-¿Quieres salir de aquí?- le pregunté al azabache, el cual asintió sonriente sin cuestionarse ni un segundo.

Lo lleve a la biblioteca.

-¿Aquí? ¿Qué haremos, leer?- inquirió en un tono sarcástico mientras reía.

-No Potter, obvio no, aquí hay más silencio, necesitaba un descanso para mis oídos- respondí sentándome en una de las mesas.

Él se acercó a donde yo estaba, puso su mano en mi mejilla y bajo sutilmente mi labio inferior mientras los miraba.

-Harry yo- No me dejo terminar mi frase ya que estampo sus labios contra los míos salvajemente pero a la vez dulce. Era tan bueno en esto, cerré mis ojos y me dejé llevar, paramos un momento y sonreímos.

-Eso fue- lo interrumpí.

-Cállate- lo volví a besar, esta vez poniendo una de mis manos en su nuca y la otra en su cabello despeinándolo, puso sus manos en mi cintura le daba pequeños apretones.

Yo me veía pequeña ante el, era más alto que yo así que la manera en la que su cuerpo me cubría me encantaba.

Paramos, solo reímos ante eso. Su respiración junto a la mía agitada, sus pupilas dilatas y el cabello despeinado, joder, que bien se veía. Salimos de ahí tomados de las manos.

Volvimos al salón y Ron seguía sentado junto a Parvati la cual se veía de muy mal humor.

-¿Donde demonios estaban?- pregunto el pelirrojo un poco exaltado -acabó de discutir con Hermione, esta fraternizando con el enemigo- continuó.

-¿Enemigo? Pero si tú hasta estabas pidiendo su autógrafo, Weasley- dije con un tono divertido.

-¡Eso fue antes de que fuera la competencia!- siguió diciendo.

-Deberías bailar un poco Ron, estás ardiendo en celos- solté y me retire a la pista a bailar con Harry

Música lenta estaba sonando, me encantaba.

-¿Me concedería esta pieza, señor Potter?- pregunté

-Sería un honor para mi, Señorita Dumbledore- tomo mi mano y la otra la puso en mi cintura.

Bailábamos sin parar de sonreír como un par de ridiculos enamorados. ¿En qué momento me había vuelto tan empalagosa? Me disgustaba a mi misma. Pero por alguna razón al ser así con él no se sentía mal, no se sentía como un error y por la forma en la que él me miraba... también le gustaba.

-Así que... Me besaste- dije con una sonrisa pícara, poniendo mis manos detrás de su nuca. Él puso su otra mano en mi cintura, quedando más cerca uno del otro.

-Emm bueno, yo, tú , tu eres muy hermosa- balbuceó muy nervioso.

-Awww- mi corazón se arrugó de ternura y le regalé una sonrisa -tu también eres muy hermoso, Harry.

-El ponche te afectó el cerebro, t/n- dijo entre risas.

-¿A mi? Ni un poco, según yo estoy en perfectas condiciones- mi tono de voz era divertido.

Bailamos y reímos un rato más. La música inundaba nuestros oídos haciéndonos mover tan libremente que hasta olvidaba que estaba bailando con él peor bailarín dentro del salón.

Hasta que vimos salir discutiendo a Ron y Hermione y nos acercamos a ellos a paso apresurado.

-Pues ahora ya sabes la solución, en el próximo baile ten el valor de invitarme antes de que alguien más lo haga y no como tú último recurso- Escuchamos a la castaña decir furiosa entre lágrimas.

-Pero si ni siquiera estábamos hablando de eso- escupió el Weasley en respuesta en un tono hiriente -¡Harry!- continuó el pelirrojo al ver llegar a Potter junto a mi como si el azabache fuera su salvación.

-¿Donde estaban?- nos preguntó ella realmente enojada, él iba a contestarle pero ella lo interrumpió -No importa, váyanse a la cama los dos.

El azabache solo me dio una sonrisa a medias y se fue con Ron -Se vuelven odiosas con la edad- exclamo este último mientras se marchaban.

-¡RON SIEMPRE ESTROPEAS TODO!- grito Her y se tiro en las escaleras a llorar, los chicos se apresuraron en irse y yo me senté con ella.

-¿Qué ocurrió?- pregunté tomándola del hombro.

-Él, él me ocurrió, no me invitó pero le molesto que viniera con alguien más, ¿que se suponía que hiciera?- soltó entre lágrimas.

-Hermione, Ron es un idiota, es mi amigo pero eso no me impide que lo diga cuando actúa así, no merece que estés llorando por el drama que él te hizo, estás demasiado hermosa esta noche como para dejar que ese pelirrojo mal vestido arruine tu baile- dije con una voz tranquila mientras le secaba las lágrimas de sus mejillas -Ahora vamos a bailar lo poco que queda de la noche y olvídate de él, haz por ahora como si no existiera- continúe tendiéndole mi mano para que se levantara y ella la tomo sonriendo a pesar de tener sus ojitos llorosos, se levanto y nos dirigimos nuevamente a la pista.

-Siento haber arruinado tu noche con Harry- se disculpo muy apenada.

-No arruinaste nada, no digas tonterías- le sonreí -Ahora báilenos.

Era una canción lenta pero ella y yo solo girábamos y nos reíamos sin parar. Tomábamos ponche como si no hubiera un mañana, asaltamos la mesa de las golosinas y nos comimos todos los dulces.

El baile había acabado y tanta bebida hizo efecto, Her y yo íbamos riéndonos y cayéndonos hacia los lados de vez en cuando.

-Y yo le dije, es leviOsa, no leviosAa y él muy menso no pudo hacer el encantamiento.
-El pensaba que mi gato se quería comer a su rata de 33 años o no sé cuántos tenía, solo se que eran muchos.
-Un hombre lobo le mordió la pierna y según él se la iban a cortar, pero ya ves, el menso todavía está completo.

Yo reía a carcajadas con las anécdotas de la castaña
Llegamos a la habitación y nos lanzamos en nuestras respectivas camas con nuestros vestidos puestos, estábamos muy cansadas como para cambiarnos de ropa.

Mariposas negras +18 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora