Coincidencia (AU Moderno)

En başından başla
                                    

—Humm, "La chica del tren" de Paula Hawkins— dijo ella sin mucho entusiasmo.

—¿Te gusta mucho leer?— preguntó Callum, ya que el libro se veía con muchas páginas.

—No hace mal un libro de vez en cuando— dijo la chica— Pero prefiero practicar actividad física. La razón por la que lo estoy leyendo es porque debía hacer un cambio en mi rutina ya que me rompí la muñeca.

Ella pensó por un momento.
"¿Por qué carajos le conté todo eso?" se dijo así misma. "No ha estado sentado aquí ni por cinco minutos".

—Que mal— dijo Callum haciendo una mueca muy graciosa.

La chica lo miró y sonrío. Se veía como un... tonto. Pero, como un tonto muy amable.

—Mi nombre es Rayla. Gusto en conocerte, Callum— dijo la elfa estirando su mano derecha hacia él, la cual era su mano sana.

Callum estaba apunto de estrechar la mano de la, tal vez ya no, desconocida. Cuando pensó en las palabras que le dijo.

—¿Cómo sabes que me llamo Callum?— dijo el, en su rostro había una combinación de confusión y sorpresa.

Rayla lo miró confundida. Pero al momento que esa expresión apareció en su rostro, desapareció, para después soltar una carcajada.

—Tú y tu amigo Gren deben aprender a hablar un poco más bajo— dijo ella limpiando una lágrima que se había deslizado por su mejilla, la cual tenía una marca elfica— Creo que los escucharon en el café de a lado.

Callum hizo caso omiso a eso y estrechó la mano de Rayla.

—Gusto en conocerte... Rayla— dijo y le regaló una sonrisa, ella hizo lo mismo.

Un suave carraspeo se escuchó a sus espaldas haciéndolos voltear. Era Gren.

—Lo siento, chicos. Pero ya debo cerrar, luego me regañan— dijo el pelirrojo con una sonrisa avergonzada.

—No te preocupes, Gren— dijo Callum levantandose— De todos modos ya es muy tarde.

Callum recogió sus cosas y Rayla las de ella echandolas en una mochila.
Una vez que acabaron, se despidieron y dieron las gracias a Gren y salieron  del negocio.

—Bueno, ya es algo tarde— dijo Rayla viendo el cielo— Fue un gusto, Callum. A ver si nos vemos otro día— dijo ella mientras se daba la vuelta.

Pero Callum la vio, tomando su muñeca con su mano y cargando una pesada mochila. Además de que estaba sola y era de noche.

—¡Espera, Rayla!— gritó Callum ya que ella había avanzado mucho.

—¡¿Qué?!— gritó ella también.

—¡¿N-no quieres que te acompañe a tu c-casa?!— gritó el para hacerse escuchar.

Rayla lo miró con confusión en su rostro a más no poder.

~°•°~

—...entonces quize tomar la parte de arriba, pero me caí y rompí la muñeca. Fin— dijo Rayla con una sonrisa mientras caminaba de reversa.

—Te ves muy animada como para haberte roto la muñeca— dijo Callum caminando a su lado.

—Bueno, hay varias razones para eso,
1.–Me han pasado cosas peores,
2.–Ya paso, y
3.–Nadie quiere a una persona que cuenta sus problemas como si fueran la peor cosa del muno— dijo ella enumerandolas todas, Callum pensó en la última.

—¿Y si sí son la peor cosa del mundo?

Rayla volteo a ver a Callum, se veía triste, cansado. Entonces ella sonrió.

—Nada es la peor cosa del mundo, solo mírate, estás vivo— dijo ella.

Callum la miro sorprendido. Se veía radiante, entonces el también sonrió.

—¿Y sabes algo?— siguió Rayla— No me cuentes lo que te tiene así. Todo error o equivocación tiene una lección por aprender, y debes aprenderla tú solo.

—Que profundo— dijo Callum algo sorprendido.

—No me hagas mucho caso— rio Rayla— Cosas antiguas de los elfos de luna.

Ambos soltaron unas cuantas carcajadas.

—Gracias, Rayla— dijo el con una sonrisa que tenía como propósito ser enorme.

Después de un rato llegaron a la casa de Rayla, lo que significaba que debían despedirse.

—Bueno, esta es mi casa, Callum— dijo Rayla señalando una construcción de dos piso pintada de verde y negro— Muchas gracias por acompañarme, fue divertido— dijo ella avanzando hacia la puerta.

—Para mi también lo fue— dijo Callum— Bueno... adiós, supongo que nos veremos pronto.

Rayla se detuvo en seco y se quedó hay parada un minuto. De echo, si quería ver pronto a ese humano tonto que acababa de conocer, entonces recapacito.

—Ya sé, dame tu teléfono— dijo Rayla.

—¿Qué?

—Vamos, solo registrare mi número.

Callum obedeció, le entregó su teléfono a Rayla y después de unos segundos ella se lo regreso.

—Listo, así es un echo que nos volveremos a ver— dijo ella avanzando hacia la puerta de nuevo y Callum sonrío.

—Si. Gracias y adiós, Rayla— dijo el.

—Y recuerda— dijo ella entrando a la casa— sonrie... Principe triste— dijo y justo después cerró la puerta detrás de ella.

Callum se quedó unos momentos más ahí, solo esperaba que Rayla no lo estuviera viendo.

Recordo en su celular, el cual tenía en la mano. Entró al número que le dio Rayla y observó su foto de perfil por un momento, se dio la vuelta y empezó a caminar.

"Lección" fue la palabra que usó Rayla para referirse a lo que te dejaba un error. Y si, lo había cometido, un rechazo amoroso, eso le arruino la semana. Ahora el solo pensar en como sonaba lo hacia parecer un tonto al pensar que eso era un problema grave. Cuando nunca lo fue, simplemente necesitaba un pequeño empujón, para olvidar esa vergüenza y tristeza...

Esa misma noche, en tan solo una hora, toda la semana se había vuelto un poco menos gris.

~°•One-Shots Rayllum•°~Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin