Salió del baño y se encontró a Noah en el pasillo, llevaba un vaso de agua y una pastilla, tal como había dicho. Siguió caminando y Olivia lo seguía con determinación, sus pies se enredaban y su cabeza daba vueltas. Si no hubiera sido por Noah Olivia se habría estrellado contra una pared. Noah la sostuvo contra su costado hasta llegar a una habitación que ella nunca había visto, supuso que era la habitación de Noah.

La habitación estaba perfectamente decorada, todos los muebles eran negros y dorados, parecía una de esas lujosas habitaciones de hotel que salían en la tele. Todo era perfectamente moderno y organizado, y la cama, por Dios ¡La Cama! era una cama gigante tamaño King, sus sabanas se veían tan suaves que Olivia sintió el intenso deseo de tirarse sobre ellas.

Noah dejó el vaso de agua en la mesa de noche y le entregó la pastilla a Olivia. Ella procedió a tomar la pastilla. Noah desapareció por una puerta, Olivia supuso que sería le closet. Regresó con una camiseta entre las manos.

-Úsala si la necesitas- le dijo entregándosela a Olivia- Puedes usar mi cama. Si necesitas algo solo despiértame, estaré en el sofá.

Noah se dirigía hacia la puerta pero Olivia lo detuvo.

-Noah- le dijo con suavidad. El chico se volvió a mirarla- Gracias.

-No me agradezcas- dijo Noah restándole importancia- No dejaría que nada malo le sucediera a mi pareja de baile.

Olivia sabía que debajo de todas esas capas de chico malo y despreocupado había un Noah al que si le importaban las personas.

-Yo dormiré en el sofá- declaró Olivia- no te quitaré tu cama.

-Como quieras- le dijo Noah- Solo que pensé que querrías probar mi deliciosa cama- le dijo Noah con una sonrisa. Olivia le pegó un golpe en el brazo- ¿De verdad quieres dormir en el sofá?- Noah lo decía totalmente enserio.

La verdad era que no, Olivia no quería dormir sola en medio de la sala, era demasiado miedosa para hacer eso.

-No- dijo Olivia con sinceridad. Noah volvió a sonreír.

-Iré al sofá- declaró Noah.

-¿Podrías quedarte?- le pidió Olivia. Noah se giró hacia ella y su sonrisa había cambiado, Olivia percibía una sonrisa más dulce y sincera.

No le agradaba mucho la idea de dormir en la misma cama que Noah, pero le agradaba menos quedarse sola en una habitación que no conocía. Su miedo a la oscuridad se haría notar cuando las luces se apagaran y prefería estar acompañada para cuando eso pasara.

-¿Segura?- le preguntó Noah. Olivia asintió con la cabeza con rapidez antes de que se arrepintiera.

-Dormiré en el suelo- declaró Noah y corrió a la cama a sacar almohadas.

-¿Qué?- dijo Olivia- Es tu cama, yo dormiré en el suelo.

-Por supuesto que no, Olivia- Noah estaba junto a ella.

Olivia se quedó callada, no esperaba que Noah le cediera su cama tan fácil.

-Escucha. Solo no quiero que te sientas incomoda- Olivia se tuvo que sentar en la cama, la cabeza le palpitaba.

-No me sentiré incómoda- le dijo a Noah. Y era la verdad, a ese punto le daba igual que Noah durmiera en la misma cama que ella. Olivia solo quería dormir por siempre.

-Debo decirte que duermo desnudo- Olivia abrió los ojos con sorpresa y por poco casi se atora con su propias saliva- Es broma- le dijo Noah entre risas- Te lo dije, de alguna manera te incomodarías- las mejillas de Olivia se calentaron.

-Me cambiaré- anunció Olivia y se metió al baño a toda velocidad. Aún estando ebria ese tipo de chistes y comentarios le daban pena. No sabría como volvería a ver a Noah a la cara.

Olivia se cambió con rapidez y salió del baño. Noah le había dado una de sus camisetas, era muy grande para Olivia, sin embargo, no lo suficiente. La camiseta por suerte le tapaba toda su parte trasera y le llegaba un poco debajo de los muslos. Aunque le daba pena estar así enfrente de Noah, aquella camiseta era mejor que el vestido de Colette.

Para cuando fue a la cama, Noah ya estaba entre las sábanas y la esperaba en silencio. Tenía una linda camiseta celeste de pijama, combinaba con sus ojos. Sus ojos se deslizaron por las piernas de Olivia mientras ella se metía entre las sábanas. Apenas Olivia se acomodó para dormir, Noah se giró dándole la espalda. Olivia lo agradeció en silencio. No quería que las cosas se tornaran incómodas.

-Buenas noches, Olivia- dijo Noah.

-Buenas noches, Noah- dijo Olivia y las luces se apagaron.

Pasados unos minutos, por más que Olivia sintiera los párpados pesados y unas fuertes ganas de dormir, no lograba conciliar el sueño. Y parecía que Noah tampoco, ya que se removía incómodo a su lado. Olivia veía su espalda, era delgada y fuerte, se le marcaban los músculos que eran producto del ballet.

Noah se giró hacia ella y quedaron frente a frente. Pese a la oscuridad absoluta, Olivia podía distinguir los rasgos de Noah, sus lindos ojos celestes resaltaban en la oscuridad. Estaban muy lejos. Noah se acercó a ella, quedando a pocos centímetros. Olivia percibía el calor que Noah transmitía, ella tenía mucho frío así que se acerco más a él. Sus rostros quedaron a centímetros, respiraban el mismo aire y compartían el calor sin siquiera tocarse. Olivia agradeció haberse lavado los dientes.

Olivia por fin pudo conciliar el sueño y se durmió mirando a Noah. Sin embargo, Noah durmió poco esa noche, se quedó contemplando la belleza de Olivia, además no podía dejar de pensar en Colette, ella lo había descubierto.

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Hola, hola.

¡Nuevo capítulo!

Este es un capítulo corto, pero algo es algo jaja.

Me dio mucha ternura escribir este capítulo. Sé que muchas no quieren a Noah, pero se que poco a poco lo van a empezar a querer.

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Gracias por leer mi historia.

-Manu<3

Té para tres (TERMINADA)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz