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Cuando el día comienza y cuándo acaba, cuando no puede dormir o cuando simplemente quieren pasar tiempo juntos, Jaehyun tiene el hermoso privilegio de poder admirar el rostro de Doyoung.
Doyoung.
Cuando se conocieron, el mayor se negaba a creer que eran almas gemelas. Decía que no creía en esas cosas del destino y que el brillo de su marca oculta bajo un guante se debía a alguna luz de por ahí.
Fueron meses los que Jaehyun había estado detrás de él como perrito faldero intentando ignorar las dolorosas punzadas en su pecho cada vez que Doyoung le rechazaba. Hasta que, de alguna manera, el mayor parecía haber comprendido la situación, y había comenzado a poner de su parte. Jaehyun reprimía sus ya fuertes sentimientos, para evitar presionar al mayor.
A pasitos de bebé era como habían llegado a donde estaban.
Ambos habían pasado por momentos tanto de felicidad como de debilidad. Pero entonces, se habrían extendido los brazos el uno al otro y se habrían sonreído dejando que todo fluya.
Tal vez no fue al instante como solía suceder con otras parejas, les había costado trabajo, pero a su propio ritmo, habían encontrado un lugar seguro entre los brazos del otro.
Ninguno era de muchas palabras, sin embargo el cariño nunca faltaba, no de manera exagerada, pero estaba ahí, en silencio. En cada abrazo, en cada beso, en cada sonrisa, en cada caricia, en cada mirada y suspiro. Siempre, sin intenciones de desaparecer pronto. Ni siquiera cuando sus escasas discusiones y celos se hacían presentes.
Si hay algo que Jaehyun amara más que a su propia vida, entonces la respuesta sería Doyoung. Lo mismo ocurría con Kim, por más que lo negara. No hacía falta que nadie más que ellos, supiera eso.
A pesar de las condiciones en las que se habían conocido, nada había impedido que el destino hiciera de las suyas y terminar juntándolos a toda costa, era una de esas pocas cosas que no puedes evitar ni cambiar.
Doyoung, entre los brazos de Jaehyun y este recostados en el respaldar de la cama, mientras miraban "Coraline y La Puerta Secreta", era como se encontraban justo ahora. Disfrutando el momento.
–Te amo- dijo Jaehyun.
Doyoung se separó ligeramente para mirarlo con una sonrisa y ojitos brillantes.
Sin decir palabra alguna, dejó un suave beso en los labios ajenos para luego volver a acurrucarse en el pecho ajeno.
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