝗼𝘀🌿🌻

💕 8 💕 (Parte 1/2)

—¿No te duele nada? ¿Se siente molesto? —Preguntó Tyler para asegurarse de que todo estaba correcto con el vendaje.

—¡Se siente como nueva! Bueno... No tanto, pero si se siente estable. —Sonrió, empezando a dar pequeños pasos poco a poco.

—Ahh... Menos mal. —El científico suspiró en respuesta. —Bien, entonces... En dos horas y media te quiero ver de vuelta acá. Lo tendré cronometrado y cuando llegue la hora te llamaré. Dormirás en mi casa, donde yo te pueda vigilar, ¿entendido? —Aclaró la situación tratando de parecer firme y serio, pero era imposible para Tyler no verse tierno cuando estaba molesto. 0-48 aguantó una risita y asintió.

—¡Prometo que no me pasará nada! Te llamo si ocurre algo, ¿vale? —

Tyler se mantuvo en silencio por un rato, suspirando con pesadez. —Bien. Confió en ti.

—Algún día deberías dejar de preocuparte tanto por mí, sabes... Puede ser algo cansador... —Murmuró el uniformado, colocándose una gruesa chaqueta verde y abriendo la puerta de la casa.

—¡Ni lo sueñes! Eres mi mejor amigo y por nada del mundo dejaré de preocuparme por ti. —Tyler se mostró algo ofendido por las palabras del contrario, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño. Se negaba a dejar a su compañero del alma de lado.

0-48 se mantuvo en la puerta, sonriendo de lado. Con una de sus manos, acaricio de una forma ruda la blanca cabellera del científico, desordenándosela por completo y haciendo que este se queje. El soldado soltó una pequeña risa.

—Nunca cambies, Tyler... —Murmuró el de ropajes verdes en voz baja. El científico tan solo suspiró en respuesta mientras se arreglaba sus cabellos. —Nos vemos pronto. —Se despidió.

Tyler sonrió a medias, aun "molesto". Se despidió moviendo su mano de lado a lado.

—Hannah... Allá voy. —

[🌿]

—¡Otro punto para el equipo de Jack! ¡Bravo! ¡Bravo! —

Los fuertes y animados gritos del lanzaguisantes Jack resonaban por toda la cancha de futbol. Este había anotado otro gol, e hizo todo lo posible para que todos alrededor se enteraran de su logro.

—¡Bien hecho, Jack! ¡Eres el mejor en esto del deporte! —Exclamó la girasol Hannah, acercándose a su amigo para chocar los cinco.

—¡No se vale! ¡Tú eres un guisante y yo un cactus! ¡Caminas más rápido! —Boris, que estaba sentado en el pasto de la cancha totalmente cansado, se quejó.

—¡No le llames a la habilidad trampa, porque no lo es! —Jack trató de defender su honor. Pero solo logró que Boris se enojara aún más.

Cammy, que estaba en el arco como portera, se acercó a su compañero cactus y le palpó la espalda con suavidad.

—Ya, Boris. Es solo un juego. —Mencionó la cactus mientras sonreía por la actitud infantil de sus amigos.

—Mmm... —Boris no respondió. Tan solo se cruzó de brazos y gruñó molesto.

Hannah fue hacia la galería para descansar por un momento. En esta, yacía el guisante Jhonny, el cual, había estado totalmente expectante de todos los partidos que tuvieron sus compañeros.

—Eres buena arquera, Hannah. —Mencionó el guisante de fuego acercándose a ella y ofreciéndole una botella de agua.

—¿Tú crees? Creo que me equivoqué varias veces y me tropecé mucho... —Murmuró con vergüenza la flor, aceptando la botella.

—¿Y eso importa? ¡Le atinaste a la pelota muchas veces! Unas salvadas de película. —Jhonny trató de animar a su amiga.

—Awww, muchas gracias... —La flor sonrió avergonzada mientras se tapaba su boca.

Cammy luego se sentó al lado de ellos con evidente cansancio.

—¡Uff! Qué agotador todo... ¿Qué les parece ir por algunos helados para refrescar el cuerpo? —Preguntó de la nada la cactus, levantando la cabeza y hablándole al grupo con emoción.

—¡Siiiii! ¡Gran idea! —Exclamó con felicidad Jack al acercarse al grupo.

—¡Suena muy bueno, me uno! —Hannah aceptó la dulce petición.

—Ah... Yo paso. Pero les acompaño con gusto. —Jhonny se levantó de su asiento y se preparó para caminar hacia la heladería.

—Yo pido uno sabor chicle. Ojalá que haya esta vez. —Dijo Boris, recordando aquella vez que el heladero le dijo que no tenía su helado favorito.

—Pues vamos a ver. ¡Rápido! ¡Todos sigan a Cammy! —La cactus se levantó con entusiasmo y empezó a caminar en dirección a la heladería más cercana. Todos los demás del grupo la comenzaron a seguir con alegría.