Capítulo 1

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Las gotas caían sobre mi rostro, como ligeras lágrimas debajo de mis ojos. No era uno de mis mejores días, y eso me lo hizo saber el destino desde que desperté esta mañana.

Desperté de una pesadilla, había soñado que había matado a mi hermana menor. No sé qué significaba ese sueño, pero no creo que sea algo bueno. Decidí no contarselo a nadie, podrían creerme loca, o que piensen que de verdad la quiero matar. Yo no tenía deseos de matarla, bueno, yo no, pero no sé mi subconsciente, tal vez el está un poco resentido por el hecho de que mamá ya no me presta la misma antes que antes. Como sea, no me pondré a pensar en las cosas negativas de mi vida, mejor saldré con Billie a fumar antes de ir al colegio, eso me ponía menos tensa.

Billie era una de las pocas personas que me entendían, no por nada era mi novio. A mi madre no le agradaba del todo, y no le gustaba que saliera con él, había ocasiones en que me decía que lo terminara, pero no la obedecía, yo salía con Billie porque había algo en el que me atraía y me gustaba.

Mis padres no han sido los mejores padre del mundo, ellos se la pasaban trabajando mientras yo descubría el mundo a mi manera, a la manera que todos los niños sin ayuda lo descubren.

Tenía una hermana menor, Kelly, era una niña de siete años. No quería que ella pasara por lo mismo que yo, pero tampoco podía evitarlo, mis padres hacían con ella lo mismo que me habían hecho a mí, la descuidaban, si no es porque yo la ayudo a veces, estaría haciendo lo mismo que yo, terminaría como yo, una chica rubia de diecisiete años que fuma, se droga, tiene problemas con su autoestima y está llena de rencor, y el rencor hace que te pudras lentamente, es otra forma de morir...

Había reprobado segundo de preparatoria por mis actitudes, era demasiado "rebelde" para mis maestros, eso también lo decían mis padres, y estaban cansados de ello, pero yo también estaba cansada de la puta forma en que me criaron, así que estábamos a mano.

Billie también había reprobado, y por la misma causa, o tal vez por mi, no lo se con exactitud, pero no importaba, era el mejor chico y lo amaba así como era, rebelde como yo.

*

Llegué al lugar de siempre, donde nos veíamos antes de entrar al colegio, para besarnos y fumar.

-Hola, Billie, ¿Cómo amanesiste? -pregunté primero.

-Hola, amor, bien, gracias, ¿y tú?

No me dejó responderle porque enseguida me besó, y después nos sentamos recargados en la pared.

-No podía esperar para verte otra vez. -mencionó.

-Yo tampoco podía esperar, Billie, ya tenía ganas de besarte, y fumar.

-Oh, si, hablando de eso, ¿quieres uno? -dijo mientras me ofrecía un cigarro.

-Claro que sí, gracias, amor. -dije mientras lo tomaba.

Empezamos a fumar y a platicar. Billie me contaba sobre que sus padres se habían peleado otra vez, que su padre se fue de la casa, y su mamá se la ha pasado bebiendo toda la noches sin parar, y que probablemente no le importaría si llegaba tarde a su casa.

De hecho ese día decidimos no asistir al colegio, a Billie no le preocupaba, y a mi menos, así que nos fuimos al bosque, a la orilla de un río, nos quedamos sentados un rato, oyendo el silencio de aquel lugar que se sentía tan solitario, sólo escuchabamos el ruido de una pequeña cascada que caía de un montón de piedras sobre una colina.

Rompí el silencio con una platica, que ni yo sabía lo que estaba diciendo, sólo se me había hecho un silencio incómodo y quería terminar con el.

-A si que... ¿El lugar es muy bello verdad?

Lo miré enseguida que acabe la pregunta, pero el no me contestó, estaba como ido, pensando en quién sabe qué.

Observaba sus hermosos ojos verdes, delineados de negro, fijos hacia algún lugar.

-¿En qué piensas? -dije en un tono mas alto.

-¿Eh?, ¿Qué?, lo siento, no te escuchaba.

-Que si en qué pensabas?

-Oh, en nada interesante, sólo quería olvidarme del momento y sentarme en silencio.

-Bueno. -contesté.

En ese instante, tras unos segundo de haber dicho la última palabra de la conversación, se escucha un ruido, un grito desgarrador se escucha entre los pinos gigante de aquel bosque.

Billie y yo nos miramos mutuamente con caras de susto y asombro...

Voces AnónimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora