𝟏𝟕 | 𝐂𝐀𝐑𝐈𝐍̃𝐎, 𝐒𝐎𝐘 𝐓𝐔𝐘𝐀.

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— Si te lo está diciendo es porque ella lo quiere, haz lo que ella te dice — reclamó Tommy. — La entrada será la sopa de champiñón. ¿De acuerdo, Pearl? — pregunta.

— Claro, cariño. Está bien — asintió. —. Sopa de champiñón será — dice mirando cínicamente a la cocinera.

Almendra se retiró junto a su ignorado platillo de cerdo. Pearl no evitó reírse al verla caminar exageradamente para que su cuerpo se notara.

— Parece que tienen una obsesión contigo — susurra. —. Todas las malditas mujeres que trabajan en esta endemoniada casa te aman, todas quieren un poco de Tommy Shelby.

— Es una lástima que Tommy Shelby solamente tenga intenciones de ser de una sola mujer — responde mirándola a ella. — Solo ignora a Almendra, es lo que yo hago.

— ¿Ignorarla? No se puede — dice. —, la mujer estaba a dos centímetros de sentarse en tu regazo y comerte la boca.

— Entonces estás celosa.

— Claro que estoy celosa, ¿cómo no estarlo? Cualquier mujer se le queda mirando a mi prometido, no puedo solamente evitarlo — gruñe. —. Aunque me debería considerar la mujer más afortunada del mundo.

— ¿Querrá otra cosa, señor Shelby?

Almendra se apareció de repente como nunca. Preguntar si querían comer algo no era trabajo suyo, ella solo preparaba la comida. Eso molestó a Pearl, pues ya estaba harta de los ojitos que le estaba mandando a Thomas.

— Puedes retirarte — dice la castaña.

— ¿Necesita-

— Te ha dicho que te retiraras; retírate — responde Tommy.

La rubia se fue, mirando a Pearl de una manera denigrante y la respuesta de ella, solo fue sonreír suavemente.

— Tenemos que ver a Martha para decirle que el pastel será de zanahoria — dice Tom.

— Parece que eres la novia, Tommy — dijo enternecida.

— Solo quiero que sea un día lindo, cariño. Para ti y para mi, recordarlo por siempre — sonríe.

— Lo sé, yo también quiero lo mismo.

Su cuerpo se levantó y se acercó al de ella el cual envolvió en un abrazo y besó sus labios con suavidad. Pearl sonrió entre el medio de este.

— Luces preciosa hoy, ¿te lo dije?

— En la mañana, saliendo del baño, cuando me cepillaba el cabello, mientras me vestía, cuando estaba probando el pollo y cuando probé el pastel de zanahoria — respondió tratando de recordar.

— Creo que no te lo he dicho lo suficiente — sonríe. —. Luces preciosa hoy.

— Gracias, cariño. Tú luces como el amor de mi vida — dice canturreando.

— Probablemente.

— Tommy, tenemos que preparar la lista de invitados — susurra cerca de él.

— ¿Por qué no vamos a otro lugar?

La sangre de Pearl se heló y se sintió como se había prohibido sentirse: débil.
Si bien ya no le molestaba que la tocaran sin antes pedirle permiso, ella no se sentía lista para entrar en intimidad con absolutamente nadie. Incluso había noches donde se despertaba llorando por los recuerdos que había vivido.

— Sí, vamos a ver a Polly — respondió con voz quebradiza. —. Al Garrison.

— ¿Al Garrison? Odias ese lugar — ríe Tom.

𝙮𝙤𝙪𝙧 𝙢𝙖𝙟𝙚𝙨𝙩𝙮 ; thomas shelby Where stories live. Discover now